Qué mejor manera de celebrar el mes del orgullo que con una selección de 5 ilustradores que rinden un homenaje a la comunidad Queer.
Excluidos del imaginario colectivo durante mucho tiempo, l@s ilustradores Queer se reapropian la esfera mediática para compartir su realidad y ofrecer nuevas narrativas. Desde el humor, la reivindicación o la poesía visual, cada uno elige su registro para contribuir al avance de la causa Queer y celebrar la belleza de su comunidad.
1 – The Cute Brute (Brooklyn, USA)
Como su nombre sugiere, las ilustraciones de Cute Brute desafían el arquetipo del macho con un lenguaje visual cándido. Inspiradas en los cómics que dominaban el paisaje televisivo americano de los años setenta, las ilustraciones del artista neoyorquino con sus trazos gruesos, colores planos extravagantes y composiciones gráficas, encarnan la estética del internet 2.0. Y con razón, ya que Facebook e Instagram contrataron al ilustrador para realizar una serie de stickers celebrando la cultura Queer.
Pero el artista no espero a los gigantes del web para desarrollar una iconografía Queer. Desde 2013, emplea sus personajes extravagantes, su estilo gráfico y su tono humorístico para explorar temáticas sujetas a tabúes o a una sexualizacion excesiva en las redes. El artista, yuxtapone los estereotipos de género, encontrando su riqueza estética en la fluidez.
2 – W E D N E S D A Y (Londres, UK)
En forma de diario íntimo, Wednesday, que se auto-califica Queer y agénero, se apropio de Instagram, compartiendo sus estados de ánimo, sus experiencias y reivindicaciones a favor de la comunidad Queer y en especial transgénero.
Con ilustraciones, auto-retratos y mensajes pintados a mano a partir de una paleta de color nacida del arco iris, Wednesday da a su trabajo una vocación educacional. Desde Reino Unido, Wednesday crea un puente entre la comunidad Queer y las personas cisgeneros, compartiendo consejos sobre el uso correcto de pronombres, o las maneras concretas de apoyar a las personas transgénero.
3 – Loveis Wise (Philadelphia, USA)
Loveis llevaba apenas unas semanas graduada de la Universidad de Artes de Philadelphia, cuando se convirtió en una de las dos artistas afro-americanas en haber ilustrado la portada de The New Yorker.
La ilustradora cuenta en la misma revista, que después de empeñarse a dibujar con una línea, no le acababa de convencer. Fue así que, eliminó las líneas de su trabajo y eligió trabajar únicamente con formas, lo cual define hoy en día su estilo. Creciendo en la intersección entre su identidad afroamericana y Queer, Loveis no se ve reflejada en el arte que la rodea o que se enseña en la escuela. Hoy la artista pone su talento al servicio de sus comunidades, retratando personajes diversos y prominentes, una metáfora visual de su llamada al empoderamiento.
4 – Fredrik Andersson (Londres, UK)
A caballo entre la ilustración y la cerámica, el artista sueco Frederik Anderson, celebra la desnudez, el sexo y la intimidad. Sus ilustraciones retrospectivas reconsideran, a través de una lente humorística, experiencias personales con el fin de desdramatizar y levantar los tabúes sobre algunas de sus temáticas.
Sus ilustraciones ponen en escena personajes coloridos con planos cerrados y escasos bocadillos de diálogo, recuerdan las composiciones de Roy Lichtenstein. A diferencia del pintor pop-art americano, Frederik Andersen usa el brush pen. Una herramienta, de la cual se enamoró durante sus estudios y que definió su estilo, especialmente en la representación de los detalles. Además de su trabajo personal, la involucración del artista, actualmente establecido en Londres, en la comunidad queer toma forma de talleres de cerámica, de carteles para la promoción de eventos, o más recientemente, de un mural celebrando el orgullo Queer, comisionado por YouTube.
5 – Sarah Maxwell (Paris, Francia)
Originaria de Austin, Texas, Sarah Maxwell crece reproduciendo los dibujos animados de la televisión americana. En 2013 atraviesa el Atlántico en dirección a París, para estudiar moda y finalmente, cómic.
Con su paleta limitada a tonos rosados y azules, sus cartuchos narrativos y sus escenas reflexivas, Sara Maxwell compone una atmósfera romántica en la que se desenvuelven sus personajes femeninos. A través de sus ilustraciones, Sarah Maxwell retrata abiertamente sus experiencias como mujer lesbiana, otorgando voz y representación a una comunidad frecuentemente olvidada por la esfera mediática. Así, sus planchas narrativas exploran con sensualidad la intimidad de una juventud Queer contemporánea.
La música también ocupa un lugar importante en la obra de la ilustradora, que frecuentemente parte de una letra o de una melodía para reproducir una emoción. Su trabajo ha aparecido en varios media internacionales como la BBC, Wired o New York Times.