A partir de este otoño se probará en Reino Unido un nuevo sistema piloto de etiquetado de alimentos con colores para ayudar a los consumidores a tomar decisiones de compra más respetuosas con el medio ambiente. De esta forma, Reino Unido se suma a otros países como Francia, Bélgica o España.
¿Sabías que elegir un alimento u otro en el supermercado puede influir en la conservación del medio ambiente? Ante este problema, muchos gobiernos de Europa se han planteado cómo desarrollar un mecanismo que ayude a solucionar un problema que es fácilmente evitable.
El caso más reciente ha sido el de Reno Unido, que lanzará a partir de otoño un sistema que intentará solucionar el problema a largo plazo. Para ello han desarrollado un mecanismo de etiquetado ecológico que ha sido creado por la Foundation Earth, una organización sin ánimo de lucro que está respaldada por el gobierno británico y varios gigantes de la alimentación como Co-op, Nestlé o Marks & Spencer.
Este nuevo sistema que será aplicado en Reino Unido ha sido derivado de una investigación de un artículo académico de Poore & Nemecek realizado en 2018 y que evalúa el impacto ambiental de los alimentos a través de cuatro criterios: uso del agua, contaminación del agua, biodiversidad y carbono.
Tras más de cuatro años de investigación y análisis sobre el artículo citado anteriormente, se ha concluido que dos alimentos que tienen el mismo aspecto, sabor y coste pueden tener impactos ambientales muy diferentes. Por ello, este sistema evalúa el impacto ambiental de un producto mediante la evaluación de la agricultura, el procesamiento, el envasado y el transporte.
La aplicación de este programa piloto permitirá a la Fundación y sus socios evaluar cómo funciona el método y cómo los consumidores responden a las etiquetas, mientras se propone desarrollar un sistema de puntuación y un diseño de etiqueta para su implementación en 2022.
¿cómo funciona el semáforo ecológico?
Cuando hablamos de etiquetado ecológico nos referimos al uso de un gráfico con colores que servirá de ayuda a los consumidores a comprender cómo afectan sus elecciones de alimentos al medio ambiente. Como en un semáforo, los colores utilizados son verde, amarillo, naranja y rojo.
Los productos involucrados en la prueba serán etiquetados en una escala que será representada por colores que harán referencia a los menos impactantes para el medio ambiente y lo más impactantes, respectivamente.
Esta primera prueba de Foundation Earth se ejecutará en paralelo con un programa de desarrollo intensivo de nueve meses apoyado por Nestlé y que combinará el sistema de etiquetado ecológico con un sistema ideado por la iniciativa EIT Food y financiado con fondos de la Universidad de Lovaina de Bélgica y la agencia de investigación española AZTI.
Tras la aplicación de esta prueba, Foundation Earth asegura que su programa de I+D producirá un sistema óptimo y completamente automatizado para su uso en Reino Unido y en toda la Unión Europea para el otoño de 2022.
el caso de españa
Francia, Portugal y Bélgica fueron los primeros países europeos en aplicar una medida de estas características a sus alimentos. Frente a esto, a finales de 2018 España decidió seguir su ejemplo y creó la etiqueta Nutri-Score o también conocida como el semáforo de calidad nutricional.
Según el Gobierno de España de aquel momento, la implantación de un logotipo de cinco colores en alimentos y bebidas era primordial para facilitar al ciudadano información precisa sobre la calidad nutricional del producto y acercar así a los consumidores a una alimentación más saludable.
El código consiste en un gráfico con colores que van del verde al rojo, como si se trata de un semáforo. Gracias a esto, cada producto destaca el color que le corresponde en función de la calidad nutricional.