Los publicistas son creativos que deben de innovar constantemente en su trabajo para conseguir llamar la atención del mayor número posible de espectadores que estén dentro de su público objetivo. En esta ocasión, la marca de moda Balenciaga ha sido la que ha apostado por una campaña poco común en este sector.
Hace poco en Gràffica, hablábamos del trabajo del fotógrafo turco Sakir Yildirim, que utilizaba la distorsión como una manera de crear retratos surrealistas en su serie ‘Crawler’. Este formato se desviaba de lo que podemos entender como retrato, ya que en la mayoría de piezas no se mostraba el rostro del modelo, lo que aumentaba la incertidumbre. Aun así, se presentaba como una idea interesante en cuanto a fotografía artística se refiere.
Sin embargo, en esta ocasión, ha sido una marca de ropa como Balenciaga, la que ha utilizado esta técnica para presentar su nueva coleccción de primavera tanto para hombres como mujeres. La campaña ha sido realizada por la fotógrafa Sophie Delaporte, quien destaca por realizar retratos en los que la nitidez no es uno de los elementos importantes de la composición.
Aun pareciendo una campaña realmente atrevida y rompedora, es una forma de continuar el estilo de las campañas que viene realizando Balenciaga. Para presentar su anterior colección, la marca de moda utilizó un estilo de “fotografías robadas por paparazzis”, de las modelos que vestían la ropa.
Lo interesante de todo esto es cómo las nuevas tendencias que podemos encontrar en redes sociales, son adoptadas por marcas para publicitar su producto, aunque esta sea una marca de ropa y elija la distorsión y la deformación como técnica. En la época del estímulo visual continuo, hemos llegado a un punto en el que llamar la atención del potencial cliente supera con creces la voluntad de presentar el producto como tal, por parte de las marcas.