Too Good To Be Photographed (demasiado bueno para ser fotografiado) es un libro que explora la complicada relación entre la fotografía y el fracaso, así como los distintos aspectos de la insuficiencia fotográfica.
Desde la aparición de las primeras cámaras, la fotografía se ha vinculado con la idea de veracidad científica y perspectiva mecanicista. A lo largo del siglo XIX, la fotografía se caracterizó por basarse en el uso de lentes y en el positivismo, disfrutando de una aparente relación de fotografía-realidad. Sin embargo, esta correspondencia entre la realidad y la fotografía no es tan exacta debido a que la mirada fotográfica falla en muchos aspectos.
Por ello, Too Good To Be Photographed es un proyecto que explora los distintos aspectos de la insuficiencia fotográfica. Este libro pretende profundizar en las limitaciones de la fotografía para reproducir con precisión la visión del fotógrafo/a y mostrar el problema cultural del uso del foco para representar lo que vemos realmente y dotarlo de un atributo de «verdad».
Too Good To Be Photographed aspira a convertirse en un libro que represente la discrepancia que existe en el momento en el que se rompe la fotografía, cuando la cámara no capta de forma mecánica e idéntica la realidad al fallar como un ojo mecánico, y cuando no funciona como un replicador cultural de nuestra visión. Este proyecto presenta la cara B de la fotografía, los fracasos y derrotas de capturar la realidad, para cuestionar qué es lo que la fotografía debe ser y qué debe ser capaz de hacer.
«El fracaso de la fotografía se ve afectada por la selección final y la decisión tomada por el autor. Dentro de la toma de imagen constante, especialmente en la era de la fotografía digital, hay una tendencia a hacer siempre demasiadas imágenes, imágenes que se hacen por si acaso . Esto lleva a una situación en la que estas imágenes “just-in-case” se convierten en restos no utilizados, obteniendo la categoría de fotos fallidas o erróneas. Esta es una de esas imágenes, que ha estado esperando para ser utilizada»
Este proyecto surge a partir de las conversaciones entre Paul Paper y más de 60 artistas a lo largo de un año y medio que dieron pie a Too Good To Be Photographed. Este libro contará con más de 150 fotografías de 47 artistas de 17 países, divididas en dos categorías según la naturaleza de estos ejemplos. En una categoría se encuentran los «fallos», que ocurrieron después de la visualización de una fotografía, tras observar que esa imagen en particular no logra captar algunas cualidades estéticas o conceptuales de la vista. La segunda categoría recoge los ejemplos que exploran las limitaciones conceptuales inherentes a la cámara y su capacidad de documentar.
Las fotografías del libro van acompañadas de cuatro ensayos escritos por Roksana Filipowska, Rye Holmboe, Paul Paper y Jaclyn Wright. Too Good To Be Photographed está editado por Paul Paper y diseñado por Indrek Sirkel; Lugemik será el encargado de publicarlo.
El libro se publicará en un práctico formato de 170 x 240 mm con 320 páginas. La impresión será en offset a todo color en tapa blanda y rústica cosida. Para su publicación, Paul Paper inició una campaña de crowfunding en kickstarter para conseguir la inversión inicial y lograr que Too Good To Be Photographed vea la luz. La recaudación ya ha alcanzado los más de 7.900 £ y, por ese motivo, el formato del libro aumentará a 215 x 300 mm para dar la oportunidad de proporcionar más espacio para las fotografías, mostrar más detalles e imprimirlas más grandes.