Un equipo de la cátedra de Tipografía II Venancio de la Universidad de Buenos Aires ha desarrollado una aplicación tipográfica por y para diseñadores, con eje en los gestos y en la interacción con el usuario. Ha nacido así FaceFont.
Categorizar, exhibir y administrar contenidos tipográficos guía el rumbo de FaceFont, la aplicación creada por Agostina Pazzia y su equipo. La app, un proyecto ideado en la cátedra Tipografía II de Carlos Venancio —con potencial de hacerse realidad muy pronto—, promete convertirse en una referencia en el ámbito de la tipografía digital. Es por eso que la principal preocupación del equipo, además de la legibilidad en pantalla, consiste en consolidar una interfaz clara, de fácil manejo y criterios de navegación. La aplicación permite descargar la tipografía ideal para cada proyecto, lo que define a FaceFont como una herramienta 2.0 para diseñadores en formación, profesionales y advenedizos.
Sin embargo, «la aplicación fue pensada y estructurada para un público con conocimientos de diseño, que tenga la necesidad de buscar tipografías en base a un proyecto en particular. De esta manera, rompe con el paradigma de exhibir la tipografía como un gran muestrario, para que el contenido fluya hacia las necesidades del diseñador de manera eficaz», resume Agostina.
En cuanto a la organización de los contenidos «se buscó que el usuario tuviera la posibilidad de filtrar de forma simultánea a través de categorías tipográficas que no fuesen exclusivamente por sus tipologías (sans, sans serif, etc.) sino también por uso (web, editorial, branding, etc.) a partir de un proyecto de diseño». Información líquida, según la diseñadora, que marca el comportamiento de la tipografía ante diferentes acciones.
Sin embargo, en el work in progress de FaceFont la pregunta más importante es ¿cómo se accede a la tipografía una vez elegido un estilo? Según la diseñadora «en principio por medio de Google Fonts, una herramienta confiable a la hora de elegir tipografías que sean funcionales y de fácil acceso para todos. Posteriormente, se realizó una investigación de las tipografías que utilizan las aplicaciones con mayor referencia positiva en el mercado y cómo éstas se comportan en el uso».
Convencida que la tipografía no debe ser aburrida, «hay que exhibirla en acción, con diversas tipologías de texto, desde un párrafo, hasta una frase, mostrando el comportamiento de la misma en diferentes variables y cuerpos, al mismo tiempo que tenga la posibilidad de probarla específicamente con un texto en particular y generar todas las variables posibles». El objetivo tenaz de FaceFont: resolver necesidades tipográficas con eficacia y de manera sencilla.
«Con el análisis realizado, pensamos de qué manera la información de nuestra app iba a relacionarse con la tipografía en la interacción con el usuario: “¿se amplía el cuerpo tipográfico? ¿cambia de color? ¿cambia de variable? ¿desaparece?”»—plantea Agostina—. Con la tipografía como única protagonista «la forma en que debía ser exhibida no es desde un lugar distante de usuario, sino permitiendo explorarla desde su variedad». Si bien en la amplísima galaxia del consumer-friendly tipográfico se crean día a día múltiples dispositivos digitales, vinculados a las aplicaciones, las descargas gratuitas (sin ir más lejos Font Squirrel), los juegos, los test o simplemente los caprichos tipográficos marcados por la moda, FaceFont se aventura a partir de un desarrollo con potencial de proyecto a gran escala, a formar parte de esa galaxia si logran consolidar el ejercicio, y desarrollar el mejor motor de búsqueda.