La joven londinense Chloe Dewe Mathews muestra historias recónditas a través de sus fotografías, y es que la artista hizo auto-stop durante casi un año desde China a Gran Bretaña para desvelarnos realidades desconocidas valiéndose de su cámara.
Dewe trabaja en silencio, instintivamente y con luz natural y sus trabajos le han llevado a ganar un Julia Margaret Cameron New Talent Award y Magenta Foundation Flash Forward. Ha trabajado para Harper’s Bazaar, HUCK, The New York Times Magazine, Riders, The Sunday Times Magazine, Telegraph Magazine.
Después de graduarse en Arte en la Universidad de Oxford, Chloe Dewe Mathews trabajó en la industria del cine durante cuatro años antes de dedicarse a tiempo completo a la fotografía. Pasó dos años y medio ayudando a Zed Nelson y Marcus Lyon, y luego comenzó a centrarse en su propio trabajo.
En 2010 Dewe Mathews hizo auto-stop durante nueve meses desde China a Gran Bretaña, con el objetivo de observar los cambios graduales que se producen mientras se desplaza de este a oeste. Según la artista iba a la búsqueda de pequeñas historias que hablasen de grandes problemas, para ello habló con tantas personas como le fue posible.
Este viaje le brindó varios trabajos:
Caspian que le llevó a firmar con Panos Pictures y ganar el BJP International Photography Award. La serie se centra en la ciudad de Naftalán (Azerbaiyán) donde la gente se baña en el petróleo crudo local para tratar enfermedades, y donde un grupo de trabajadores migrantes uzbekos, están construyendo tumbas cada vez más elaborados para la nueva clase media rica del petróleo en Kazajstán.
Shot at Dawn representa los sitios en los que se ejecutaban a miembros de las tropas británicas, francesas y belgas por cobardía y deserción entre 1914 y 1918. Las imágenes van acompañadas de los nombres y fechas de los ejecutados en estos lugares, creando una forma de rendir un homenaje a la memoria de estos soldados.
China’s Wild West nos muestra la realidad de la frontera oeste de China, una región escasamente poblada llamada Xinjiang. La mayoría de sus habitantes son musulmanes Uighur, gente que tienes más en común con sus vecinos que con los chinos que los colonizaron. Esta minoría está luchando por defender su cultura y tradiciones mientras China intenta diluir su población con sus leyes migratorias.
Actualizado 20/05/2021