Las «variable fonts» según Omnibus-Type

La fundición tipográfica argentina publica una selección de su catálogo en versión variable que se distribuye de manera gratuita a través de su web o de Google Fonts. Su historia se remonta tan solo a unos pocos años atrás. Concretamente a 2016, cuando cuatro gigantes de la industria digital, Microsoft, Apple, Adobe y Google se asociaron para desarrollar de la manera más óptima posible las fuentes tipográficas digitales: el proyecto se llamó Open Type Fonts Variations. Las fuentes variables son, por tanto, una evolución de las fuentes tipográficas que pueden almacenar en un solo archivo todas las distintas características posibles de una tipografía (pesos, estilos, tamaños ópticos, anchos). Gracias a una considerable reducción del peso de los archivos se facilita mucho el manejo de gran cantidad de información —¡una fuente completa en un solo archivo!—. Además, con las fuentes variables desaparece la estricta frontera entre los estilos tipográficos que regía su uso desde sus inicios. Las fuentes variables son una evolución de las fuentes tipográficas que pueden almacenar en un solo archivo todas las distintas características posibles de una tipografía. A partir de un eje, por ejemplo, el peso o el ancho, las fuentes variables modifican sus características formales. Pueden hacerlo a partir de un solo eje o combinar varios a la vez. Debido a ello, el usuario dispone desde este momento de una amplia capacidad de maniobra a la hora de decidir los parámetros de la tipografía elegida, combinando, por ejemplo, peso o ancho hasta casi personalizarla según sus propios criterios o necesidades. Es decir, un diseñador puede decidir que la tipografía que necesita esté a medio camino entre la regular y la bold, y que además contenga un porcentaje de condensada. No hay duda de que estamos ante toda una revolución que abre nuevas vías en el uso de la tipografía digital, pero dada su reciente aparición es lógico suponer que la tecnología variable ha de dar todavía mucho de sí. Las posibilidades son inmensas: las letras ya no son obligatoriamente objetos estáticos sino que están dotadas de movimiento, animadas por los más diversos impulsos conceptuales y estéticos, pero sin perder su esencia tipográfica. Independientemente de lo que les depare el futuro inmediato, el presente de las fuentes variables es de lo más interesante y estimulante. En este contexto, Omnibus-Type acaba de poner en circulación la versión variable de buena parte de su catálogo tipográfico, además bajo licencia libre y abierta. El presente de las fuentes variables es de lo más interesante y estimulante. Omnibus-Type, colectivo de diseño tipográfico fundado por el diseñador y profesor de Tipografía en la Universidad de Buenos Aires Pablo Cosgaya, posee un catálogo de fuentes muy variado con el denominador común de la calidad técnica y la exigencia estética. Por hacer mención a algunas de las que ahora se presentan en versión variable, subrayamos «Archivo», diseñada por Hector Gatti. Se trata de una grotesca inspirada en las tipografías estadounidenses de finales del siglo XIX cuya versión variable vio la luz en 2021. Su variabilidad de pesos y anchos hace de ella una tipografía de enorme versatilidad, desde thin hasta black y desde condensed hasta extraexpanded. A su vez, «Truculenta» es una sans de espíritu roquero, festivo y un punto excéntrico que hace de la impronta manual una irresistible seña de identidad. Diseñada por Iván Castro y Eva Sanz, se inspira en la rica tradición del lettering de mediados del siglo XX de las portadas de discos de jazz y rock and roll y de ese estilo de títulos de créditos cinematográficos inmortalizado por Saul Bass. «Truculenta» dispone de tres ejes de variabilidad, peso, anchura y tamaño óptico. Todas las fuentes variables de Omnibus-Type se distribuyen gratuitamente bajo licencia SIL Open Font License 1.1 y se pueden descargar en Google Fonts o directamente desde la web de la propia fundición. → Omnibus-Type

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