Número tras número, nos enfrentamos a nuevos retos. Un proyecto como la revista Gràffica no solo trata de tener buenos contenidos sino de ir más allá y crear un producto útil con nuevo materiales y nuevos usos. En este número, hemos contado con la inestimable ayuda y colaboración de la ilustradora Susana Blasco, la imprenta Impresum y de la compañía Ricoh, quienes han aportado todos sus conocimientos, habilidades y tecnologías para producir una revista que ha superado de nuevo todas las previsiones: 4.000 portadas únicas y diferentes, impresas con tinta blanca digital.
Crear 4.000 portadas totalmente únicas y diferentes entre sí ha sido uno de los objetivos que hemos perseguido durante los últimos meses para otorgar a ‘Creatividad’, nuestro número 4 de Gràffica, un valor añadido.
«No sé qué loco va a poder hacer esto». La rotunda sentencia se ha repetido como un mantra en la redacción de Gràffica. Llegaba el final del año 2016, y el número 4 comenzaba a alcanzar su punto perfecto de cocción para salir a la calle. Sin embargo, y con el pretexto de generar una portada lo más creativa posible, un objetivo comenzaba a afianzarse en nuestras mentes: «Queríamos que la creatividad también se plasmara en las portadas», cuenta Víctor Palau, director de Gràffica. «Así que tomamos la decisión de que teníamos que conseguir que todas fueran diferentes entre sí. Casi nada», sonríe consciente de la dificultad de nuestro propósito.
Dani Matoses, director de Impresum, asegura que fue un proyecto complejo, y señala que «ningún encargo habitual suele estar preparado para lo que hemos hecho». «La tecnología no está 100% lista todavía para este nivel de creatividad, por lo que hemos tenido que prepararlo todo concienzudamente para solucionar los posibles condicionantes técnicos», añade.
Además de las portadas variables en cuanto a imágenes, también ha sido decisivo el tipo de papel que ha aportado colores que se intercalan en las portadas.
La tinta blanca digital es otra de las particularidades de la portada. «Es algo realmente disruptivo», revela Dani Matoses. «Este tipo de tintas ya se habían desarrollado antes, pero a precios desorbitados, y casi de forma exclusiva para serigrafía. Ahora se puede acceder a ellas de manera más razonable para el uso diario», agrega. «Ha sido muy interesante mezclar dos tecnologías; el interior en offset, y la portada en digital», añaden desde Ricoh como uno de los factores más enriquecedoras del proyecto.
El resultado de estas 4.000 portadas no podría haber sido más satisfactorio. «Nos ha costado mucho, pero estamos muy contentos. Poder hacer 4.000 portadas de revista diferentes no es algo que surja todos los días», cuenta Dani Matoses.