Actualizado 29/07/2021
La Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos (ADG) ha expresado en un comunicado su opinión respecto al nuevo Acuerdo Marco de Madrid en referencia al debate generado a partir del artículo «Yo y mis circunstancias o cómo ir de guay precarizando el trabajo» publicado por Ena Cardenal de la Nuez en Gràffica. A continuación, adjuntamos el comunicado.

En referencia al debate generado a partir del artículo de Ena Cardenal de la Nuez publicado en la revista Gràffica.
Apreciada comunidad,
En referencia al debate por el artículo de la diseñadora Ena Cardenal publicado en las últimas horas en la revista Gràffica, ADG a título individual y como miembro del Fomento de las Artes y el Diseño (FAD) quiere expresar que:
• Hemos iniciado contactos con el Ayuntamiento de Madrid para intentar entender y trasladar nuestro punto de vista sobre el malestar que el nuevo Acuerdo Marco está generando en la comunidad. Nos consta la voluntad del organismo público de implementar las mejoras posibles que permitan el bienestar del sector y con esto trabajamos.
• A la vez, sabemos del interés de todas las partes implicadas, estudios y otras asociaciones profesionales, de poder encontrar una solución conjunta a las problemáticas que puedan existir. El trabajo de consenso y dialogado, con hechos y datos sobre la mesa, es el eje vertebrador en la tarea de la defensa del sector y la disciplina.
• Finalmente, ADG ha estado en conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona en torno de la limitación de la Ley de Contratación Pública en las licitaciones de servicios de diseño y comunicación, y tiene presente también aquí la voluntad de mejorar procedimientos con la ayuda de las metodologías que defendemos y promovemos: concursos para profesionales, sin trabajo gratuito, con jurados expertos y donde la creatividad sea el valor determinante para la adjudicación.
Como máximas exponentes y representantes de la vida en común, las administraciones públicas tienen que ser garantes de la lucha contra la precarización de los y las profesionales. Nos toca a nosotras no permitir que nuestra comunidad quede en una posición de fragilidad y enfrentamiento interno irreparable.
Tenemos la voluntad de establecer unos criterios de buenas prácticas y dignificación de la profesión que la junta directiva en ejercicio recoge de juntas anteriores y quiere colocar en el foco de su actividad desde su nombramiento en 2021. El desarrollo sostenible implica criterios de garantía social tales como la inclusión, la equidad, la conciliación y la transparencia. En resumen, la dignificación de los servicios creativos y las condiciones laborales asociadas.
Por este motivo, pedimos a socios y socias que sean conscientes de su imprescindible papel de propietarios de la asociación y mantengan los canales de comunicación abiertos con nosotros y con el resto de la comunidad, asociaciones y colegios profesionales. Solo una reflexión conjunta y ponderada puede establecer un consenso de buenas prácticas y un compromiso compartido de ejecutarlas por el bien común y el fortalecimiento del sector.
Junta Directiva ADG-FAD
Barcelona, 28 de julio de 2021
Puedes acceder al comunicado aquí.
→ ADG-FAD
Hola a todes.
Tras 35 años en la profesión, no es la primera, ni la segunda ni la tercera vez que se suscita este escándalo y debate. Siempre aparecen los mismos actores, las mismas palabras, las mismas intenciones y luego, pasado el instante de polémica, todo vuelve al mismo y salvaje criterio… el precio.
No veo cómo se puede conseguir un acuerdo para todos de mínimos, porque siempre hay gente sin principios dispuesta a reventarlo.
Con resignación, porque no veo nada nuevo que de pié a la esperanza, un saludo cordial.
La mierda que está aflorando y que todos conocíamos y callábamos, ADG-FAD incluido. Todavía queda mucho por solucionar para atajar la precariedad laboral en el mundo del diseño: falsos autónomos, horarios interminables jamás recompensados, becarios no remunerados…
En relación a los concursos públicos, apoyo la nitidez con la que Toormix se ha expresado, cito a continuación:
• Que los concursos públicos no permitan descuentos temerarios. Hace años un descuento superior al 20% sobre el precio licitado era motivo de descalificación. Pues eso.
• Que las condiciones mínimas para licitar incorporen cláusulas contra la precariedad laboral porque la administración también es responsable de esta situación y no debería aprovecharse de esa mala práctica de forma indirecta. Por ejemplo, añadir una cláusula que no permitiera licitar a una empresa con “X” porcentaje de trabajadores temporales, en prácticas o que perciban sólo el SMI. Eso forzaría a ciertas estructuras que basan su estrategia en reventar precios y a usar a su equipo como mano de obra barata a cambiar esas prácticas.
• No aceptar trabajos abusivos, mal pagados ni participar en concursos mal planteados. Declinar siempre da miedo porque piensas que estarás perdiendo una oportunidad, pero si tienes que aceptar 15 “oportunidades” para sacarte un sueldo, ¿dónde está el negocio?