El Design Museum de Londres se adentra en el marco del centenario de la Revolución rusa con la programación de la exposición Imagina Moscú: arquitectura, propaganda y revolución. La muestra explora la capital de la Revolución tal y como fue imaginada por una audaz generación de arquitectos en los años 20 y principios de los 30. Con numeroso material inédito o raramente visto hasta el momento, la exposición esboza una visión idealista de la capital soviética que nunca se realizó.
La exposición Imagine Moscow: architecture, propaganda, revolution (Imagina Moscú: arquitectura, propaganda y revolución) explora en concreto los proyectos de seis monumentos arquitectónicos colosales. Todos ellos estaban destinados a mostrar en Moscú la magnitud del poder revolucionario en los años 20 y 30, pero finalmente no fueron construidos. Entre los proyectos destacados, se incluyen el Palacio de los Soviets, previsto para ser el edificio más alto del mundo, y el Cloud Iron, una red de rascacielos horizontales proyectada por El Lissitzky.
Centrándose en estos seis monumentos arquitectónicos cuyo destino era estar situados cerca de la Plaza Roja de Moscú, la exposición explora cómo estos esquemas reflejaban los cambios en la vida cotidiana y la sociedad después de la Revolución de Octubre. Planos arquitectónicos a gran escala, maquetas a escala y dibujos raramente conocidos se pueden ver junto a carteles de propaganda, prendas textiles, objetos de porcelana y revistas de la época. Todos ellos en su conjunto, ponen al visitante en contexto, permitiéndole ver la transformación de una ciudad renacida como la nueva capital de la URSS y el centro internacional del socialismo.
En la búsqueda de un nuevo futuro, los arquitectos pretendían reinterpretar la vieja idea de la ciudad a través de nuevos simbolismos, nuevos monumentos y nuevas instituciones, creando fábricas, teatros, viviendas comunales y ministerios. Estos proyectos de ensueño sugieren una realidad alternativa para una serie de espacios alrededor de la ciudad, ofreciendo una visión única de la cultura de su tiempo. Cada proyecto introduce un tema relevante para la vida y la ideología en la Unión Soviética: industrialización, planificación urbana, aviación, comunicación, vida comunitaria y recreación.
Junto a los seis proyectos arquitectónicos no construidos, la exposición presenta una sala dedicada al centro geográfico e ideológico de este nuevo Moscú, el Mausoleo de Lenin. La exhibición incluye los diseños arquitectónicos del mausoleo de Aleksey Schusev.
Eszter Steierhoffer, comisaria de la exposición, explica: «La Revolución de Octubre y sus consecuencias culturales representan un momento heroico en la historia arquitectónica y de diseño. Los diseños de este período siguen inspirando el trabajo de los arquitectos contemporáneos y las ideas radicales en la exposición siguen siendo altamente relevantes para las ciudades de hoy. Imagina Moscú reúne a un inesperado elenco de ‘fantasmas’ –monumentos arquitectónicos de ese mundo desaparecido de la ex Unión Soviética que sobreviven a pesar de no haber sido realizados–.
Presentados a través de planos, bocetos, maquetas a escala y proyecciones, los seis proyectos no realizados que se exhiben son: la Casa Comunal de Nikolai Ladovski (1920), la red de rascacielos Cloud Iron de El Lissitzky (1924), el Instituto Lenin de Iván Leonidov (1927), la Fábrica de Salud de Nikolai Sokolov (1928). También los tres proyectos a concurso para el diseño del edificio Narkomtiazhprom de los hermanos Vesnin, Ivan Leonidov y Konstantin Melnikov (1934-1936), y el proyecto ganador de Boris Iofan para el Palacio de los Soviets (1932). Los planos, dibujos y bocetos de estos proyectos se ponen en contexto a través de diferentes objetos artísticos y de diseño de Vladimir Klutsis, Alexander Rodchenko, Valentina Kuliguna y Yakov Chernikov, entre otros muchos otros.
La exposición Imagina Moscú: arquitectura, propaganda y revolución se puede ver hasta el 4 de junio en el Design Museum de Londres.