En colaboración con Domestika.
Es una tradición no escrita, cualquiera con una cámara de fotos nueva y sin posibilidad de salir a explorar, fotografía lo que tiene a su alrededor: una lata de refresco, unas flores o a su mascota. Pero existe todo un mundo detrás de la fotografía en la que los modelos no son personas, sino cosas y es un terreno en plena expansión gracias a las redes sociales, que tiene su vertiente profesional y una aplicación cotidiana que, para muchos, pasa casi desapercibida.Estas son algunas de las ramas de la fotografía que tienen a objetos y cosas por modelo:
Fotografía de producto
Fotografiar cosas es todo un arte y, aunque a priori pueda parecer un tema vacío, está abierto a infinidad de posibilidades y permite, incluso, desarrollar un estilo propio. Paloma Rincón, por ejemplo, se ha convertido en toda una especialista en fotografía en alta velocidad, logrando retratar cosas tan increíbles como el líquido en movimiento; Martí Sans es todo un experto en estudiar los esquemas de iluminación a la hora de fotografiar objetos brillantes como botellas de vidrio o piezas de joyería. Otros, como Mina Barrio, han hecho de las redes sociales su terreno de juego y son capaces de realizar fotografía profesional para Instagram armándose únicamente de un teléfono móvil.
Fotografía gastronómica
Mucho se ha hablado de las famosas fotos de comida, que comparten protagonismo en Instagram con las imágenes de gatitos y las de pies en la playa; pero esta rama de la fotografía gastronómica poco tiene que ver con el plato de paella que compartes con tus followers cada domingo a mediodía. El negocio del food styling es una disciplina en pronunciado crecimiento y son muchos los fotógrafos que se están formando para incluir nuevas técnicas de fotografía gastronómica publicitaria en sus portfolios.
Fotografía arquitectónica
La ciudad es otra de las grandes musas de quienes prefieren retratar seres inertes. La geometría y el minimalismo fotogénico de las construcciones ofrece a los amantes de la fotografía arquitectónica y urbana una satisfacción visual difícilmente superable que, además, admite tantos puntos de vista como ojos se asomen detrás del objetivo. Quizás nunca te lo habías planteado, pero siempre es un buen momento y lugar para hacer una inmersión en la fotografía de arquitectura.
Fotografía de miniaturas
Quizás menos popular que los anteriores, pero no por ello menos espectacular, es la fotografía con modelos a escala de la que Félix Hernández es uno de los máximos exponentes. El fotógrafo mexicano utiliza juguetes o figuras en miniatura para crear escenas increíbles con aspecto realista que, de haberse preparado a escala real, supondrían un desembolso enorme de dinero, muchas más horas de trabajo y la colaboración de un gran equipo.
No hay excusa para no enamorarse de la fotografía, hay un tipo de imagen para cada uno y es posible encontrar la belleza visual en cualquier escena. Tú, ¿eres más de fotografiar a personas o prefieres sacar fotos a cosas?