Habitualmente para realizar un proyecto escojo un disco que se convierte en la banda sonora del trabajo. Es una manera de encajar el ritmo, la sonoridad, el estilo de una música en concreto con el del proyecto. Es un modo de encontrar las vibraciones naturales para cada cosa.
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Y el disco lo oigo una y otra vez hasta la saciedad, hasta casi llegar a conocer todos los detalles de la letra y la música. Y también casi hasta aborrecer las canciones o al autor. Es como una especie de transtorno obsesivo compulsivo.
A veces me salto la norma para acelerar el proceso. Me pongo los cascos, me aíslo y busco algún disco que tenga un ritmo más acelerado, más enérgico para que de ese modo acelere también el proceso de diseño y que la toma de decisiones sea más rápida. En ocasiones todo lo contrario. Música muy, muy relajada, casi aburrida o minimalista que apenas se perciba para poder reflexionar en silencio.
También suelo escuchar a esos cantautores que se lamentan y están a punto de cortarse las venas. No sé por qué, pero suele ayudar este tipo de música. Lo que sí que me cuesta mucho es oír música en español para hacer ciertos proyectos. Cuando necesito concentración máxima y estar muy pendiente de lo que hago, la música en español me despista. Porque al entender el mensaje, acabo por prestarle más atención a la letra de la canción y me despisto. Manías que tiene uno.
Además de complacer los sentidos y coordinar imagen gráfica con ritmo sonoro, esto me permite también tener recuerdos relacionados con la música. Hay discos que te recuerdan a aquel proyecto que hiciste en una época determinada en un lugar concreto. Hay discos que nada más sonar me traen hasta el olor del estudio donde los hacía. O a la inversa, ver un cartel, un libro o un logo y sonar por encima los acordes de la música.
Debería de existir una app para diseñadores que coordinara el tipo de trabajo con el estilo de la música. Cartel para asociación de amas de casa, moderno, alegre y extrovertido. Carta para restaurante de lujo con cocina de mercado y con una estrella Michelin.
Este es un poco mi ambiente de trabajo ideal… Nada raro en el planeta diseñadores. En ningún momento he citado qué autores, qué discos, qué sonidos son los que me pongo para aislarme y diseñar, pero es que eso me lo guardo para mí, que ahora Spotify se lo chiva todo. Otro día si queréis os comparto la carpeta.
Actualizado 14/04/2014