Hoy en día –en un mundo en el que la tecnología es prácticamente un ente omnipresente– un resquicio que nos recuerde el encanto y la calidad del trabajo artesanal y tradicional bien hecho, entra como un aire fresco que oxigena nuestras vidas. Por ello no es extraño que una decena de estudios y talleres de oficios de Madrid abrieran sus puertas para compartir con el público sus secretos, técnicas y saber hacer. Hablamos de La Ruta de Oficios Jack Honey.
El título de maestro únicamente se obtiene al alcanzar la perfección en un oficio. Solo logran esta distinción aquellos profesionales que dominan las técnicas tradicionales y que consiguen crear con sus propias manos piezas únicas, algo que implica conocimiento, esfuerzo y paciencia.
Buscando la esencia de este concepto y con el fin de mostrar al público el gran trabajo que siguen realizando a día de hoy los pocos maestros de oficios madrileños que quedan, Jack Daniel’s Tennesse Honey organizó La Ruta de Oficios Jack Honey el pasado fin de semana del 23 y 24 de abril; dos jornadas en las que los principales talleres de la capital abrieron sus puertas para todo aquel que quiso acercarse, a modo de aprendiz curioso, a conocer estos maravillosos espacios, las herramientas y a sus protagonistas.
Mediante este open day, la marca de whiskey de Tennessee rindió homenaje a los maestros de oficios tradicionales (luthiers, alfareros, estampadores, esparteros, bordadores,…) y a una forma de trabajar independiente –ya casi extinta–, que requiere vocación, dedicación e integridad a partes iguales. El homenaje estaba dirigido a aquellos maestros que han heredado el oficio de sus padres y que utilizan sus propias manos para crear objetos con historia, que nunca son iguales a los anteriores y que perduran en el tiempo gracias al cuidado -y cariño- que les imprimen.
«Al igual que en la destilería de Jack Daniel’s desde 1866 cuidan cada paso del proceso de elaboración de su whiskey, los talleres de esta ruta de oficios siguen utilizando las técnicas tradicionales desconocidas por la mayoría, así como una habilidad especial para trabajar con las manos, alejándose de los procesos industriales. Al igual que muchos de los artesanos que participaron en la Ruta, Mr. Jack Daniel aprendió el oficio de maestro destilador de joven mientras se divertía en la destilería con Dan Call, su maestro y de quien recogió el testigo tras su retirada, fundando su propia destilería con tan solo 13 años pero con un gran bagaje y conocimiento acumulado», comentan los organizadores.
Trabajar con calma productos de la mejor calidad siguiendo un proceso tradicional que ha permanecido inalterado generación tras generación, así como el respeto a la tradición, son aspectos que se han querido resaltar y poner en valor en esta acción de Jack Danie’s Tennessee Honey: «Resulta importante estar en permanente contacto con el mundo contemporáneo y saber responder a los cambios que se presentan, innovando en pequeños aspectos pero siempre manteniendo la esencia, la autenticidad y la integridad que los diferencia del resto».
→ Ruta de Jack Honey