Más allá de Univers y Avenir: Akira Kobayashi recuerda a Adrian Frutiger

Este artículo forma parte del proyecto The faces behind typefaces, la colaboración entre el Type Directors Club y Readymag, que Gràffica ofrece a sus lectores en castellano. Desde su creación en 1946, el Type Directors Club (TDC) ha ayudado a la industria a consolidarse a través de actividades educativas y mostrando lo mejor de lo mejor. Este proyecto editorial desarrollado junto con Readymag, que coincide con el 75 aniversario del club, explora el impacto de la generación anterior de medallistas del TDC con historias de primera mano de los miembros más activos de la actualidad. En esta primera entrega el último medallista del TDC Akira Kobayashi habla sobre Adrian Frutiger y su relación profesional. El diseñador tipográfico japonés y dueño de una medalla del Type Directors Club Akira Kobayasi tiene una robusta y larga carrera —de más de 39 años—: ha contribuido profundamente a acercar los mundos tipográficos de Oriente y Occidente, ha creado más de 50 familias tipográficas latinas, y ahora trabaja como director creativo tipográfico para Monotype. En 2003 tuvo la oportunidad de trabajar codo con codo con otro titán y medallista del TDC de 1987, Adrian Frutiger. Se conocieron cuando Akira se había incorporado a Linotype y trabajaba en Avenir Next, una versión de la reconocida tipografía Avenir de Adrian Frutiger. Akira Kobayashi, director creativo de Monotype Para Kobayashi, el proyecto colaborativo con Frutiger suponía más que una simple reedición de su tipografía clásica, pues hubo un tiempo en que su libro cambió drásticamente la vida del joven diseñador y ahora finalmente tenía la oportunidad de expresarle su gratitud. En el texto que reproducimos a continuación Kobayashi revela los momentos que compartió con el excepcional diseñador y da algunas pinceladas de su colaboración con otro diseñador prominente y también medallista del Type Directors Club, Hermann Zapf. sé tu mayor crítico Adrian Frutiger siempre explicó los aspectos más importantes del diseño tipográfico con palabras sencillas y llanas. Una vez dijo: «El asunto con la tipografía es que no te des cuenta de que está ahí. Si recuerdas la forma de una cuchara con la que acabas de tomarte una sopa, entonces es que la cuchara tenía una forma pobre». También creo en esta idea: la tipografía tiene que funcionar sin que sea perceptible, tiene que ver con la estética. Así que cuando se trata del diseño de tipos, intento ser el más duro crítico de mi trabajo. Miro mis bocetos desde la distancia, imprimo algunas palabras, las escrutino de arriba abajo, del derecho y del revés. Al sentarme al lado de Frutiger y ser testigo de cómo inspeccionaba sus pruebas de tipografías, me di cuenta de que yo hacía exactamente lo mismo. Akira Kobayashi y Adrian Frutiger trabajando en Avenir, foto de Otmar Hoefer. creatividad basada en la pasión Esta foto la tomó mi colega de Linotype en el atelier de Adrian Frutiger mientras estábamos trabajando en Avenir Next. Muestra a Adrian dibujando cifras elzevirianas con un rotulador rojo que yo solía utilizar para señalar las correcciones en las pruebas. En ese momento, yo estaba a punto de proponer añadir cifras elzevirianas a la familia, y planee explicarle el formato OpenType y posibles variaciones tipográficas que sugería. Pero Frutiger inmediatamente empezó a dibujar cifras por su cuenta. No necesité convencerle y no me dio tiempo ni a ofrecerle un rotulador más adecuado. Parecía que la tecnología OpenType se creo para capturar sus ideas. aprender juntos Cuando yo acababa de incorporarme a Linotype, tuve la oportunidad de trabajar con otro medallista del Type Directors Club y brillante tipógrafo, Hermann Zapf, en la nueva edición de su tipografía Optima. Durante el proyecto, le mostré a Hermann cómo trabajaba yo con el software de diseño de tipografías. Se quedó impresionado por la velocidad del proceso y empezó a visitarme casi semanalmente. Zapf solía sentarse a mi lado, mirando a la pantalla y dándome instrucciones. Al trabajar juntos en el ordenador, aprendimos muchas cosas el uno del otro. Con mi explicación básica del software, Zapf rápidamente entendió cómo controlar las curvas de Bézier, el espaciado, y hasta el kerning. Realmente disfrutó de las nuevas posibilidades que el entorno tipográfico del siglo XXI ofrecía. defensores del tipo Creo que el Type Directors Club es una organización valiosa porque conciencia a la gente de la importancia de la tipografía. Cuando los no-diseñadores piensan en la industria del diseño, muchos de ellos pueden pensar en bellas imágenes, o ilustraciones dinámicas y coloridas, pero si lo piensan detenidamente se dan cuenta de que la tipografía es la herramienta principal para transmitir información. Entré en contacto con el Type Directors Club por primera vez en 2004 cuando fui seleccionado como jurado de su anuario. Llegué a un gélido Nueva York y fui recibido calurosamente por el TDC. Tuve la oportunidad de intercambiar opiniones con otros diseñadores durante las deliberaciones del jurado, y eso me dio una confianza adicional. Me uní al TDC y unos años después di un taller junto a Matthew Carter (el medallista TDC de 1997). Durante esas ocasiones, sentí que el TDC había estado apoyando a los jóvenes estudiantes y diseñadores que más tarde se convertirían en la fuerza impulsora de la industria. Recientemente fui galardonado con la medalla del TDC, lo que es un gran honor para mí. Espero que este premio ayude a inspirar a otros a perseguir sus sueños profesionales en el sector.

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