Ilustración editorial: una radiografía del sector

Recogemos la opinión de seis ilustradores editoriales de referencia que nos han dado su parecer sobre cuestiones como las tarifas actuales, los plazos de entrega o cómo conseguir clientes. Ilustración de Pepe Serra La ilustración editorial ha sufrido un cambio importante en los últimos años. A pesar de ello, un número considerable de revistas y periódicos la siguen considerando fundamental. Para entender esta evolución hay que remontarse al origen de la imprenta, que estuvo acompañado por el crecimiento masivo de las ilustraciones. En los primeros periódicos y revistas del momento muchos dibujantes utilizaban sus ilustraciones para transmitir críticas a lo que ocurría en su tiempo y llegar así con mayor facilidad a una sociedad que en su mayoría era analfabeta. Este fenómeno cogió fuerza en el siglo XIX, donde en países como Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Alemania o España era habitual encontrar caricaturas que solían ser una profunda crítica política y social. Con el paso del tiempo continuó evolucionando el sentido de la ilustración en el mundo editorial y su condición de poder comunicar visualmente sin utilizar palabras siguió siendo un factor fundamental que todavía hoy está presente. En esta línea, la ilustración fue creciendo y desarrollándose hacia nuevos nichos dando lugar a nuevos estilos como la ilustración humorística o caricatura, la científica o incluso la publicitaria. Ilustración de Diego Mir Aunque ahora la ilustración editorial se usa en todo tipo de publicaciones editoriales, siempre ha estado especialmente ligada al mundo del periodismo ya que trata de representar algún tema de actualidad acompañando al artículo en cuestión. De esta forma, el ilustrador se convierte en una especie de crítico que quiere plasmar una realidad a través de su obra. Por tanto, en la actualidad conocemos como ilustración editorial el arte de analizar un texto y crear imágenes a partir del análisis que lo complementen y lo enriquezcan. El rápido desarrollo de las tecnologías, la disminución del uso del papel y las transformaciones de las grandes redacciones periodísticas ha provocado que la profesión de ilustrador o ilustradora editorial sufra algunas alteraciones en los últimos años. Para comprobar este cambio de primera mano y medir el pulso a la profesión, hablamos con seis ilustradores editoriales de transcendencia internacional que analizan la situación actual en la que se encuentran, mirando con una inevitable nostalgia el pasado y con una notable esperanza el futuro. Ilustración de Jennifer Tapias evolución de la profesión Son muchos los factores que han alterado el mundo editorial en las últimas décadas y el oficio de ilustrador editorial se ha visto afectado de manera inevitable. A pesar de estas alteraciones, las ilustraciones siguen siendo importantes en la gran mayoría de revistas y periódicos y estas transformaciones tan solo han supuesto la alteración de algunos de las prácticas habituales. Cinta Arribas Cinta Arribas es una ilustradora que trabaja desde Valladolid. El País, Babelia, Agencia Sinc, El Asombrario, Cambio16, Fashion & Arts Apex, The Debrief o Tentaciones son algunos de sus principales clientes. También ha hecho campañas publicitarias para el festival Curtocircuito, Galicia Escena Pro, SinSal o ilustraciones para Cidade da Cultura de Galicia. Arribas se muestra muy esperanzadora con el futuro y asegura que nota que cada vez hay más conciencia del potencial que tiene la ilustración editorial, sobre todo para tratar temas muy complejos: «A través de este lenguaje y de las metáforas visuales los ilustradores podemos tratar temas delicados y aportar matices de una manera que una fotografía a veces no consigue». También se muestra especialmente optimista con el crecimiento de las nuevas tecnologías: «En este mundo de pantallas un artículo ilustrado llama más la atención». «En este mundo de pantallas un artículo ilustrado llama más la atención».Cinta Arribas Pepe Serra Otro caso interesante es el de Pepe Serra. Se autodefine como «comunicador gráfico» y desde su estudio en Tarragona crea ilustraciones conceptuales para periódicos y revistas de todo el mundo. Entre sus clientes podemos destacar La Nación, Le Monde, El País, The New York Times o The Wall Street Journal, entre otros. Asegura que le encanta traducir palabras en imágenes conceptuales y para cumplir con este compromiso utiliza la ilustración digital, una forma de trabajo que le aporta la rapidez y la agilidad necesarias para trabajar con editoriales. Serra explica que no sabe si la profesión ha evolucionado o involucionado con el paso de los años. Piensa que la técnica ha mejorado al mismo ritmo y la tecnología y, aunque afirma que ha ayudado, también cree que ha provocado más réplicas: «Esa tecnología que nos hace más versátiles es lo que provoca que muchos acabemos haciendo lo mismo». «Esa tecnología que nos hace más versátiles es lo que provoca que muchos acabemos haciendo lo mismo».Pepe Serra Jennifer Tapias «Creo que la ilustración editorial ha evolucionado dentro del sector extendiendo su demanda al sector digital», asegura Jennifer Tapias. Esta ilustradora residente en Valencia destaca por un estilo influenciado por el simbolismo de la vida cotidiana y trabaja con formas llamativas y coloridas y composiciones contrastadas para enfatizar el valor conceptual de las imágenes. Entre su cartera de clientes se cuentan The Washington Post, la CNN, The Guardian o Financial News UK, además de otros gigantes del mundo editorial. Está convencida de que en su carrera profesional ha notado un avance muy favorable en los últimos años, y esto le ha permitido ampliar profesionalmente su trabajo, conservando su especialización y evolucionando en su forma de ver el oficio. «La ilustración editorial ha evolucionado favorablemente dentro del sector». Jennifer Tapias Sr. García El Sr. García es el pseudónimo de un ilustrador madrileño que destaca por un estilo basado en la técnica del collage: muchas de sus ilustraciones son creadas a partir de papel, revistas viejas, tijeras, cuchilla y pegamento. Forma parte del equipo de Bolinches y García y entre sus clientes habituales se encuentran El País, El Correo, Volata y otras revistas y medios nacionales e internacionales. Su estilo se alimenta del surrealismo y del dadaísmo en la medida justa. Habla mucho del azar, del encuentro, de la espontaneidad y de la sonrisa, la que le genera a él y la que espera que se produzca en los demás. Este ilustrador se muestra muy contento sobre cómo es valorado su trabajo: «Me siento arropado por los clientes y también por la gente que poco a poco va conociendo mi trabajo». También está más que satisfecho con la evolución de la ilustración en España: «Vivimos un gran momento, no solamente con la ilustración editorial y la prensa, sino con el auge de los medios online que ya son una parte muy importante para los ilustradores». «Me siento arropado por los clientes y también por la gente que poco a poco va conociendo mi trabajo».Sr. García Gala Pont Gala Pont es de las recién llegadas al sector y cuenta que ahora se siente más valorada que al principio: «Supongo que al acumular más experiencia y estabilidad laboral tengo más herramientas para negociar las propuestas». Actualmente vive y trabaja en Barcelona ilustrando como freelance y diseñando junto a Aleix Font (Font & Pont). Aunque también ha trabajado para prensa, gran parte de su trabajo consiste en ilustrar para otros formatos de diseño editorial. Entre sus clientes podemos destacar Santillana, Anagrama, El Culturista, Bloom Magazine o La Central. «Supongo que al acumular más experiencia y estabilidad laboral tengo más herramientas para negociar las propuestas».Gala Pont Diego Mir The New York Times, The Village Voice, El País Semanal, The Economist, El Mundo o The Wall Street Journal son algunos de los clientes habituales del ilustrador Diego Mir. Con su trabajo busca traducir gráficamente conceptos complejos de una forma sencilla y siempre trata de hacerlo con ingenio y humor. Mir explica que «con los años, si haces bien tu trabajo, obviamente mejora tu reputación y, en teoría, también deberían notarse en tus tarifas». Este ilustrador cree que ha conseguido posicionarse a base de mucho esfuerzo y de afianzar su relación con determinados directores de arte que ven en él a un profesional solvente, resolutivo y con trayectoria. También afirma que los ilustradores tardan muy poco tiempo en descubrir que nombre y caché no siempre van de la mano. «Los ilustradores tardan muy poco en descubrir que nombre y caché no siempre van de la mano».Diego Mir el tabú del dinero ¿Cuánto se debe cobrar por una ilustración editorial? La pregunta no es nada sencilla y es evidente que no existe una única respuesta. Son muchos los factores y circunstancias que se deben tener en cuenta y cada ilustrador establece unas tasas determinadas en función de diferentes criterios. Los precios los estipulan los propios medios, según la envergadura, tamaño y ubicación de la ilustración que te encargan y lo que habría que plantearse más bien es si las ilustraciones editoriales están bien remuneradas en la actualidad y si las tasas han evolucionado correctamente en los últimos años. Pepe Serra explica que si hablamos en relación con el tiempo que dedicamos exclusivamente a dibujar estaría incluso bien pagado. Sin embargo, explica que lo que no está bien pagado es todo el tiempo que se dedica a pensar en la ilustración. También asegura que las tarifas son sorprendentemente diferentes entre España, Francia, Inglaterra, Hong Kong, Estados Unidos o Argentina: «Cada país tiene sus tarifas y es asombroso cómo en Estados Unidos se puede pagar hasta siete veces más que en España». El ilustrador catalán piensa que las tarifas con el tiempo se han quedado estancadas: «No me atrevería a decir que las tarifas han caído, pero sí que han disminuido el número de ilustraciones en una publicación». Ilustración de Pepe Serra Cuando le preguntamos sobre el dinero el Sr. García mira hacia la pandemia: «Los medios sufrieron recortes en sus plantillas y también se paralizaron las remuneraciones a colaboradores». Además, el Sr. García coincide con Serra en que las tarifas se han quedado estancadas en el mercado nacional. «Los medios sufrieron recortes en sus plantillas y también se paralizaron las remuneraciones a colaboradores».Sr. García Ilustración del Sr. García Para avanzar en su visión de las tarifas, Jennifer Tapias tuvo que dar el salto a otros países de Europa y Estados Unidos. En su caso, se encuentra satisfecha con las tarifas actuales y piensa que con el tiempo ha podido ver un avance muy favorable que le permite vivir de su oficio actualmente. Aquí, el hecho de empezar a trabajar con clientes a través de una agencia de ilustración internacional le ha permitido adquirir más experiencia en lo referente a la remuneración de su trabajo según proyecto y contrato. Sin embargo, Gala Pont piensa que el diseño editorial podría estar mejor pagado: «Los presupuestos reducidos nos obligan a tener que compaginar muchos trabajos a la vez y eso afecto al tiempo y energía que podemos dedicar a cada proyecto». Explica que a veces es un poco frustrante porque, aunque te interese muchísimo un proyecto, no puedes ni quieres aceptarlo si el presupuesto no te va a permitir hacer bien el trabajo: «En especial si no es un encargo que se pueda solucionar en poco tiempo». Cinta Arribas piensa parecido y asegura que «las tarifas no han mejorado y continúan siendo muy bajas». Ilustración de Cinta Arribas «Los presupuestos reducidos nos obligan a tener que compaginar muchos trabajos a la vez y eso afecto al tiempo y energía que podemos dedicar a cada proyecto».Gala Pont Por su parte, Diego Mir afirma con rotundidad que no cree que haya ilustradores que trabajen en el mundo editorial y que estén 100% satisfechos con las tarifas: «salvo excepciones (en ese sentido yo me considero afortunado trabajando para algunos medios importantes), las tarifas no son realistas ni acordes al tiempo y dedicación que pones en tu trabajo». Además, Mir piensa que, en general, no han evolucionado e incluso le consta que algunos medios pagaban bastante más por una ilustración hace poco más de 10 años: «Intuyo que la crisis de 2008 fue un punto de inflexión, y parece que algunos medios no acaban de remontar». Ilustración de Diego Mir margen de los encargos El tiempo de margen con el que se realizan los encargos también es otro de los factores fundamentales que se deben tener en cuenta a la hora de considerar esta profesión. En esta línea, el pensamiento general del sector es que cada vez hay menos margen para llevar a cabo las ilustraciones. Aunque los motivos son muy variados, es evidente que esto supone una dificultad más al día a día de los ilustradores editoriales. Sin embargo, en esta disminución del tiempo los ilustradores editoriales ven la oportunidad de desarrollar una metodología de trabajo muy eficaz. Diego Mir explica que, salvo excepciones, los encargos de ilustración para prensa, especialmente para periódicos, son como la prensa en si: urgentes y de "consumo" inmediato. «El plazo de entrega suele rondar entre uno y tres días. Eso te obliga a ser muy ágil, tanto en la idea como en la ejecución», explica Diego Mir. Para Mir la cuestión no es si ese margen es suficiente o no: «La actualidad no te espera; tú decides si estás dispuesto a entrar en ese rueda. Pero la fecha de entrega obviamente es sagrada». Ilustración de Diego Mir «La actualidad no te espera; tú decides si estás dispuesto a entrar en ese rueda. Pero la fecha de entrega obviamente es sagrada». Diego Mir «Creo que trabajo con el tiempo adecuado, aunque los plazos en prensa, por ejemplo, son ajustadísimos», explica el Sr. García. Sin embargo, este ilustrador cuenta que esta presión le ayuda a trabajar con más energía y siente que los resultados son más interesantes con esa inmediatez. Admite que si hay proyectos que le permiten más reflexión, pero se siente mucho más cómodo con plazos cortos: «Me queman los proyectos de muchos meses». Ilustración de Pepe Serra Por su parte, Pepe Serra asegura que tampoco hay que ser dramático con los plazos: «Un director de arte del New York Times me dijo que no me preocupara tanto por el resultado porque esa ilustración iba a morir dentro de 24 horas». Piensa que la disminución de los márgenes de tiempo ha sido lo que más ha cambiado en la profesión en los últimos años y explica que esto se debe a que ahora hay menos directores de arte, además de la gran importancia que ha adquirido la inmediatez. A pesar de esta nueva forma de trabajar, explica que «con el tiempo que he tenido siempre he conseguido adaptarme y nunca he tenido un bloqueo creativo». Cinta Arribas explica que «normalmente tengo menos de 24 horas desde que recibo el encargo hasta la hora de la entrega, es un trabajo a contrarreloj». Cree que con la práctica vas cogiendo músculo y aprendiendo trucos para poder conceptualizar rápidamente y saber resolver bien gráficamente, aunque, afirma, muchas veces se le atasca un encargo y le cuesta sacarlo: «Es bastante estresante, pero a la vez es un reto bonito que disfruto». «Con la práctica vas cogiendo músculo y aprendiendo trucos para poder conceptualizar rápidamente y saber resolver bien gráficamente».Cinta Arribas Ilustración de Cinta Arribas Jennifer Tapias explica que en el caso de los encargos editoriales suele tener muy poco tiempo de trabajar. Aunque pueda sonar extraño, Tapias explica que estos plazos cortos son perfectos para su metodología de trabajo a la hora de procesar un texto y destriparlo cuando aún esté fresco en su cabeza: «Creo que puedo conectar con mi material contaminando de mis propios juicios». Aunque Gala Pont no hace tanta ilustración para prensa, que suele ser más inmediata, explica que el margen depende mucho del encargo. En este sentido, asegura que en general siente que trabaja con el tiempo suficiente. En los casos en los que tiene menos tiempo negocia un plus económico por la urgencia o limita mucho el número de cambios o características de la propuesta para asegurarse que el trabajo va a funcionar bien. Ilustración de Gala Pont cómo conseguir clientes La «búsqueda y captura» de clientes supone todo un reto para los ilustradores editoriales. Aunque las estrategias son las habituales del sector, hay algunas que destacan por su originalidad. Por ejemplo, Pepe Serra decidió llevar a cabo un porfolio físico en forma de hamburguesa que fue todo un éxito: «Esta hamburguesa acabó en el escritorio de directores de arte de todo el mundo y funcionó muy bien». Además, cuenta con una agencia que le representa en Estados Unidos y otra en Australia y Asia Oriental. También consigue sus propios clientes y está convencido de que las redes sociales son fundamentales para ello. Ilustración de Jennifer Tapias En esta línea, aunque el Sr. García también ha conseguido clientes por enviar porfolios, piensa que la manera más efectiva en la actualidad son las redes sociales. Pencil Ilustradores es la agencia de representación de Cinta Arribas y es la que ayuda principalmente a encontrar clientes: «Es la que me ha abierto camino en el sector editorial, tiene contacto directo con los directores de arte y hay una confianza mutua». También afirma que las redes sociales le ayudan a llegar a muchos clientes de distintos campos. Diego Mir piensa que, si tu portfolio es bueno, hoy en día no es difícil contactar con el director de arte de la publicación que te gusta y conseguir un encargo. Ahora bien, una vez logrado el hito de la primera colaboración, este ilustrador cree que lo más importante es afianzar la relación y conseguir convertirte en una especie de ilustrador de cabecera al que los medios recurren porque te relacionan con buenas ideas, lenguaje visual editorial y trato fácil. «Si tu portfolio es bueno, hoy en día no es difícil contactar con el director de arte de la publicación que te gusta y conseguir un encargo». Diego Mir Ilustración de Pepe Serra Para darse a conocer, Gala Pont empezó con 21 años a crear su trabajo en formato de láminas o calendarios: «Así es como fueron llegando los primeros clientes y surgieron las oportunidades». Ahora comparte todo el trabajo que realiza en redes sociales y en su web, y si le interesa mucho algún cliente les escribe vía mail para proponerles alguna cosa. Jennifer Tapias cuenta que en su caso muchos de sus clientes llegan a partir del trabajo que realiza para otros clientes: «Esto me ha permitido extender las redes de mi trabajo incluso en sectores en el campo de la comunicación que no solo son parte del sector editorial». Además, asegura que mantener el contacto con directores de arte y clientes a través de una actualización de su trabajo siempre ha sido fundamental. Tapias cuenta que formar parte de una agencia de ilustración también juega un papel importante: «desde mi agencia se lleva muy actualizado para tener visibilidad a nuevos clientes». Y, como no podía ser de otra forma, concluye que las redes sociales también tienen una función importante como parte de una actualización visual constante. «Mi agencia es la que me ha abierto camino en el sector editorial, tiene contacto directo con los directores de arte y hay una confianza mutua».Cinta Arribas Ilustración de Gala Pont dirección de arte La dirección de arte que recibe un ilustrador es muy variada en función del medio que hace el encargo. Hay quienes envían el artículo ya finalizado y quienes mandan simplemente algunas sencillas directrices. Estas indicaciones marcan la libertad creativa del ilustrador en cuestión. La ilustradora Jennifer Tapias asegura que es raro cuando te dan un texto escrito entero y lo habitual es que manden un fragmento del artículo o un resumen. «Sí que hay libertad creativa, aunque siempre suele haber un layout o maqueta con texto para que pueda adaptar en el lienzo mis ideas», explica Tapias. Ilustración de Jennifer Tapias «Sí que hay libertad creativa, aunque siempre suele haber un layout o maqueta con texto para que pueda adaptar en el lienzo mis ideas».Jennifer Tapias El Sr. García explica que suele conocer el texto completo en la gran mayoría de casos: «Si no es así tengo un brief bastante claro». Explica que, en general, se siente con bastante libertad para dar el enfoque que quiere: «Estoy muy contento con todos los directores de arte con los que estoy trabajando habitualmente». En una línea parecida encontramos a Gala Pont, la cual asegura que se está encontrando con directores de arte que le dan mucha libertad creativa. Esta ilustradora cree que si de entrada se habla de cómo trabaja cada parte y se llega a un acuerdo luego todo es mucho más sencillo. Por ejemplo, como su trabajo es en gran parte manual y realizar cambios puede implicar bastante tiempo, intenta siempre que le aprueben antes un boceto a lápiz de la idea. «A veces toca ceder y es una pena porque al ver el trabajo no estoy tan orgullosa», asegura Pont. Cuenta que a ella le va bien pensar que lo que hace es un oficio y que es igual de importante que sea bonito y que cumpla su función. Cuenta que a veces le mandan fragmentos muy concretos para ilustrar, y afirma que esto provoca que el trabajo sea mucho más rápido y fácil. Otras veces le mandan un libro entero donde tiene que buscar las imágenes: «Es un proceso más lento, pero al final la relación entre la imagen y el texto es más rica». Ilustración de Sr. García. «A veces toca ceder y es una pena porque al ver el trabajo no estoy tan orgullosa».Gala Pont Por otro lado, el ilustrador Pepe Serra explica que las revistas mensuales o trimestrales suelen mandar un briefing más elaborado porque «pueden tener el lujo de tener el artículo acabado». En los periódicos asegura que lo habitual es que manden una pequeña sinopsis para poder avanzar: «Es como jugar a un juego donde con muy poca información tienes que hacer una ilustración». En estos casos, el ilustrador cuenta con mucha rienda suelta y con libertad creativa. «Los directores de arte no me suelen marcar mucho el camino, noto que confían en mi criterio y en que voy a saber revolver bien», explica Cinta Arribas. Para esta ilustradora contar con esa libertad es necesario para conseguir una ilustración potente. A pesar de esta libertad, a veces le hacen sugerencias de por dónde podría ir gráficamente la ilustración poniéndoles como ejemplo otras ilustraciones en las que tiene un estilo más personal. Además, asegura que casi siempre le pasan los textos completos. Ilustración de Cinta Arribas «Tengo la suerte de colaborar con directores de arte que confían en mi criterio y delegan totalmente», explica Diego Mir. Respecto a los textos afirma que hay de todo: «A veces me llega por ejemplo un artículo terminado, y en otras ocasiones el director de arte me resumen el contenido porque los textos no están cerrados». Aunque suele preferir contar con el artículo ya terminado, piensa que en determinadas ocasiones los plazos ajustados pueden hacer que agradezca un resumen para agilizar el proceso. las cualidades para triunfar La ilustración editorial es un sector donde no es fácil hacerse un hueco. La competencia es alta y el método de trabajo debe adecuarse a unas condiciones poco habituales. Para Jennifer Tapias la clave es seguir una metodología propia desde el interior de cada ilustrador, ser constante y, por último, cree que es vital comprender que el trabajo del ilustrador editorial no funciona de manera independiente: «Al final una imagen debe darle vid a un texto y juntos forman un todo». Pepe Serra tiene muy claro su consejo para los futuros ilustradores editoriales: «quien quiera dedicarse a esto debe tener muy claro su proceso creativo». En esta línea, explica que se debe intentar seguir unas normas básicas y no se puede dejar todo a la inspiración porque muchas veces no viene: «Es una ilustración de corta distancia y para ello hay que entrenar». Ilustración de Gala Pont «Quien quiera dedicarse a esto debe tener muy claro su proceso creativo».Pepe Serra El Sr. García asegura que una de las cualidades fundamentales es que los trabajos tengan una personalidad propia: «Mi consejo para tener éxito es que el ilustrador se deje llevar por su instinto más que por las modas». «Hay que tener energía para no desalentarse en los inicios o en los momentos en los que el trabajo no llega, estamos a merced de muchos factores para que los encargos sean tantos como queremos», concluye el Sr. García. Por su parte, Gala Pont no sabe cual es la clave para dar con el éxito, pero si tiene claro que «lo que estaría bien sería cobrar todas mejor y que dejen de ahogarnos con cuotas de autónomos abusivas». Ilustración de Sr. García Aunque la forma y el estilo son claves, para Cinta Arribas la clave es conceptualizar, sintetizar bien la noticia y hacerla tuya: «Proponer una imagen que requiera de una implicación del lector y le haga reflexionar, a través de la cual no replicas lo que dice el texto, sino que lo acompañas aportando tu propia visión». Diego Mir explica que triunfar «es sinónimo de vivir dignamente de tu trabajo y tener una mínima garantía de que, a muy corto plazo, no te van a faltar encargos para llenar la nevera». Y para llegar a eso supone que es el resultado de «talento y suerte». Además, asegura que «hay algunas cualidades que resultan obvias por el entorno de trabajo: agilidad, organización, mentalidad resolutiva, tolerancia al estrés y, por supuesto, capacidad de adaptación (los autónomos no necesitamos que nos cuenten qué es eso de la resiliencia)». También cree que con los años aprender a relativizar y a perdonarte a ti mismo: «A los creativos se nos exige ser siempre brillantes. Y eso, simplemente, es imposible». Ilustración de Cinta Arribas

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