Alberto Schommer ha sido galardonado con el Premio Nacional de Fotografía 2013 que para muchos tendría que haber llegado hace mucho tiempo. «Lo más importante y lo más bonito que me ha podido ocurrir. Algo que se consigue solo una vez en la vida», decía Schommer al recibir la noticia. Dotado con 30.000 euros y otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el jurado del galardón ha querido reconocer «su continuada trayectoria fotográfica durante más de cincuenta años».
Alberto Schommer (Vitoria, 1928) es un enorme retratista con más de 50 años de profesión en los que ha tratado todos los temas y técnicas. La manera de entender el genero del retrato y su innovación han sido los motivos que según el jurado destacan de su obra y son merecedores del premio. «Su continuada trayectoria fotográfica durante más de cincuenta años, en la que no solo ha abordado todos los temas, sino que también ha innovado en el medio, desde el punto de vista técnico y experimental; siendo testigo de la transformación cultural y social de nuestro país».
Schommer recibe con alegría aunque también con tristeza el premio, que lo dedica a su mujer Mercedes Casla, fallecida hace unos meses. «Ella fue mi apoyo y empuje permanente y temía que se olvidaran de mí, como le ocurrió a Oriol Maspons. El premio me alegra mucho, pero sobre todo por ella».
Fotógrafo presente en la historia española desde los años 70, ha desarrollado su actividad principalmente en el retrato de lo que se siente más orgulloso y sobre todo de los retratos psicológicos minuciosamente preparados de los grandes hombres del poder de este país en ámbitos como la economía, la política o la cultura.
«La fotografía no es algo simple y rápido. No consiste en un simple click y a ver qué sale. Hay que pensar y planificar muchísimo la fotografía que queremos. La tengo que tener antes perfectamente representada en mi cabeza. La cámara es indiferente», comentaba Alberto Schommer en declaraciones recogidas por El País.
Confiesa que casi siempre utiliza Nikon. «Siempre soy partidario de la fotografía analógica. La digital me sirve para algunos detalles más o menos improvisados. Pero ya le digo que no soy de los que dispara a lo loco», explica. A los 85 años, avisa: «Estoy trabajando en un proyecto que sorprenderá a todos».
El jurado estuvo formado por Josep Benlloch Serrano, Catherine Coleman McHugh, Laura Manzano Méndez, Matías Nieto Koenig, Carlos Pérez Siquier, Roxana Popelka Sosa Sánchez, y Begoña Torres. Actuó como presidente Jesús Prieto, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales.