Trabajar en remoto se ha convertido a día de hoy en una realidad incuestionable. Las posibilidades que nos ofrece el teletrabajo son muchas, pero también hay que tener en cuenta las particularidades y algunas de las barreras que derivan de trabajar fuera de nuestro escenario habitual.
Con la esperanza de combatir y frenar esta tercera ola de contagios, muchas empresas han optado por que sus empleados trabajen desde casa para limitar las interacciones innecesarias. Si es tu caso, muy atento a estos consejos para teletrabajar que te ayudarán a aprovechar el tiempo al máximo.
Por un lado, si bien es cierto que se genera menos ansiedad por contraer la enfermedad o incluso podemos sentirnos reconfortados al no tener que desplazarnos para ir a trabajar. Por otro, no hay que olvidar que para trabajar en remoto es necesario adaptarse; y que la transición de trabajar en una oficina a trabajar en casa, no es siempre fácil.
Aún así, el teletrabajo es una realidad que se puede aplicar de forma fácil y sencilla en el ámbito creativo. Sin embargo, cuando la situación viene forzada de golpe a causa de motivos ajenos a nuestra voluntad, es fácil que inicialmente surjan algunos contratiempos. Si es tu caso, aquí algunos consejos para superar los problemas de trabajar en remoto que todos tenemos por primera vez.
¿Cómo superar los 3 problemas más comunes de trabajar creativamente en remoto?
el problema: aislamiento
En ocasiones, el hecho de cambiar el espacio de trabajo y pasar de una oficina en la que hay contacto directo con los compañeros y un flujo de comunicación constante cara a cara, a tener que trabajar en soledad implica una transición drástica.
Pero que nadie se confunda, cuando decimos trabajar en soledad, no nos referimos a estar completamente solo en casa (con la situación de confinamiento a causa del coronavirus, seguro que muchos se ven abocados a trabajar con su pareja o sus hijos al lado), sino a no contar con el punto de vista de alguien de tu equipo que comprende tus dudas y tus inquietudes.
Reconozcámoslo, muchas veces ese compañerismo nos ayuda a la hora de moldear nuestros músculos creativos. Compartir dudas e intercambiar opiniones nos facilita la tarea de resolver problemas. Incluso en determinados momentos de frustración, encontramos en nuestros compañeros de trabajo un punto de apoyo. En ocasiones, ese compañerismo se traduce en salir de cañas o tomar un café.
Sin embargo, cuando empezamos a trabajar en remoto, estas oportunidades diarias de contacto humano desaparecen.
La responsabilidad recae de manera individual, sin dedicar ese tiempo a la construcción de relaciones, lo que significa que a menudo es posible sentirse desconectado de los compañeros de trabajo.
solución: herramientas digitales para la conexión
Para ayudar a superar una sensación de aislamiento laboral, es preciso prestar tiempo a crear y mantener nuestras relaciones con los compañeros y habilidades de comunicación. La conexión con los colegas puede comenzar por Slack, un sistema de mensajería para equipos. También en el caso de necesitar mantener conferencias o reuniones online hay otras herramientas, como Zoom o incluso los Hangouts de Google.
Lo importante en estos casos es que, para que funcione, los trabajadores deben comunicarse de manera transparente y ordenada, de modo que nada se quede atrás.
problema: falta de estructura y orden
Una cuestión clave es aprender a manejar el tiempo. Por otro lado, hay que tener en cuenta, que cuando se trabaja en una oficina, constantemente surgen ‘fuegos que apagar’ o temas que hay cubrir de manera de manera improvisada. En este sentido, los problemas se abordan a medida que surgen.
Sin embargo, cuando se trabaja a distancia, todo está más cerrado; cada trabajador es responsable de sus tareas y de cerrar unos objetivos predeterminados. Pero, ¿qué sucede con esos imprevistos o esos pequeños fuegos que surgen y hay apagar a lo largo del día?
solución: check-ins programados regularmente con agendas flexibles
Lo importante aquí es abrir una línea de comunicación que permita realizar check-ins de las tareas programadas en el calendario del día. Estas revisiones deben posibilitar conversaciones informales con una cadencia más regular. A la hora de trabajar en remoto, es importante mantener una estructura y plasmar gráficamente esas tareas sobre un panel.
problema: burnout
Uno de los mayores cambios derivados de trabajar en remoto es la falta de interrupciones durante el día. Hay quienes tienen una facilidad de concentración enorme. Son trabajadores que, desde que inician su sesión por la mañana hasta que cierran la sesión por la tarde, están al 100% concentrados en hacer las cosas.
Y aunque este hecho puede parecer beneficioso productivamente, también conduce a resultados menos que ideales, como olvidarse de comer, ser sedentario y estar apoltronado todo el día o trabajar hasta altas horas de la noche. Lo que finalmente se traduce en caer en el agotamiento creativo o burnout.
la solución: bloqueo de tiempo
De ahí que sea sumamente importante incluir tiempo en nuestro calendario para levantarnos, hacer algún tipo de ejercicio para desbloquear músculos y salir de la rutina laboral. Debemos asegurarnos de estar un tiempo alejados de la pantalla que nos permita divagar e incluso, por qué no, procrastinar un poco.
Poner una alarma y bloquear ese tiempo asignado a nosotros mismos, nos ayudará a sentirnos más renovados y recargados de energía.
También existen diferentes herramientas de mindfulness para evitar el síndrome del burnout que nos serán de gran ayuda cuando tenemos que trabajar en remoto
En definitiva, trabajar en remoto no esconde grandes secretos, y al igual que sucede en la oficina, todo se resume en mantener el orden, las rutinas y evitar las distracciones. Además, afortunadamente, en la actualidad contamos con excelentes herramientas, como pueden ser Slack, Zoom… que nos permiten trabajar en remoto y estar conectados con nuestro equipo de trabajo online.