Audio – Sol Matas: «Para mí hacer tipografías es conectar con diferentes culturas»

Sol Matas es una diseñadora de tipos argentina, tipógrafa por tanto, que ha desarrollado un magnífico trabajo tipográfico desde Berlín y desde donde realiza tipos, además de para alfabetos latinos, glifos para cirílico, griego, oriya, devaganari… Colabora en proyectos como The TypeCraft en la India, participa en proyectos como Alphabettes, la popular red que apoya y promueve la visibilidad de la mujer en el campo del lettering y la tipografía, miembro del prestigioso Type Directors Club. Escucha la entrevista completa en Gràffica Audio: COMPRAR REVISTA 30º V.P. ¿Cómo una argentina, de Buenos Aires, acabó en Berlín haciendo tipografías para el resto del mundo? S.M. Nunca me imaginé en su momento saliendo de Buenos Aires. Caí en Berlín, incluso Berlín no Alemania, por las características propias de lo que significa vivir en Berlín. Fue muy por casualidad simplemente viajando. Lo que hice fue seguir mi intuición. De alguna manera Berlín me conectó con una parte muy profunda mía que me hizo sentirme en casapues la comunidad de diseñadores de tipografía es bastante grande en comparación a otras ciudades de Europa. Buenos Aires también lo tenía. Creo que tiene que ver mucho que es una ciudad muy diversa y muy multicultural, y con una gran cantidad de extranjeros que se han venido a vivir acá, así sea por más oportunidades o también por mejor calidad de vida. V.P. Berlín es un lugar con muchos eventos tipográficos… S.M. Para mí ha sido como muy enriquecedor y pensé: me quedo vivir acá. Este es mi lugar en el mundo. Por ejemplo, están las conferencias grandes que pasan cada mes o dos meses pero también cosas más pequeñas dirigidas a la comunidad local, me refiero a profesionales que viven aquí en Berlín que generan nuevas conexiones que posibilitan nuevas colaboraciones. Para mí siempre fue importante participar en la construcción de esta comunidad… Gracias a ello he conocido a la tipógrafa Amelie Bonet que es con quien realicé el trabajo de oriya, y sucedió a partir de estar en Berlín, y de estar participando activamente en la comunidad de tipógrafos de la ciudad. Es lo que se suele llamar el entorno… Ahora se puede trabajar en cualquier parte del mundo, pero muchas veces el entorno es fundamental. Yo podría seguir haciendo tipografías desde Buenos Aires… V.P. Y ganarías más dinero… S.M. Ganaría mucho más. De hecho, cuando empecé a ganar haciendo tipografía, estaba en Buenos Aires. Todavía no me había mudado. Había estado en Berlín unos meses, pero no tenía la residencia acá. Y con ese dinero, podría haber hecho como Sagmeister y haberme tomado un año sabático y lo que hice fue utilizar ese dinero en la mudanza y encontrar piso y venirme. Muchos amigos argentinos me decían que cualquier otra persona estaría comprándose algo en Buenos Aires y me tenían una admiración profunda. Siempre fue como seguir mi intuición de alguna manera. Como decía el anterior alcalde de la ciudad: Berlín es pobre, pero sexy. Yo creo que el entorno, la comunidad de acá, para mí ha sido muy atractiva por la diversidad cultural y encontrarte con gente que ha trabajado en otras partes, que estudió en Reading o en La Haya, que trabajó en Dalton Maag, en Londres, o en Monotype aquí en Berlín…. V.P. Tu situación en Berlín, y como comentas ahora el entorno que tienes alrededor, te permite tener una visión muy global de lo que está pasando en el mundo de la tipografía. ¿Cómo ves la tipografía actualmente? ¿Cómo ves el impacto de la globalización tipográfica que hemos vivido en los últimos años? S.M. La tipografía actual es muy diversa y a la vez muy dinámica, sobre todo este último tiempo. Sabemos que a partir de la tecnología, sobre todo a partir del formato digital, ha democratizado el acceso a las herramientas de diseño. Entonces ha hecho que se puedan hacer y distribuir tipografías en todo el mundo. El acceso a la tecnología dio recursos para que la gente pueda hacer y distribuir sus propias tipografías. Pero también esta globalización, sobre todo si lo pensamos desde la utilización de cierto estilo de tipografía para ciertas marcas globales, ha creado una cosa muy homogénea a la vez. Por un lado hay mucha diversidad, pero por otro lado, hay como una cosa homogénea de la cultura visual. COMPRAR REVISTA 30º V.P. La tipografía se ha instagramizado… S.M. Exacto. Esta influencia que tienen estas grandes corporaciones que han hecho unas sans como mandato del branding. Han hecho una cosa muy homogénea y muy igual en todas partes del mundo perdiendo un poco esa identidad local. Yo creo que son como los dos paradigmas, como que no es uno al 100% o el otro. Yo creo que están los dos conviviendo en el mismo momento. A mis alumnos les digo más allá de lo que quieran hacer, que es una decisión muy personal sobre qué estilo de tipografía quieren hacer, si quieren hacer una sans, una grotesca, adelante. Pero siempre, trato de inculcarles una cosa: que salgan a caminar por su barrio. Por su entorno, a conectarte con tu propia cultura y ver qué de eso te inspira. No vas a ir al McDonald's. Conoces tu barrio, conoces tus esquinas y vos que conoces qué es lo auténtico y qué es lo globalizado. Trato de inculcar un poco eso, conectar más con tu entorno para un poco romper esa globalización que está basada en querer abarcar mucha diversidad. V.P. Ahora mismo la globalización ha hecho que todo sea muy similar en todas partes del mundo, y no solo a nivel tipográfico, también a nivel de la moda, la decoración, los coches… la globalización hace que todo se equilibre. Como podemos vernos, de alguna manera nos influenciamos unos a otros en cualquier parte del mundo. En un contexto como este, ¿para ti qué significa diseñar tipografías? S.M. Para mí hacer tipografías es conectar con diferentes culturas. Un poco porque tiene que ver con mi proceso. Yo siempre en el proceso de hacer tipografías hago una investigación. Entonces, a través de esa investigación, es como aprendo sobre la cultura, las tradiciones, qué tipo de herramientas fueron las que originaron esas formas, ese sistema de escritura, cuál es el uso, cómo se aplica ese tipografía… Entonces, para mí, hacer tipografías es un proceso interdisciplinario, muy minucioso, muy en el detalle. Y también muy focalizada a la función. Si bien hay una estética, hay una cierta creatividad, pero también y ahí tiene que ver con mi escuela de diseño, la facultad de arquitectura, de urbanismo, que está como muy unido a la función. Hacer tipografías me permite estar en un diálogo con diversas culturas y estar aprendiendo algo nuevo, que eso es también lo que me interesa. Es como si uno viajara sin viajar. Para mí, eso es lo que me genera diseñar tipografías. V.P. Eso, imagino, es lo que te ha cautivado para hacer otro tipo de alfabetos que no son los latinos… S.M. Sí, mucho. Sobre todo un poco por lo que hablábamos antes de las marcas globales. Tratar como de encontrar en la marca un cierto tono y que este tono se transmita a través de los distintos sistemas de escritura. Tenemos una economía muy globalizada y ahí hay una oportunidad para los diseñadores. Porque muchas veces, se comienza desde una fuente latina y se expande a otros sistemas de escritura, aunque esto está cambiando ya que ahora hay muchas que el punto de partida es una tipografía árabe y se necesita una tipografía latina que la acompañe. Este tipo de trabajo es uno de los grandes desafíos que tenemos hoy en día. Porque se trata de lograr armonía entre dos sistemas de escritura que a veces son totalmente diferentes porque uno puede comparar el latín y el cirílico pero si comparas el árabe con el cirílico son muy diferentes. De esto trata la armonización, que es un término que pueda ser complejo, porque ¿qué es armónico? Creo que también es una interpretación cultural de uno. Por eso se fomenta mucho incorporar a diseñadores nativos en cada sistema de escritura en el proceso de diseño. Recientemente hice una tipografía cirílica para un estudio de España que se llama Mubien, en la que ellos hicieron el latino y me pidieron hacer el cirílico, pero también le agregaron el árabe y el tailandés. Era para una marca de celulares de Corea… Una tipografía display para ser utilizada en los títulos, en la comunicación de esta compañía. Era muy específico el estilo, muy Eurostyle. Imagínate ese estilo con los signos del tailandés o signos árabes. Está bueno tener la tipografía a medida para esto. Si la agencia decidió hacer la comunicación de la marca con esa tipografía en vez de ir a una sans que sabes que la vas a tener en distintos sistemas de escritura… En ese sentido, me parece que hay mercado porque hay muchos sistemas de escritura. No hay tanta diversidad de estilos, tanta variedad de tipografías y ahí hay mucho trabajo. COMPRAR REVISTA 30º V.P. Sí, ya hace años que vemos la solución de las custom para este problema. Una corporación globalizada, ya lo vimos con Nokia por ejemplo, que para penetrar en un mercado necesitaba una tipografía que incluyera los glifos de ese país… pero tú que estás en contacto con otras realidades tipográficas, sabes que cualquier persona que abre su ordenador en un país de alfabeto latino tiene millones de tipografías, pero sin embargo en muchos otros países que no son de ámbito latino las posibilidades se reducen enormemente… S.M. El gran problema es que hay muchos sistemas de escritura que no tienen suficientes fuentes que satisfagan esas necesidades y que esos idiomas no se pueden comunicar de la misma manera que otros, como alguien que compra un ordenador en Estados Unidos y que tienen millones de tipografías accesibles con millones de estilos distintos. Alguien que está en la India utilizando oriya, por ejemplo, no tiene ni un 10% de eso. Ni un cinco. Juraría que ni un uno. V.P. Eso es… S.M. Por eso cada vez hay más demanda de fuentes para idiomas asiáticos, africanos o para lenguas indígenas. Esos grupos son los que yo veo que vienen desarrollándose con más atención. V.P. Sigue habiendo muchos idiomas que necesitan tipografías nuevas… S.M. No solo hablamos de que no tienen el estilo para satisfacer cierto tipo de comunicación, sino también ciertos sistemas de escritura. Necesitan tipografías diseñadas solamente para poder preservarlos, para poder ser escritos y preservados. Eso es un gran desafío. El problema de eso es que no hay valor comercial. Es un valor cultural. Ese es uno de los grandes problemas. V.P. Habrá que llamar a la ONU. Ahí sí que hay un gran camino. Hay muchos idiomas que necesitan fijar sus signos de identidad lingüística y tipográfica. S.M. Hay un montón de casos. Pero requiere un montón de investigación específica. Recursos. Tiene unos niveles de complejidad. Necesitas mucho más tiempo. Material de investigación. Conseguir los recursos. Tenés que viajar allí, o tenés que contactarte con ciertos archivos o museos, hacer un montón de trabajo con lingüistas. Todo eso te lleva mucho más esfuerzo. V.P. Cómo de difícil es para ti hacer una tipo de un idioma, un alfabeto, de la que no eres ni siquiera nativa, que incluso no entiendes o no sabes ni siquiera cómo se pronuncia… S.M. Tiene un montón de desafíos. Uno no conoce el sistema de escritura, lo tenés que aprender, lo tenés que investigar. Es importante entender qué estructura tiene, cuál es la gramática o la sintaxis de ese sistema. Entender también la cultura en el sentido de las tradiciones, del sistema de escritura. Por ejemplo, cuando hicimos el alfabeto oriya, tienes que entender que en ese sistema no tienen el trazo caligráfico de finos y gruesos como originalmente tiene el devanagari porque la herramienta que utilizaban para escribir eran las hojas de palma. Y si utilizas hojas de palma con formas rectangulares se quiebran, por eso las formas circulares como una mono línea. No tiene la cosa caligráfica de la tinta. Hay que entender las herramientas con las cuales fue construido el sistema de escritura en este caso tiene que ver con el recurso de las hojas de palma que tenían a mano. Por eso hay que hacer mucho tipo de investigación, entender el sistema, entender la cultura, la tradición y las herramientas. Entender también los desafíos técnicos porque una cosa es hacer una tipografía latina, y otra cosa es hacer tipografía devanagari donde tenés millones de desafíos técnicos, desde que no todos los signos tienen en Unicode un código asignado y para componer ciertos textos tenés que hacer mucha programación Opentype en ese sentido para resolver ciertas combinaciones. Por ejemplo, los conjuntos que pueden ser horizontales o pueden ser verticales. En muchos de estos sistemas de escritura hay un desafío técnico muy importante. COMPRAR REVISTA 30º V.P. Claro, porque para nosotros entendemos que una A es una A y que para el resto de sistemas será algo similar, pero no es así exactamente… S.M. ¡Claro! tenés la tecla. V.P. En otros idiomas si tienes un símbolo y le añades una línea vertical u horizontal cambia el significado o incluso la pronunciación… S.M. Como mucho nosotros, con los acentos o los diacríticos tecleas dos veces,tres quizás, para componer un signo, pero en otros idiomas las combinaciones son más extensas, son más amplias. V.P. Que hay que sumar cinco elementos, o cinco clics de teclado… S.M. Esa cuestión técnica también es compleja. Es decir, dónde la tecleas, desde un teclado en un ordenador en un Whatsapp en un móvil… ahí hay mucho trabajo para hacer el texto más accesible. Por eso en la India, por ejemplo, mucha gente utiliza para escribir en hindi el teclado latino según como suena el texto latino y no el teclado devanagari. Además cada vez utilizamos menos palabras, ya que utilizamos emojis o abreviaturas y eso afecta a todos los sistemas de escritura. Hay ciertos aspectos técnicos, como comentábamos antes de los conjuntos, que pueden ser en el hindi por ejemplo, en el horizontal o vertical. Pero el vertical en ciertas aplicaciones no se puede utilizar y entonces termina siendo como todo horizontal, como quebrado. La gente entiende qué dice ahí, lo puede leer porque ya está como acostumbrada. Imagínate que tengas una diéresis y la u de pingüino y las veas una al lado de la otra en vez de una encima de la otra. Es porque ya te acostumbraste que haya ese quiebre en los celulares, por ejemplo, aunque eso no pasa en un diario online, ahí está todo perfecto. Tienes que entender esos desafíos técnicos con el uso… V.P. Si solo tienes que ver a alguien en sitios como China o Japón cómo utilizan un teclado de móvil y es una locura… S.M. Imagina que consigues un presupuesto de la onu para hacer una tipografía o un sistema de escritura… Cómo llegas a esos recursos, cómo tienes acceso a todas las limitaciones que tienen, tienes que llegar a los recursos para diseñar ese sistema de escritura. Puede ser muy difícil encontrar la información para hacer lo que sea en un idioma que sea menos común, o de un grupo minoritario. Digamos que tenés la suerte de encontrar un diseñador gráfico que use ese sistema. No hablo ya de un diseñador de tipografía, solo de un diseñador gráfico con el cual puedas colaborar y hacer el proyecto en conjunto y tener cierto feedback. ¿Vale? V.P. ¿Cómo describes las partes de las letras? Es decir, la anatomía de la letra. Porque tenemos distintas maneras de ver las cosas. Ahí hay montón de desafíos en ese sentido también… Incluso necesitas a un lingüista que interpreta lo que se hace… Necesitas algo más que simplemente dibujar letras. S.M. Por eso es un trabajo muy interdisciplinar. Por lo menos así es como yo veo la tipografía. Cuando diseñamos la tipografía para oriya tuvimos que buscar, no tanto diseñadores de tipografía, pero sí diseñadores gráficos y programadores que utilizan las tipografías para web que estaban involucrados con Unicode, incluso llegamos a pedir feedback a un médico. Un doctor que estaba muy involucrado con el sistema de escritura de Unicode del oriya y nos dio su opinión sobre lo que estábamos haciendo. Fue superútil. COMPRAR REVISTA 30º V.P. Es necesario, es imposible, simplemente es impensable que alguien diseñe una tipo y sea funcional… S.M. También hay algo muy interesante en una charla que hubo recientemente de Alexandra Samuel «Having an accent in type» cómo tener un acento en el diseño de tipografía, o una cosa así. Y ella hablaba de la diferencia entre ser nativo o tener un acento; o a las dos cosas ser nativo y tener un acento. Y hablaba de que, por ejemplo, uno puede ser nativo para el sistema latino, pero hay un montón de marcas diacríticas en las cuales uno no es nativo. Porque las están usado los polacos, o los checos o los franceses. Hay un montón de signos dentro del latino, para los cuales uno no es nativo. Entonces ella explicaba cuál es la ventaja de ser nativo para diseñar tipografías. Te da una ventaja porque estuviste toda tu vida componiendo información, 24 horas del día en un sistema de escritura, lo que te ayuda a estar muy familiarizado y entender el sistema de escritura. Pero ser nativo no te convierte en la persona más experta para diseñar tipografías. Primero tienes que aprender a diseñar tipografía con el sistema que sea. Eso me parece interesante por aquello de quién tiene la autoridad de diseñar ciertos sistemas de escritura. Por ejemplo, nosotros que somos hispanohablantes con relación a los alemanes, ambos usamos las diéresis que son dos circulitos encima de una letra. Ahí por ejemplo no tenemos discusión sobre el diseño pero sí quizás en la posición. Entonces, quién es el experto, el que tiene mayor autoridad, el alemán o el hispanohablante en decidir la ubicación de esa marca diacrítica en particular. Cada uno tiene sus preferencias. Entonces, ¿cuál es el que debería ir por defecto? Digamos que tengamos un alternate para la diéresis hispanohablante y hay otra estándar. Porque yo diseñé la tipografía para alemán, es decir el estándar es el alemán, y el alternate es para los hispanohablantes. Esa perspectiva entre ser nativo, tener un acento… incluso siendo nativos, dos personas pueden pensar diferente sobre las formas de ciertos glifos. De ahí la importancia de trabajar colaborativamente con gente nativa script. También hay un ida y vuelta muy enriquecedor donde muchas veces en cierto sistema de escritura no hay diseñadores de tipografía entonces es bueno incorporarlos para dar cierta formación en lo que es diseñar tipografías, que es muy distinto a usarlas o leer. Diseñar tiene como un expertise muy específico. Hay un gran camino en generar equipos colaborativos interdisciplinarios. V.P. Y en ese contexto, cuál es el futuro que nos espera. Parece que todo se lo va a comer la inteligencia artificial, pero tú nos están dando muchas caras de lo que supone crear una tipografía, que hay que pensar en proyectos colaborativos, que no solo es dibujar una letra… ¿Cómo ves la evolución de la tipografía en el futuro? S.M. La tipografía es un elemento digital que siempre está evolucionando. Hace tiempo tuvimos el reto de las webfonts, hace unos años las variable fonts… siempre va a haber desafíos que no los sabemos todavía, incluso creo que habrá desafíos con la manera en que dibujamos tipografías, si seguimos dibujando vectores o aparece un nuevo formato más fluido para dibujar las curvas. No sé. V.P. Tinta líquida… ¿Y cómo va a afectar la inteligencia artificial a la tipografía? S.M. Un reto que va más allá de la inteligencia artificial, en estos formatos, en las nuevas tecnologías, en los nuevos requerimientos técnicos que va a tener la tipografía. Yo creo que eso es un gran desafío. Y claro la inteligencia artificial lo va a ser. Que la inteligencia artificial resuelva diseñar tipografías, que entienda lo que son las proporciones, lo que son las relaciones entre los pares de kerning entre dos letras, que entienda lo que son las métricas verticales, bueno… Va a existir la inteligencia artificial, pero la tipografía tiene tanto detalle muy mínimo y ajustado… En una ilustración, si tenés un trazo que no es amarillo, pero es naranjita no es un gran problema, o si es un poquito más grueso. No pasa nada, pero en la tipografía, esos detalles son los que te hacen una tipografía de calidad. Esos detalles mínimos son lo que hacen un sistema complejo. Son muchas cosas en conjunto para tener en consideración y que tienen muchísimo detalle fino… Creo que lo más importante es que en la creatividad debe de haber una intencionalidad, qué quieres hacer, y eso es lo realmente importante… necesitas que alguien dirija esa intencionalidad, y si la tecnología te ayuda pues bienvenida sea. Totalmente de acuerdo con lo que decís del ingrediente creativo para resolver problemáticas específicas. El aspecto creativo no lo va a atender una inteligencia artificial porque la tenéis que entrenar y la inteligencia va a hacer una repetición de parámetros. Cuanto tienes que resolver una problemática específica, así sea para texto o una tipografía display o para cierto tipo de uso o que tenga un cierto rendimiento en el ancho de la columna… Y también a nivel más estético y formal, son parte del aspecto creativo… Para resolver una problemática muy específica. Eso de alguna manera sigue siendo un trabajo artesanal. Lo que puede ser una gran ayuda en la inteligencia artificial es hacer más rápido los procesos que ya están automatizados de alguna manera. Se piensa en font production o no sé si ya tenés el sistema latin diseñado, pero quieres algo extendido… generar esos glifos… Combinaciones de marcas diacríticas con el glifo básico. Y si está bien ópticamente… Los mismos diseñadores de tipografía podrán automatizar mejor sus procesos. V.P. ¿Cuáles son los retos a futuro de la tipografía? ¿Qué cosas quedan por resolver? S.M. Otro tema en el futuro para resolver es el tema de las licencias, que siento que es algo que sigue flotando. Es un gran melón que abrir, en el que no hay un modelo ideal, que se están haciendo distintas estrategias, modelos de suscripción o modelo de empresa por cantidad de empleados y no por cantidad de personas que instalan la tipografía… Está muy claro que no hay un modelo que funcione para todos los formatos o para todos los tipos de empresa o necesidades. Ahí nos tenemos que plantear cuál es el valor de la tipografía. Porque de alguna manera siempre uno termina volviendo a eso, ¿no? Cuál es el valor de la tipografía. COMPRAR REVISTA 30º V.P. La tipografía es una especie de materia prima que no podemos cuantificarla como haríamos con otras materias que lo podemos hacer por toneladas, por litros, o como pasa con la música que podemos medirla por reproducciones… Y siempre estamos con el problema de que nadie encuentra la fórmula para medir el rendimiento y el beneficio que genera una fuente. S.M. Ese problema va a seguir estando ahí. En ciertas aplicaciones se pasaron al modelo de suscripción, muy de mundo Silicon Valley… creo que en 10 años probablemente seguiremos teniendo las mismas discusiones. Por los formatos o por las tecnologías, o cosas que no sabemos cómo se van a administrar… Creo que ese tema en los desarrollos de modelos de licencia también va a seguir muy presente en los próximos años. Y también, la diversidad y la inclusión que es algo que cada vez más se pone sobre la mesa en discusiones, en conferencias, en mesas redondas, no solo ofrecer una gama amplia de estilos formales sino también ofrecer accesibilidad teniendo en cuenta la sensibilidad cultural de cada lugar. Hay varios desafíos, yo creo, en los próximos 10 años que no solo son la inteligencia artificial. Hay varias cosas que seguirán dando vueltas. V.P. Siempre hablamos de que el mundo cambia, y por tanto la tipografía cambia con él, es inevitable. La tipografía no es ajena a los cambios. Pero a pesar de todo el último reducto de la tipografía que parece que siempre está ahí son las custom fonts, las tipografías a medida o las tipografías por encargo. ¿Eso seguirá estando ahí por los siglos de los siglos? ¿Imagino que eso será para ti la base fundamental de tu negocio? S.M. Sí, las tipografías custom tienen un valor en la construcción de la identidad de una marca, porque a las empresas pueden brindarle cierto tono, cierto tipo de identidad que es distinta a su competencia o de la manera en la que puedes dirigirte a un público. La tipografía a medida tiene, por un lado el valor y por otro es una inversión. Las empresas que le dan un valor al diseño son las que terminan teniendo un producto de calidad, distinto… V.P. Esa capa de diseño sigue costando encontrarla. En muchas empresas todavía no han descubierto ese valor. S.M. Eso está cambiando, por ejemplo, en Argentina. Antes no había mucho de eso, y en los últimos dos años, cada vez veo más lo de tener una tipografía para una familia de productos o para museos o cosas que antes ni existían. Aquí en Berlín estaba sobre la mesa esa discusión incluso en Alemania. V.P. Y no crees que esto también es producto un poco de la globalización en la que todos nos estamos viendo y la gente observa que otros encargan tipografías personalizadas… S.M. Sí, es eso, y también enterarse, de lo que hablábamos antes, de que haya una licencia. Te ahorra problemas económicos y ahí hay ciertas instituciones, en ciertas partes del mundo que ni se enteran del tema de las licencias. Ahora hay más información y hay más conciencia de que existe una licencia y en ciertas instituciones como gobiernos preguntan por el coste de hacer una tipografía propia. Y ahí es donde resuelves esos problemas económicos que pueden tener a nivel de licencia e incluso también resuelve problemas técnicos específicos que puedes tener con otras tipografías que puedes descargarte o comprar por ahí. Temas de idiomas, cosas de signos de países donde operas, o incluso instalaciones en diferentes sistemas operativos que una tipografía de catálogo no resuelven y que generan muchas veces muchos dolores de cabeza. Por eso las tipografías a medida tienen un valor, te ahorran problemas, económicos y técnicos y resuelven necesidades específicas, tienen un atractivo y por eso está creciendo la demanda de las custom fonts. V.P. Y para finalizar, ¿en qué nuevos proyectos te vas a sumergir próximamente? S.M. Pues ahora estoy a punto de empezar un proyecto para un alfabeto latin african extendido. Esta semana arrancamos con un proyecto para un alfabeto panafrican, algo que ya hizo Laura Meseguer, y yo nunca lo hice y estoy muy emocionada porque hay una incorporación de ciertos signos que no son con los que nosotros estamos familiarizados como puede ser la z alemana por ejemplo, ese tipo de signos que son totalmente nuevos para mí. Este tipo de encargos creo que tiene que ver con que la economía en África está de alguna manera mejorando. Es como en algún momento se hablaba de países emergentes India, Rusia, Brasil, China que se llamaban brics a medidados del siglo xx, en África está sucediendo algo a nivel económico que está también generando más esa demanda para cubrir la extensión de lo que se llama panafrican para ese set de caracteres para toda esa región del mundo, y están unidas a una economía que está surgiendo. Así que eso es lo que viene coming soon.

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