Laia Guarro nos ofrece su visión sobre el papel que el diseño juega en la sociedad con motivo de la celebración del Día Mundial del Diseño Gráfico este 27 de abril. También reflexiona sobre su evolución y sobre los cambios que han supuesto las nuevas tecnologías. Igualmente, se ha abierto el debate sobre si diseño y arte pueden llegar a ser sinónimos, donde las palabras de Laia se suman a las de otros profesionales como son Annie Atkins, Noah Klocek, Emilio Gil, Martín Satí y Florencia Gutman.
De pequeña quería ser escultora y artista, pero el olor a madera que sentía cada día en el negocio familiar hizo que Laia Guarro, una diseñadora barcelonesa, cambiase de opinión y se pusiese a estudiar conjuntamente Ingeniería Técnica en Diseño Industrial y Diseño Industrial.
Tras trabajar para varios estudios de Barcelona y Milán, decidió que era el momento de desarrollar un proyecto propio. Así, en 2008 creó junto a otro compañero La-nevera, un estudio-taller multidisciplinar donde trabajaban la comunicación visual y la arquitectura efímera. Dos años más tarde, su camino se cruzó con el de Fragmento Studio y surgió Creative Affairs.
Con todo ello, finalmente dio el paso definitivo de construir su estudio y liderar su propio proyecto. Algunos de los clientes para los que trabaja son ACCIO (Ajuntament de Barcelona), Comsa Corporación, Col·legi de Periodistes de Catalunya, Editorial ContraEdiciones, Il·lustre Col·legi d’Advocats de Barcelona, Lili’s Bakery, Panenka Magazine, Sotheby’s International Realty, UNICEF o UNU (United Nations University).
«Creo que el diseño puede transformar la sociedad, porque incide directamente en la actitud de las personas y en su comportamiento».
En nuestra sociedad, aún, la palabra diseño está mal entendida. Cuando hablamos de un buen diseño nos referimos a que el producto se ha formalizado correctamente, respondiendo a un problema de forma y función de una manera responsable, ya que todo diseño incide en la sociedad y es nuestra responsabilidad hacerlo de forma ética y sincera.
El diseño se ha ido adaptando a lo largo del tiempo en la sociedad. Esta disciplina tiene como prioridad dar un servicio a la población y, si este es creativo y original, el diseño será mejor valorado por la sociedad. Por lo tanto, el diseño no es una disciplina meramente estética, aunque los diseñadores le damos a veces demasiada importancia.
Aunque tanto el arte como el diseño son actividades creativas, su finalidad es distinta, mientras que el diseño intenta resolver un problema, el arte plantea una pregunta.
Por otro lado, el gran cambio del diseño ha sido el nacimiento de la tecnología digital. Pero no diría que el diseño gráfico avanza con la tecnología, sino que la tecnología hace avanzar el diseño y a veces pienso que en una sola dirección y con las manos atadas.
¿Las nuevas tecnologías nos dan alas para diseñar? ¿O nos encasillamos en un estilo gráfico que se adapta a nuestra capacidad de uso del software?
Muchos de los diseños actuales son muy parecidos por el uso de colores, tipografías, composición… ¿Seguimos una tendencia o usamos una y otra vez las mismas herramientas que nos ofrece el programa?
Por lo tanto, creo que la tecnología está condicionando el diseño actual.
¿Las nuevas tecnologías nos facilitan el proceso, pero nos limitan en el resultado final? Por ejemplo, el pencil del Ipad, nos permite trabajar perfectamente una ilustración en formato digital de una forma muy real, pero ya no nos manchamos las manos de tinta ni acuarela. ¿Es aquí donde se dirige la profesión?
Pienso que tendríamos que encontrar el equilibrio entre lo artesanal y lo tecnológico.
¿Puede ser que el diseño artesanal tenga más libertad de creación? Lo que es seguro es que este tiene es un punto más original y personal.
