El sector de la animación denuncia que RTVE se convierte en un obstáculo para su desarrollo

DIBOOS y PROA critican el desinterés del ente público por la animación infantil y advierten de sus consecuencias: menos producción nacional, menos referentes culturales propios y una creciente dependencia de contenidos extranjeros.

El clima en el Festival Internacional de Annecy se ha teñido de decepción para el sector español de la animación. A pesar de que RTVE había prometido a principios de año “convertirse en el motor de la industria audiovisual”, la resolución —tardía y escasa— de su convocatoria de apoyo a series de animación ha sido recibida con estupor por parte de las federaciones de productores. DIBOOS y PROA acusan directamente al ente público de obstaculizar el avance del sector, limitando su crecimiento y su capacidad de competir a nivel internacional.

El anuncio, realizado ayer en el mercado MIFA —el mayor escaparate mundial para la animación— ha caído como un jarro de agua fría para los productores españoles, presentes en Annecy con la segunda delegación más numerosa del mundo. Sólo tres proyectos han sido seleccionados por RTVE para su canal infantil Clan: Pocoyó (temporada 6), Superthings (temporadas 3 y 4) y Antón Piñón (nueva creación). Un contraste notable frente a los siete nuevos proyectos apoyados en 2023.

La reducción de títulos de nueva creación —apenas uno en esta convocatoria— preocupa especialmente a las federaciones. A ello se suman otras trabas que el sector viene denunciando desde hace años: presupuestos insuficientes, procesos lentos y condiciones contractuales desproporcionadas. En palabras del comunicado, esto “supone un agravio comparativo para los productores nacionales que salen a competir en desigualdad de condiciones en los mercados internacionales”.

Mientras tanto, las televisiones públicas de otros países europeos están moviendo ficha. En el panel “Todos en el mismo barco: ¿cuál es el rol de las televisiones para superar la crisis actual?”, organizado por la federación europea Animation in Europe, representantes de France Télévisions y la BBC compartieron cómo sus cadenas están adaptando sus estrategias para apoyar y reforzar sus respectivas industrias nacionales. Y lo hicieron con contundencia: la función de una televisión pública no debe limitarse a repetir fórmulas conocidas, sino también apostar por nuevos proyectos y proteger a la audiencia infantil.

En España, según recuerdan DIBOOS y PROA, los menores de 14 años representan el 13% de la población —unos 6,3 millones de personas—. Sin embargo, RTVE parece estar dejando de lado esta franja de edad, privándola de referentes culturales propios y empujándola a consumir contenidos extranjeros en otras plataformas.

La situación contrasta con el apoyo creciente por parte de otras administraciones públicas, tanto estatales como autonómicas, a través de incentivos fiscales y fondos específicos. Pero si RTVE no se suma al impulso, advierten desde el sector, esos esfuerzos quedan diluidos. “España tiene una oportunidad histórica de consolidar su posición de liderazgo en la animación mundial, pero no puede hacerlo sin el apoyo y la complicidad de RTVE”, subraya el comunicado.

Por ello, las federaciones reclaman un replanteamiento profundo de la relación entre el ente público y las productoras. Piden más diálogo y una estrategia compartida de país, que pase por reforzar la oferta de Clan con más proyectos, mejor financiados y con una mezcla equilibrada entre marcas consolidadas y nuevas creaciones. “Esta colaboración público-privada es clave para que las productoras puedan competir en igualdad de condiciones en la arena internacional y puedan generar riqueza cultural y marca España”, concluyen.

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