Adoptando estrategias innovadoras en redes sociales, los museos han evolucionado de una comunicación tradicional a prácticas más abiertas y dialogantes. Han evidenciado cómo el arte y la cultura tienen el poder de superar barreras físicas, resonando ampliamente en el digital. Este enfoque renovado no solo hace el arte más accesible sino que también fomenta una participación activa del público, demostrando que la cultura puede florecer y enriquecerse en el entorno virtual.
La pandemia de COVID-19 y el subsiguiente confinamiento global en 2020 resultaron en el cierre temporal de los museos, dejando sus galerías desprovistas de visitantes. Ante esta situación, numerosas instituciones redirigieron sus esfuerzos de comunicación hacia los medios digitales, acelerando una transformación que, si bien ya había iniciado antes de la crisis sanitaria, se vio notablemente impulsada por las circunstancias. Esta adaptación no solo fue una respuesta a la emergencia, sino también una evolución en su manera de conectar con la sociedad, facilitando un acceso más rápido y directo a sus contenidos.
Los museos han transformado su forma de comunicarse, pasando de un enfoque tradicional y elitista a uno más abierto y democrático. Ahora, en lugar de solo hablar al público, invitan a una conversación donde todos pueden participar y compartir. Esta transición ha impulsado nuevas estrategias de comunicación digital que amplían su alcance a públicos más diversos y a las nuevas generaciones. En consecuencia, los museos y sus canales en redes sociales se han erigido como auténticos pilares de la comunicación digital, congregando a millones de seguidores y generando un número significativo de visualizaciones. Esta transformación no solo los ha posicionado como líderes en el ámbito digital, sino también se ejemplos a imitar por su creatividad al crear contenido y por las nuevas maneras en que se relacionan con quienes los visitan.
En las cuatro redes sociales más relevantes del momento —TikTok, Twitter, Facebook, e Instagram—, instituciones como el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y el Tate de Londres demuestran de manera contundente el alcance de este cambio en la comunicación digital. Con más de 13 millones de seguidores para el MoMA y aproximadamente 10,2 millones para el Tate, estos números evidencian una transformación significativa en cómo los museos aprovechan el poder de las redes sociales para amplificar su impacto cultural y educativo más allá de sus espacios físicos.
La fórmula del éxito de estos museos radica en su habilidad para ofrecer contenidos de alta calidad que fomenten la interacción y resonancia con el público, manteniéndose además alineados con los acontecimientos y tendencias del entorno global. Un ejemplo claro de esto es el uso innovador de los canales sociales por parte del MoMA, donde se exploran conexiones únicas entre el arte y la vida cotidiana. Por ejemplo, a través de sus publicaciones, podemos descubrir qué música inspira a un músico de jazz al contemplar la obra “Los 3 músicos” de Picasso, o conocer el intrigante proceso que involucró recubrir completamente una habitación con chocolate, una propuesta artística de Ed Ruscha que fue presentada en el Museo de Arte Moderno el año anterior.
De manera similar, el Tate nos ofrece una mirada fresca y original a través de sus publicaciones, como la perspectiva única de una oficial de seguridad del museo, que también es artista emergente, ofreciendo así una visión más personal y menos convencional del arte. Además, los retos semanales propuestos por el museo invitan al público a crear obras monocromáticas o inspiradas en artistas específicos, promoviendo una participación activa y creativa en su comunidad digital.
Estos ejemplos demuestran cómo los museos están trascendiendo los límites tradicionales de la comunicación cultural, enriqueciendo no solo la experiencia cultural de sus seguidores, sino que también está fortaleciendo su posición como instituciones dinámicas y relevantes en el panorama digital actual.
En España, la comunicación digital en el ámbito museístico también ha registrado casos destacados de éxito. Según el último informe, Visitor Figures 2022, de The Art Newspaper’s, considerado la principal referencia en cuanto a la asistencia a museos de arte a nivel mundial, tres instituciones españolas se posicionan entre los 20 museos más seguidos en redes sociales. El Museo del Prado lidera con más de 4 millones de seguidores, seguido por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que cuenta con más de 1,6 millones de seguidores, y el Museo Guggenheim de Bilbao, que acumula más de 1,5 millones de seguidores.
El éxito del Museo del Prado en redes sociales
Como hemos visto, el Museo del Prado cuenta con millones de seguidores en redes sociales, pero se ha distinguido particularmente por su presencia en TikTok. Al consolidarse con más de 558.000 seguidores y acumular más de 4,6 millones de “me gusta” en sus publicaciones, se posiciona como el museo líder en esta plataforma, destacando su éxito y relevancia en el ámbito digital. Este logro ha contribuido a que el Museo del Prado afiance su reputación como uno de los líderes indiscutibles en el ámbito de la comunicación digital en redes sociales. Este éxito fue además reconocido con la concesión de un premio Webby Awards en la categoría de Arte y Cultura, un galardón que subraya la excelencia y la innovación en el uso de internet y los medios digitales. La estrategia digital adoptada por el Museo del Prado no solo ha transformado su modo de interacción con el público global, sino que también ha establecido un nuevo estándar de cómo los museos pueden utilizar las plataformas digitales para ampliar su alcance y fomentar un mayor aprecio por el arte y la cultura.
Al adentrarse en los perfiles sociales del Museo del Prado, los visitantes digitales descubren un rico universo de contenidos que han sabido captar la atención de miles, centrados en revelar las fascinantes curiosidades que albergan las obras de arte. Desde exploraciones detrás de los lienzos, mostrando lo que oculta el reverso de los cuadros, hasta detalles singulares sobre los marcos que envuelven sus obras. De manera didáctica, nos sumergen en el estudio de las obras maestras y ofrecen secciones especiales como “El Prado responde”, brindando al público una oportunidad única de interactuar directamente con las figuras esenciales del museo para obtener consejos o recomendaciones.
La filosofía detrás de la estrategia de contenido del Museo del Prado es que sean precisamente las voces de quienes forman el núcleo de su funcionamiento —tales como conservadores, los restauradores, e incluso el director del museo—, quienes relaten las historias, compartiendo su profundo conocimiento y su pasión por el arte. Esta estrategia permite una transmisión genuina y auténtica del fervor que estos expertos sienten por su trabajo, ilustrada a través de anécdotas intrigantes sobre las obras y los procesos de conservación y restauración, descubriendo el primer equipo de rayos X del museo o donde se encuentran las firmas escondidas de los pintores en su obras.
El Museo del Prado también innova al incorporar a personalidades que, a primera vista, podrían no estar directamente relacionadas con el mundo del arte o la cultura, como el ilusionista Jorge Blas o el divulgador científico Doctor Fisión. Estas colaboraciones ofrecen perspectivas únicas y enriquecedoras, presentando las historias y peculiaridades de los cuadros de una manera sorprendente, lo que revitaliza y enriquece la forma en que nos acercamos al arte.
Adicionalmente, los perfiles sociales del Prado se enriquecen con la presencia de figuras destacadas que han pasado en algún momento por el museo, como el director de cine estadounidense Tim Burton y el actor Brian Cox, de la serie “Succession”. Ambos comparten sus experiencias personales y preferencias artísticas durante sus visitas, añadiendo un valor adicional a la experiencia digital del público. Este enfoque multifacético y colaborativo no solo diversifica el contenido ofrecido por el museo, sino que también amplía su alcance y resonancia, atrayendo a una audiencia más amplia y variada.
Las claves del éxito
El éxito de los museos en las plataformas de redes sociales puede atribuirse a una estratégica transformación en sus métodos de comunicación. Tradicionalmente percibidas como instituciones serias y formales, estas entidades han logrado reinventar su enfoque para resonar de manera más efectiva con el público digital. Este cambio se sustenta en tres pilares fundamentales que son cruciales para entender su éxito:
1. Adopción de una voz y tono más relajados e informales: Los museos han adoptado un enfoque de comunicación más accesible y cercano, sin sacrificar su autoridad ni su reputación como expertos en sus respectivos campos. Esta estrategia implica el uso de un lenguaje adaptado a las tendencias actuales de consumo de medios, buscando un equilibrio entre la profesionalidad y la proximidad al público general. El objetivo no es solo llegar a aquellos con un interés previo en el arte o la historia, sino también atraer a una audiencia más amplia que pueda no considerarse tradicionalmente como aficionada a los museos.
2. Creación de contenido de valor y relevancia: Los museos se esfuerzan por generar materiales que no solo sean educativos, sino también significativos y atractivos para el usuario. Este contenido busca ser divulgativo, enriqueciendo el conocimiento del público con información y perspectivas únicas que aporten valor. Se trata de una invitación a explorar y aprender de manera más dinámica y participativa.
3. Innovación como motor de atracción: La clave para captar y mantener el interés del público reside en la capacidad de sorprenderlo constantemente con nuevos formatos y propuestas de contenido. La innovación no solo se refiere a la adopción de tecnologías emergentes o a la experimentación con nuevos medios digitales, sino también a la creatividad en la presentación y narrativa de los contenidos.
La transformación en la comunicación de los museos en las redes sociales destaca por su capacidad de adaptarse y evolucionar en respuesta a las expectativas y hábitos del público contemporáneo. Al equilibrar con maestría la autoridad y accesibilidad, ofrecer contenido de calidad y apostar por la innovación, estos espacios culturales han logrado expandir su alcance y resonancia, redefiniendo el modo en que interactúan con sus audiencias. Este enfoque renovado no solo ha fortalecido la presencia digital de los museos, sino que también ha contribuido a democratizar el acceso a la cultura, haciéndola más inclusiva y relevante para la sociedad actual.
Actualizado 09/02/2024