Cómo ha evolucionado el perfil profesional del creativo, por Carlos Romero

Carlos Romero, Director de Estudios de Arte & Diseño de la Escuela Superior de Arte y Tecnología ESAT, nos trae una interesante reflexión acerca de cómo han cambiado los perfiles profesionales de la creación visual. Plasma la evolución que ha habido comparando los profesionales del s. XX con los actuales. ¿Por qué son tan distintos? ¿Cómo han llegado a ser cómo son? ¿Cómo es el perfil actual del profesional creativo?

“Spectrum Screensaver” de Inma Femenía, artista digital y profesora de ESAT

Algo está cambiando. Es indudable, los perfiles profesionales del siglo XXI son distintos en casi todos los ámbitos de nuestra sociedad a los del siglo XX. Y es la tecnología el principal catalizador de estos cambios. Vivimos rodeados de pantallas, que no sólo enmarcan bellos paisajes, fotos de momentos únicos o meras descripciones visuales. No. El asunto va mucho más allá. Las pantallas son lienzos interactivos que cada vez permiten más inmersión. Estas puertas mágicas nos engullen y nos hacen suyos, nos trasportan a otras realidades, a mundos inexplorados donde nos perdemos en guiones que se crean a sí mismos, que se ramifican, se conectan o no y por fin no mueren. Y cuando reposamos en un receso de la multi-trama y reflexionamos, nos sentimos perdidos, confusos e indecisos, pero fascinados y atónitos. Y tal vez somos, los del XX, demasiado reflexivos. Y como somos lineales, buscamos el clímax, y el final…

Tal vez, la característica común a los artistas del siglo XX haya sido un planteamiento metodológico más reflexivo frente a las fórmulas actuales, donde la recopilación se impone claramente a la reflexión. Es evidente que en la actualidad recibimos demasiada información de forma pasiva. Cada día somos bombardeados por todos los flancos con información de todo tipo, pero especialmente visual y este hecho incide de forma directa en los perfiles creativos actuales.

Ante la nueva realidad se plantean cambios que sin duda afectan a los perfiles creativos. Evidentemente, los primeros que debemos ser sensibles al cambio de guión somos los docentes. Existe una interesante similitud entre los perfiles artísticos renacentistas y los actuales. Y es que, frente al individualismo de los artistas del XIX y XX, se impone la trasmisión de conocimiento, el trabajo en equipo, el dinamismo y la proactividad, y todo ello deriva directamente de la adecuación tecnológica a la que nos vemos abocados.

Se impone claramente la formación multidisciplinar frente a la tecnificación vigente en el XX. Disciplinas consideradas tradicionalmente de ‘ciencias’ como las matemáticas, la geometría, la tecnología, la electrónica, etc., son hoy por hoy coadyuvantes en el currículo formativo humanístico de los nuevos artistas. Es lógico, en mayor o menor medida, gran parte de la producción de un Digital Artist y un New Media Designer va a necesitar el uso de lenguajes de programación y como consecuencia el conocimiento de los lenguajes de la lógica matemática.

La creación de entornos virtuales exige del artista el control exhaustivo de los conceptos de dimensión y escala, así como el dominio de las vistas ortográficas de los objetos. El desarrollo gráfico de personajes, conlleva el conocimiento del modelado y el dibujo. En definitiva, el creador se trasforma en arquitecto, ingeniero, escultor y grafista de su mundo.

El concepto de interactividad dota a los nuevos artistas de la capacidad de comunicar como se comunica ahora. Desarrollar App y Webs, libros interactivos, aplicaciones pedagógicas y terapéuticas, instalaciones inteligentes, espacios interactivos…

El control de los recursos audiovisuales confiere a los creadores la capacidad de narrar mediante imágenes de cualquier etiología. El dominio de la gráfica audiovisual (Motion Graphics y Type in Motion) es un apasionante mundo que deriva del diseño gráfico y la tipografía tradicionales, que contribuye a una completa formación.

El artista del siglo XXI debe dominar concepto y función, comprender la sintaxis de las imágenes y el potencial con el que trasmiten ideas. A diferencia de los del XX, deben asimilar que el espectador, ya no es un sujeto pasivo con el que se establece una dialéctica por medio de la obra, si no que éste participará de ella por inmersión, figurando como parte de la misma. El cuadro dentro del cuadro, versus mundos dentro de mundos…

En definitiva, Los artistas del siglo XXI, se caracterizarán por pertenecer a una nueva era en la que el arte y la tecnología se volvieron a dar la mano.

www.esat.es

“REPSAT // Rosetta Versión” de Solimán López, artista digital y profesor de ESAT
Imagen cortesía de ESAT
Salir de la versión móvil