¿Debe una tipografía tener cursivas a juego con la redonda?

Tobias Frere-Jones y Nina Stössinger firman Conductor, el nuevo lanzamiento para el catálogo de la fundición Frere-Jones, que se estrena con una display, tras 3 tipografías para texto. Llama poderosamente la atención la coordinación tan poco frecuente entre la redonda y la cursiva, que analizamos en este artículo.

La historia de la tipografía es una historia de sumas e integraciones. Las mayúsculas y las minúsculas eran alfabetos distintos, con usos distintos, hasta que la tipografía los unió para siempre. Luego llegaron las cursivas, diseñadas para reemplazar a las redondas o romanas, y que acabaron subordinadas a una función diacrítica dentro de una familia tipográfica. Más tarde se incorporaron las negritas y llegó un momento en el que las familias tenían decenas de variantes anchas, estrechas, finas y gruesas. Luego alguien pensó que una familia podía tener una romana y un palo seco con la misma estructura base, y nacieron las súper-familias, y con ellas las tipografías semi-sans, semi-serif, etc. También se intentó recuperar el oficio de la tipografía en plomo, creando diseños adaptados a los diferentes tamaños, creándose versiones caption, text, subhead, display… Las familias crecían cada vez más, hasta que de repente ya no podían crecer más, y entonces algunos diseñadores comenzaron a preguntarse si se había alcanzado el límite.

De pronto aparecieron familias tipográficas, que en lugar de coordinar las diferentes variantes, buscaban la combinación mediante el contraste, y comenzaron a venderse bien porque son muy versátiles. En estos momentos, en la lista de las 50 tipografías más vendidas de MyFonts (consulta hecha el 2 de marzo de 2018) hay dos ejemplos situados en los puesto 18 y 36: Galiano y Nexa Rust.

Al mismo tiempo, se comenzó a explorar la posibilidad de que las variantes de tamaño no tuvieran necesariamente la misma estructura. Sin ir más lejos, hace poco presentamos aquí la Ashler, de Octavio Pardo.

Y de repente, llega Tobías y nos presenta una familia tipográfica con una redonda construida a partir de rectángulos y una cursiva a partir de triángulos, cuya relación no queda excesivamente clara en una primera ojeada. ¿Cómo es posible que alguien que sabe tanto de tipografía haga algo así? Sospechamos que simplemente Tobías y Nina se detuvieron un poco a estudiar la relación entre redondas y cursivas, descubriendo que no tienen nada que ver y que la relación que vemos entre ellas es pura convención. ¡Si hasta cambia la estructura de las letras de caja baja más importantes!

¿Qué les impedía, entonces, explorar una relación poco convencional entre los miembros de la familia? Dicho y hecho, se pusieron manos a la obra y consiguieron, de alguna manera sutil y misteriosa, combinar dos bichos completamente diferentes en un único proyecto. Así, creo que la relación se nota más en las variantes estrechas, que en las anchas.

El resultado es un palo seco con bastante contraste cuya redonda está basada en los números de los billetes de lotería búlgaros, y con una cursiva de diseño más libre, que nos parece una auténtica preciosidad.

No cabe duda, por tanto, de que Conductor es un hito en el diseño de tipos, pero ¿será un éxito de ventas? Da la sensación de que, desde que Hoefler y Frere-Jones se separaron, no han vuelto a crear éxitos del calibre de la Gotham. Siempre hemos dicho que uno más uno, a veces, son más de dos. Dentro de un par de años lo sabremos con exactitud.

→ frerejones.com

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