La tercera edición del congreso Future of Fashion, financiado con 42.000 euros de fondos públicos, ha suscitado una escasa repercusión. Con apenas 30 asistentes presenciales, el evento organizado por la Fundació del Disseny plantea dudas sobre su relevancia y la proporcionalidad de los recursos empleados.
El congreso, promovido por la Fundació del Disseny y financiado por la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, se presentaba como un foro clave para la moda sostenible bajo el lema “From Ideas to Action”. Sin embargo, la realidad no cumplió con las expectativas. Inicialmente programado para el 30 de octubre de 2024, el evento tuvo que ser cancelado debido a la DANA que afectó a Valencia, siendo reprogramado para diciembre. A pesar del esfuerzo por mantener la cita, la asistencia fue mínima, con apenas 30 personas de forma presencial, algunas de las cuales eran ponentes o invitados. La entrada presencial al evento era de 25€ por persona. La modalidad online, concebida para ampliar el alcance del evento, tampoco logró atraer una audiencia significativa, dejando patente su limitada repercusión.
El coste del evento, cifrado en 42.000 euros, sale de las subvenciones realizadas por el Ayuntamiento que financia a la Fundació con 200.000 euros y de la Generalitat Valenciana con el plan Dinamiza con 65.000 € para la realización del Festival Paradís y de Future Fashion. Contabilidad que aparece en los presupuestos de la Fundació para el ejercicio de 2024.
Expertos en organización de eventos consultados por este medio estiman que un encuentro similar podría haberse realizado con un coste real de entre 5.000 y 8.000 euros, incluyendo alquiler de espacio, honorarios para ponentes locales y las infraestructuras necesarias para streaming.
El programa del congreso contaba con algunos ponentes locales, mientras que las intervenciones internacionales se realizaron en formato virtual, reduciendo notablemente los costes logísticos. Esto acentúa las dudas sobre la justificación del presupuesto presentado. Entre los ponentes destacaban nombres como Román Iglesias, fundador de MURPH Consulting, que abordó “La era de la vulnerabilidad: de los ‘big players’ a las ‘startups'”; Emily Oiyama, directora de sostenibilidad en COS, quien presentó una charla en streaming sobre “Agricultura regenerativa en la moda”; y Paco Tormo, CEO y cofundador de Singularu, con su conferencia “Antes y después de la DANA: el caso Singularu”.
Asimismo, se realizó una mesa redonda sobre la circularidad en la moda con la participación de Daniel Sánchez (Cycle Platform), fundador y CEO; Ana Lorido (Logo), fundadora; Iñigo Picaza (Batera Brand), fundador; y María Cano (Canussa Lab), CEO. La mesa fue moderada por María José Pérez, periodista y fundadora de DMODA.IO.
Aunque el programa incluyó una mesa redonda y conferencias de profesionales reconocidos, los temas tratados no aportaron soluciones innovadoras ni resultados relevantes, siendo típicos recurrentes en encuentros similares tanto online como presenciales.
El caso también ha puesto en el punto de mira a la Fundació del Disseny, una entidad privada que organiza eventos con financiación pública. Aunque su misión es promover iniciativas de diseño, es cuestionable su relación con el sector de la moda y actividades como el Future of Fashion parecen enfocadas a consolidar su perfil institucional más que a generar impacto real. El problema no radica en que una entidad privada realice un evento en el que no sea necesariamente experta o que pueda ser de interés limitado; cualquier empresa tiene el derecho de organizar las actividades que considere pertinentes con sus propios recursos. Sin embargo, cuando estas iniciativas se financian con dinero público, debe haber un estándar más alto de exigencia, transparencia y repercusión.
Además, este tipo de eventos, de bajo interés y repercusión, contribuyen principalmente a sostener la estructura de la Fundació, financiada en su mayoría con dinero público. Es fundamental garantizar que los recursos públicos se destinen a proyectos que generen un verdadero beneficio para la sociedad y no solo a mantener redes de intereses particulares.
El congreso Future of Fashion pone de manifiesto la necesidad de mayor transparencia y evaluación en la gestión de fondos públicos. Mientras las críticas a la Fundació se acumulan, queda en evidencia que este evento, con un coste desproporcionado y un impacto limitado, representa un ejemplo de cómo mejorar la eficiencia en el uso de los recursos destinados a iniciativas culturales y de diseño.
Actualizado 19/12/2024