Los creativos se han manifestado en numerosas ocasiones para exigir un reconocimiento que premie el mejor cartel de cine, pero sin mucho éxito.
La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España que entrega los Goya, los premios más importantes de la industria del cine en España continúa mirando hacia otro lado. Repasamos los motivos por los que tendría sentido un galardón de estas características y cuales son las principales trabas que lo dificultan.
Desde el inicio del cine, el diseño de cartel ha tenido siempre un papel muy relevante. Los carteles al estilo italiano de Anselmo Ballester o las maravillosas creaciones de Saul Bass para películas icónicas como West Side Story (1961) son solo una muestra de la gran repercusión y trascendencia que ha tenido el diseño de carteles en la historia del cine.
Esta trascendencia no siempre se ha visto reflejada en los galardones cinematográficos internacionales. El caso más claro es el de los Oscar, los cuales nunca han considerado al diseño de cartel de cine digno de su preciada estatuilla. Tampoco lo hacen ni los Golden Globe Awards ni los Emmy, dos reconocidos galardones anuales que premian lo mejor del cine y la televisión americana. Por otro lado, un caso curioso es el de los Premios César de la Academia del Cine Francés, que sí que premiaron al Mejor Cartel de 1986 a 1990. En el panorama nacional el rara avis son los Premios Feroz, que fueron pioneros en otorgar un galardón al mejor cartel de cine del año.
Pero el diseño de cartel de cine continúa ausente en la gran fiesta del cine español: los Premios Goya. Desde aquella primera edición en 1987 en Madrid, los galardones más prestigiosos del cine nacional no han reconocido lo mejor del diseño de cartel cinematográfico. Diseñadores y creativos han alzado la voz en numerosas ocasiones, argumentando que los carteles de cine son una pieza fundamental en el imaginario colectivo del filme y en su promoción; pero la Academia nunca ha dado su brazo a torcer.
El diseñador Xavi Calvo ha sido durante años el abanderado principal de esta causa, hasta el punto de que en 2018 recogió más de 1500 firmas en un Change.org que buscaba exigir la implantación del las categorías de Diseño de Cartel y de Títulos de Crédito en los Premios Goya. En la petición, el diseñador valenciano explicaba que el diseño gráfico no está reconocido en la industria del cine español, pese a su importancia artística y técnica: «Son una pieza fundamental de la promoción e indispensables para el imaginario colectivo de las películas, y siguen sin ser considerados como categoría creativa, técnica ni artística».
Sin embargo, la propuesta cayó en saco roto pues, según explicaba Xavi Calvo en su día, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España hizo caso omiso. Años después, en 2021, el propio Calvo aprovechó el altavoz de Valencia Capital Mundial del Diseño 2022 para volver a replantear la cuestión. Parecía la ocasión ideal, pues la sede de los Goya y la Capital Mundial del Diseño iban a coincidir el mismo año en la misma ciudad: Valencia. Sin embargo, la propuesta volvió a no tener repercusión en la Academia.
el cartel, ¿fuera del proceso de rodaje?
Uno de los pensamientos más extendidos es que el cartel no se premia en los Goya porque no pertenece al proceso de rodaje. Natalia Montes, directora de arte de USER T38 y ganadora del premio Feroz al mejor cartel, asegura precisamente esto: «Al ser una parte del proceso que se lleva a cabo fuera del rodaje y que normalmente está supervisada por el equipo de marketing y la productora, tal vez es algo ajeno a la experiencia de la mayoría de académicos». En este sentido, explica que parece que la película se termina con la postproducción y el etalonaje pero —asegura— la realidad no es así: «La campaña gráfica forma parte de la identidad de la película, sobre todo para el espectador que muchas veces decida pasar por taquilla gracias al cartel».
«La campaña gráfica forma parte de la identidad de la película»
Natalia Montes
Respecto a esto, Sergio González de Barfutura piensa que «el proceso de creación del cartel empieza desde el minuto uno de la producción de la película». A pesar de ello, explica que no se considera al diseñador gráfico como profesional de la industria del cine, aunque el cartel ha existido desde los comienzos del séptimo arte: «Nosotros llevamos 20 años dedicados exclusivamente a este sector y sí nos consideramos parte de él.
un trabajo desconocido
Para Sergio González el problema surge porque hay mucho desconocimiento de lo que supone diseñar un cartel de cine, sobre todo de lo complicado que es el proceso: «La gente suele pensar que la realización de un cartel es fácil por su sencillez pero justamente esta síntesis lo hace complejo y, por regla general, desconocen el proceso que hay detrás».
González explica que generalmente empiezan a trabajar antes de que se ruede la película, desde el guion, y lo acaban ya finalizado el rodaje. En todo este proceso, trabajan mano a mano con productores, directores y actores, siendo una pieza más del proyecto: «En el desarrollo del cartel podemos invertir el mismo o incluso más tiempo que cualquier otro departamento premiado en los Goya».
«Es complicado resumir 150.000 fotogramas en una sola imagen»
Sergio González
Un pensamiento parecido tiene Natalia Montes, quien asegura que «diseñar un cartel de una película es un trabajo muy largo y complicado, con muchas personas trabajando: fotógrafos, diseñadores, equipo de marketing, productora, etc… y sobre todo muchas opiniones diferentes».
Explica que hay que encontrar el equilibrio entre comercialidad y originalidad, que guste a toda la gente que tiene que aprobarlo y que comunique de una manera eficaz el mensaje que se quiere transmitir. Un proceso que, según la directora de arte de USER T38, puede alargarse varios meses o incluso más de un año y que se entrega poco antes de que se estrene la película.
¿y qué pasa con los títulos de crédito?
Los títulos de crédito viven en un limbo parecido. Nacieron con el principal objetivo de presentar los nombres de los profesionales que habían participado en la película, pero con el tiempo algunos de ellos han derivado en auténticas obras de arte. Es por ello que también son muchos los profesionales del sector creativo los que han alzado la voz para exigir la implantación de una nueva categoría que los premie, tanto en los Goya como en otros galardones internacionales.
Unos premios que sí que reconocen a los títulos de crédito son los Emmys, y lo hacen en nada menos que en dos categorías diferentes. Por un lado, premian la secuencia en sí misma; y, por otro, premian la música compuesta en exclusiva para los títulos de crédito. En la primera categoría, la ilustradora española Laura Pérez fue nominada en la pasada edición por el diseño de los títulos de crédito de Solo asesinatos en el edificio.