Para muchos diseñadores especializados en branding, crear o rediseñar la identidad de una aerolínea es un sueño. Tal vez uno de los motivos de nuestro interés por estos proyectos es el enorme reto que implican, ya que debemos trabajar en formatos muy diferentes y complejos como puedan ser el fuselaje de un avión o los uniformes de la tripulación. Un ejemplo de ello es el rebranding Air Canada.
Hace unos días, y coincidiendo con el 80 cumpleaños de la compañía y con el 150 aniversario de Canadá como Estado confederado, se presentaba el rediseño de Air Canada realizado por la agencia londinense Winkreative. Analizando este trabajo, podemos comprender qué supone el rediseño de la identidad de una aerolínea como proyecto de branding total.
La hoja de arce como símbolo nacional
El rediseño de Air Canada ha consistido un ejercicio de simplificación y modernización poco rupturista. Hay pocas aportaciones nuevas y llamativas en la nueva imagen, tal vez porque se ha buscado una identidad de carácter senior que aporte prestigio a la aerolínea, gracias a un lenguaje visual serio y rotundo.
El cambio más significativo de Air Canada consiste en la revisión de la insignia de la aerolínea incluyendo la hoja de arce en un círculo para aumentar su visibilidad. Como ya sabemos, esta hoja de once puntas aparece en la bandera canadiense y representa la naturaleza y los entornos naturales del país. Esta misma hoja roja ha sido el símbolo de Air Canada desde 1937, cuando se fundó la aerolínea, y tal y como explican desde la compañía, sirve para llevar a los aeropuertos de todo el mundo “la cultura canadiense y su carácter acogedor”.
La nueva paleta de color que acompaña el rediseño no puede ser más sobria. Consiste en la combinación de blanco, negro y rojo. Y, más allá de la revisión del logotipo y del símbolo y la gama cromática, este rediseño no incluye muchos más elementos, aunque sirve para apoyar la modernización de la aerolínea al sumar nuevos modelos de aviones a su flota actual, además de mejorar sus menús y bodega de vinos para los pasajeros de clase business.
Nuevos uniformes – cómodos y aburridos– para la tripulación
El diseñador de moda Christopher Bates ha colaborado en este proyecto diseñando los nuevos uniformes de Air Canada. Su aportación ha consistido en crear piezas con materiales que perduren en el tiempo y que sean cómodos. Para ello, ha confeccionado las prendas con tejidos naturales como la seda, la lana o la piel de tacto suave. Sus diseños buscaban el confort de los empleados, además de seguridad para aquellos que desarrollan actividades de riesgo como los técnicos en pista.
En este caso, lamentamos que no se haya arriesgado en el diseño de estas prendas, ya que los uniformes de una aerolínea son un punto de contacto de la marca con sus públicos y, estos nuevos diseños, resultan tan poco originales como inspiradores.
Las aerolíneas y su peso político
Las aerolíneas, además de compañías de transporte, son entidades que representan las naciones a las que pertenecen. Por este motivo, muchas veces sus cambios de identidad se han convertido en cuestiones políticas. Así ocurrió con Iberia, cuya identidad fue rediseñada en 2013 por Interbrand. Su nuevo logotipo eliminaba la corona monárquica y desde la consultora se explicó que este cambio fue “consensuado con la Casa Real”. Imaginamos que muy pocas compañías del mundo necesitan este tipo de aprobación, lo que nos indica que, de una u otra manera, sus cambios visuales expresan un momento o una circunstancia política.
Respecto a Air Canada, Benjamin Smith, Chief Executive Officer President de la compañía, explica que este cambio mira hacia el futuro y «representa la fortaleza de nuestra nación». El hecho de que su rebranding coincida con el 150 aniversario de Canadá como Estado confederado no es una casualidad, pues la visibilidad del país está en uno de sus mejores momentos por su importante protagonismo internacional. Por una parte, la aerolínea se apropia de la actual fortaleza nacional canadiense para potenciar la suya propia y, por otra parte, la nueva identidad de la aerolínea expresa el enorme potencial del país.
Si la vinculación entre las aerolíneas y sus países de origen es tan alta como cabe esperar, tal vez no pueda sorprendernos que, en muchos casos, veamos rediseños tímidos y poco arriesgados, a lo que hay que sumar las restricciones de seguridad de los aviones y los aeropuertos que añaden una dosis de dificultad a estos proyectos.
Actualizado 06/03/2017