El estreno de la película ‘Köln 75’, dirigida por Ido Fluk y protagonizada por Mala Emde y John Magaro, recupera la historia de una adolescente alemana que, desafiando todos los pronósticos, hizo posible un concierto legendario que estuvo a punto de no suceder.
La historia ya era asombrosa. Ahora también es película. ‘Köln 75’, coproducción germano-belga estrenada en la Berlinale y que llegará a los cines españoles el próximo 11 de julio, traslada a la gran pantalla uno de los momentos más singulares de la historia del jazz contemporáneo: la noche en que un Keith Jarrett exhausto y un piano estropeado se enfrentaron en la Ópera de Colonia para dar lugar a The Köln Concert, el disco de jazz en solitario más vendido de todos los tiempos. Detrás de ese momento histórico, una figura inesperada: Vera Brandes, una joven de apenas 17 años que soñaba con producir música y terminó orquestando un hito cultural.
El filme, dirigido por el cineasta israelí Ido Fluk, pone el foco no en el genio del pianista, sino en el tesón de Brandes. “Esta película no va sobre el artista, sino sobre la mujer que hizo posible la obra de arte”, explicaba el director durante el festival de Berlín. Y es que sin la persistencia y osadía de Brandes, Keith Jarrett nunca habría tocado aquel concierto. De hecho, según Fluk, “Jarrett tocó como nunca porque tocó contra el piano. Tuvo que reinventarse en directo”.
La historia arranca en 1975, cuando Brandes, una estudiante alemana aficionada al jazz, contacta con Jarrett para organizar un recital en la Ópera de Colonia. En un acto casi clandestino, utilizando el teléfono de la clínica dental de su padre, la joven logró convencer a mánagers y músicos internacionales para llevar el jazz a su ciudad. Pero aquel 24 de enero, todo estuvo a punto de fracasar. El artista, extenuado por una gira europea, llegó a Colonia tras un viaje agotador desde Zúrich y se encontró con un piano Bösendorfer en mal estado, muy lejos del instrumento prometido. Solo la insistencia de Brandes, y una afinación de emergencia, evitaron que cancelara.

Lo que vino después fue un milagro sonoro. A pesar del cansancio, del dolor de espalda crónico que Jarrett arrastraba durante la gira y de las limitaciones técnicas del instrumento, el músico improvisó durante más de una hora un concierto íntimo, complejo y profundamente emocional. The Köln Concert se grabó casi por accidente, sin intención comercial, y terminó convirtiéndose en la grabación de piano más exitosa de la historia, con más de cuatro millones de copias vendidas.
Ido Fluk decidió contar esta historia sin poder utilizar la música del propio concierto. Jarrett, que nunca fue especialmente fan de esa grabación y ha expresado públicamente su distancia con el álbum, se negó a participar ni ceder derechos. “Para él, ese disco es como ‘Creep’ para Radiohead”, apunta Fluk. “Tiene recitales mejores, más complejos, pero esa noche se alinearon muchas cosas que no tenían que haber pasado, y por eso funciona”. El resultado: un biopic sin la pieza central, que sin embargo consigue construir el mito desde lo que ocurrió antes del primer acorde.


Mala Emde da vida a Brandes en una interpretación que captura la urgencia y la determinación de quien, a pesar de su juventud, supo imponerse a los obstáculos. John Magaro interpreta a Jarrett con sobriedad, retratando a un artista en lucha constante consigo mismo. El resto del reparto incluye a Michael Chernus, Alexander Scheer y Ulrich Tukur, en una cinta que se mueve entre el drama íntimo, el retrato de época y la declaración de amor por la música.
Además del trasfondo jazzístico, la película plantea un poderoso relato sobre lo que implica producir, facilitar y sostener el arte desde la sombra. “Estamos acostumbrados a glorificar al genio solitario”, decía Fluk. “Pero esta es la historia de quien empuja para que ese genio tenga un espacio donde expresarse. Y eso, en el fondo, es también hacer arte”.
‘Köln 75’ es también una postal de los años 70 en Alemania, un tiempo fértil para la creación musical: de Kraftwerk a Can, de los Berlin Jazz Days al auge del krautrock. En ese contexto, la cinta rinde homenaje a quienes no se conforman con lo establecido y buscan, a golpe de insistencia, construir algo que valga la pena. Como Vera Brandes. Como ese piano desafinado. Como una noche que no debía haber ocurrido, pero que cambió la historia.