Harry Lange fue un diseñador de producción que creó el futuro reflejado en la película 2001: Una odisea del espacio, del año 1968. Justo hoy, se cumplen 50 años desde el estreno de este film que se convirtió en un hito en la carrera de Kubrick gracias a sus avanzados efectos especiales y a su extraordinario realismo científico.
Stanley Kubrick, guionista y director de 2001: Una odisea del espacio, ofertó a Lange y a Ordway un puesto en Inglaterra para colaborar en la realización de la película. El film cuenta la historia de un grupo de astronautas que siguen las indicaciones de lo que parece ser una civilización de extraterrestres. Se trata de una de las películas más importantes del reputado director, sin la cual su trayectoria no habría sido tan brillante como la conocemos hoy.
Tanto Lange como Ordway se habían declarado fans de Kubrick desde que este comenzó su carrera profesional. Halagados por esta petición, dejaron a un lado sus labores en Estados Unidos y se trasladaron a Londres. Acompañados por sus familias y arropados por su nuevo equipo de rodaje y producción, los seis meses previstos para llevar a cabo la tarea se convirtieron en dos años. Dos intensos años en los que cada detalle era estudiado minuciosamente para conseguir el objetivo que Kubrick buscaba: una revolución de efectos especiales que provocara un efecto de realismo científico en pantalla.
Hoy, día 6 de abril, se cumple medio siglo desde el estreno de esta película que intentó reflejar el futuro que viviría la especie humana en el año 2001 desde una perspectiva del año 1968. Esta fue la tarea de Harry Lange: diseñar el futuro. El ingenio de Harry Lange no quedó limitado a diseñar cada vehículo y traje de la película, en los que volcó todo su talento, sino que, junto al director, continuó creando diferentes elementos para el film. Kubrick y Lange también desarrollaron uno de los gadgets más célebres de la película: el IBMpad, pero no sólo diseñaron su estructura, sino que también crearon su imagen corporativa ficticia. Quizás se dejaron llevar al pensar que las sillas que usaríamos en 2001 serían tan curvilíneas y llamativas, pero acertaron de pleno al crear el IMBpad, que resultaría ser el precursor del famoso iPad que conocemos hoy en día.
El día 6 de abril de 1968 se estrenó esta película cuyo guion giraba en torno a la evolución humana y tecnológica, así como a la vida extraterrestre, que consiguió mostrarse al mundo como una realidad completamente verosímil. Cada vehículo, cada traje de los personajes, cada máquina extraterrestre aparecida en pantalla estaba proyectada con una tecnología creativa que le permitió ganar el Premio de Mejores Efectos Visuales en 1968 y el de Mejor Diseño de Producción, entre otros.
Tampoco los robots más famosos del cine escaparon de las creativas manos de Harry Lange: los primeros bocetos de R2D2 y C3PO fueron dos de sus grandes invenciones, ya que participó en el proceso de creación como asesor. De esta forma, continuó colaborando en decorados, sets y diseños de producciones como el film El sentido de la vida de los Monty Python o algunas películas de la saga de Star Wars. Todas sus obras, bocetos, diseños e incluso archivos privados, pueden consultarse gracias a la editorial Reel Art Press, que ha recolectado en las 340 páginas de The 2001 file: Harry Lange and the design of the landmark science fiction film toda una auténtica obra de arte. En 2008, la vejez terminó con la vida de Harry Lange, que pasará a la historia como el hombre que diseñó el futuro.
