En enero, coincidiendo con la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones, Barcelona declara la emergencia climática con cien propuestas para reducir la contaminación drásticamente y las emisiones de carbono un 50% para el 2030. Con esta declaración, también se lanza una campaña de comunicación que pone el foco en la urgencia de poner solución a esta crisis medioambiental.
Para conocer cómo se desarrolló la nueva campaña del Ayuntamiento de Barcelona sobre la declaración de emergencia climática, hablamos con la ilustradora y diseñadora gráfica Júlia Solans quien, junto a Agueda Bañón y Olga Pérez del equipo del departamento de comunicación del Ayuntamiento, trabajó conjuntamente con la agencia de comunicación CHINA Madrid para ponerla en marcha.
Según nos cuenta Júlia Solans, desde el mes de noviembre se ha estado trabajando con diferentes entidades, movimientos sociales, asociaciones y empresas en un documento con unas 100 medidas para reducir los gases de efecto invernadero. La idea de crear esta campaña vino después, motivada por la necesidad que vieron desde el Ayuntamiento de Barcelona de acompañar esta declaración de emergencia climática con una gráfica potente que trasladara a la ciudadanía el mensaje de un modo eficaz, que le diera la notoriedad que necesitaba y que le permitiera a la iniciativa salir de los círculos estrictamente políticos.
El concepto fue desarrollándose y vieron en unas declaraciones de Greta Thunberg el eslogan que encajaba perfectamente en esta campaña: “La casa está en llamas: esto no es un simulacro”.
«Lo adaptamos para reafirmar que lo que estábamos haciendo no era un simulacro realmente; que hemos escuchado a la gente joven, las necesidades de la ciudadanía para vivir en un entorno saludable; que el compromiso es firme. A partir de ahí desarrollamos una campaña que lanzamos en varias fases».
La primera de ellas fue una campaña teaser en la que se empapeló los pirulís de la ciudad con la imagen central de la campaña: la icónica estatua de Colón hundido en el mar. «Barcelona, como toda la costa mediterránea, está en la zona 0 de los efectos de la crisis climática y se estima que en 2050 Barcelona (aunque no entera) estará anegada bajo el agua. Quisimos darle énfasis a este posible efecto con un Colón hundido». En esta primera fase se desveló esta imagen teaser sin firmar con la frase ‘Esto no es un simulacro. Emergencia climática’. También había otro cartel en el que ponía ‘Puede ser que no lo sepas pero pasarás a la historia’ con el hashtag #emergènciaClimàticaBcn. «Esto lo tuvimos un par de días circulando por la ciudad y luego se lanzó la fase dos de la campaña que consistía en una proyección en la fachada del Ayuntamiento en la que se veía al Colón sumergido en las aguas junto al sonido de las olas del mar. Quedó muy bien, muy impresionante. Al día siguiente lanzamos la campaña».
La campaña consistió en una campaña de exteriores en la que se ve principalmente a Colón, pero con diferentes mensajes que siguen el manifiesto del vídeo —que también se lanzó el mismo día de la declaración de emergencia climática—. «También lanzamos algunos mensajes como ‘ciudad verde’, ‘ciudad caminable’, ‘ciudad para jóvenes’, ‘jóvenes con futuro’, ‘jóvenes sin futuro’… fue resultado de una recopilación de los mensajes que más nos interesaba posicionar para hablar de la emergencia climática».
Aunque el protagonista de la gráfica sea la estatua de Colón, tanto la tipografía sans serif en caja alta como los tonos en rojo y negro tienen una gran presencia en la composición. El resultado es una combinación perfecta para lanzar un mensaje visual de urgencia: «Queríamos un símbolo que comunicara a la ciudadanía claramente la situación en la que estamos. Sabíamos que teníamos que trabajar con una gama cromática roja porque es lo que mejor representa la urgencia y la alarma. También queríamos poner un símbolo. Estuvimos pensando mucho en cuál: ¿una bandera?, ¿un reloj de arena…? finalmente encontramos un símbolo muy potente que además de representar a la ciudad dejaba claro el mensaje».
Tal y como nos cuenta Júlia Solans, la campaña se ha trabajado junto a la agencia de comunicación CHINA Madrid con el director creativo Nico Ordozgoiti al frente: «El concepto salió del Ayuntamiento, así como toda la idea creativa y la decisión de partir con el eslogan de ‘Esto no es un simulacro’. Luego con CHINA Madrid ya hicimos todo el desarrollo del manifiesto (la pieza central) y a partir de ahí fueron creándose todas las demás piezas».
El Ayuntamiento de Barcelona decidió trabajar con CHINA Madrid por su implicación con la problemática medioambiental: «Queríamos un director que creativo que estuviera muy implicado porque necesitábamos ese sentimiento. Cuando estás un poco agobiado por la ansiedad climática necesitas a alguien que entienda el proyecto. Nos estaba costando mucho encontrarlo, pero precisamente, tras unas conversaciones con Nacho Padilla este nos recomendó a Nico Ordozgoiti. Contactamos con la agencia y se interesaron por el proyecto. La experiencia de trabajar con ellos fue genial. Además Nico Ordozgoiti está muy implicado en asuntos medioambientales y colabora con Fridays For Future, tiene una cuenta en twitter donde también hace muchas gráficas para temas de este tipo. Esta implicación fue la que nos hizo decidirnos a trabajar con ellos».
Aunque la campaña lleva solo unos días en funcionamiento, ya se han podido ir viendo resultados: «Para evaluar la efectividad de la campaña estamos analizando las entradas a la web (donde está el documento de las medidas a adoptar) así como en el número de reproducciones del vídeo. Todavía no tenemos las cifras pero ya podemos ver que está teniendo bastante aceptación por las redes sociales. Además, el mensaje (en tres idiomas: catalán, castellano e inglés) está llegando a expertos medioambientales fuera de España».
Créditos:
Dirección de campaña: Agueda Bañón, Júlia Solans, Olga Pérez
Dirección de arte: agencia China, director de arte y director creativo, Nico Ordozgoiti
Producción audiovisual 3D: Frame