A pesar de vivir en un mundo lleno de siglas, sigloides y acrónimos, pocas personas saben distinguir las diferencias que hay entre ellos y cómo se escribe correctamente cada uno. Hay una tendencia generalizada a escribirlos todos igual pensando que son lo mismo, pero en absoluto es así. Tampoco se suelen hacer diferencias entre siglas y abreviaturas y muchos creen que la misma norma ortotipográfica se debe aplicar en los dos casos, lo cual es incorrecto.
La principal diferencia entre una sigla y una abreviatura es que, mientras que en la abreviatura (como vimos en el anterior artículo) se suprimen letras de la mitad o del final, en la sigla siempre se suprimen las letras del final y solo se conserva la inicial de cada palabra del enunciado. Para formar una sigla se toma la primera letra de cada palabra y se exceptúan elementos secundarios como preposiciones o conjunciones. Es importante remarcar esto porque esa eliminación de elementos secundarios es lo que diferenciará a la sigla del sigloide. Aunque abreviaturas y siglas sigan en principio el mismo proceso de abreviación, la diferencia es que en las siglas se formarán neologismos, mientras que en las abreviaturas nunca pasa esto –ya vimos en el anterior artículo que la palabra se sigue leyendo entera aunque esté abreviada.
Con este proceso abreviativo podemos encontrar dos tipos de siglas. Podemos encontrar siglas consonánticas que se leen como una palabra (OTAN) o siglas que se deletreen porque no pueden leerse como una palabra (KGB). Tanto si son de pronunciación silábica como consonántica, las siglas se escriben sin puntos –aunque no es incorrecto ponerlos– y sin espacios. Aunque en un primer momento las siglas se escribían con puntos y espacios, luego han ido desapareciendo, ya que debido a un proceso de lexicalización (frecuencia/uso) tanto unos como otros fueron desapareciendo. Así, se pasó de la fórmula O. T. A. N. a O.T.A.N. y posteriormente a tratarla como una sigla: OTAN.
El grado de aceptación de una sigla tiene mucha importancia, ya que una sigla puede llegar hasta el máximo grado de lexicalización, que sucede cuando una sigla se convierte en una palabra común, como ha sucedido con algunos neologismos que empezaron siendo siglas y han terminado siendo una palabra de uso común, momento en el que empieza a escribirse en minúscula y comienza a tildarse con las normas que afectan a cualquier palabra, como ha sucedido con ovni, láser, etc.