Cada diciembre los estudios se llenan de brillo, de pruebas de color y de papeles especiales. En los talleres se revisan las últimas campañas, se empaquetan productos y se afinan los detalles de las piezas que acompañarán la recta final del año. Todo huele a tinta fresca y a expectativas. Es el momento en que la emoción y la estética se dan la mano.

El diseño impreso se convierte entonces en una extensión de la celebración: un envoltorio que transmite cuidado, una etiqueta que sugiere calidad, un cartel que capta la mirada entre luces y escaparates. Una felicitación impresa, con su textura, su olor a tinta y su diseño cuidado, transmite más que un simple mensaje: habla de una marca que se toma el tiempo de crear vínculos reales.


La técnica se vuelve parte del lenguaje, y ahí es donde la elección del soporte es tan importante como la idea. Porque cuando el material acompaña al concepto, el resultado trasciende: el diseño se convierte en experiencia. Para facilitar ese proceso, Exaprint lanza su colección navideña Imprime la magia de las Fiestas, pensada precisamente para este tipo de exploraciones materiales. Una gama que permite producir desde pequeñas tiradas hasta grandes campañas, con la flexibilidad que exige el ritmo de un estudio. Tarjetas, empaques o PLV pueden transformarse en piezas memorables cuando el acabado y la textura refuerzan el mensaje.
El diseño impreso tiene ese poder: hacer visible lo intangible, dar forma a lo que se celebra. Esta Navidad, más que nunca, el papel vuelve a ser un territorio para emocionar.

Actualizado 11/12/2025












