Sin manos, sin personas, sin montaje real. Una simple caja temblando en el centro de una habitación vacía ha revolucionado las redes. En segundos, todo cobra vida: muebles que se ensamblan solos, lámparas que levitan hasta el techo, cuadros que se cuelgan sin tocar nada. Y todo gracias a un solo prompt. Bienvenidos al fenómeno del AI Box Unboxing con Google Veo 3, la tendencia visual más hipnótica del año.
Primero fue un salón vacío. Luego, una caja blanca en el centro. Un temblor, un clic… y de pronto, una explosión de objetos bien diseñados comienza a poblar el espacio. Aparece una alfombra, una cama, una lámpara flotando hasta su lugar, una planta girando suavemente. Todo sucede sin cortar plano. Todo sucede sin nadie ahí. Y todo, sí, es generado por inteligencia artificial.
Así son los nuevos unboxings digitales que están inundando TikTok, Instagram y X (Twitter). La caja protagonista, en muchos casos, lleva un logo familiar: IKEA. Pero el fenómeno va más allá de la marca sueca. Se ha convertido en un formato narrativo por sí mismo. Un nuevo género visual. Una fórmula replicable donde cualquier usuario puede provocar el famoso “efecto wow” con apenas unas líneas de texto bien escritas.
La tecnología detrás de esta ola es Google Veo 3, el modelo de generación de vídeo por IA que permite integrar imagen, sonido, movimiento de cámara y narrativa en un mismo proceso creativo. Pero lo verdaderamente innovador es cómo se está usando: no basta con pedirle “haz una habitación bonita”. Los creadores más virales están utilizando prompts estructurados en formato JSON que indican a la IA qué escena montar, en qué orden, con qué sonido y bajo qué estilo visual.
El resultado: vídeos que parecen sacados de una campaña publicitaria, pero que en realidad nacen de un guion de texto. Literalmente.
Un ejemplo típico circula en redes con el título “AI Room Unboxing”:
jsonCopiar{ "description": "Plano cenital de un dormitorio escandinavo. Una caja de IKEA se agita, se abre y los muebles aparecen ensamblándose solos con música suave de fondo.",
"camera_setup": "slow zoom in",
"timeline": "0s: caja en escena / 3s: apertura / 5s: objetos en movimiento",
"audio": "clicks suaves, montaje rítmico, música ambiente"}
Basta con cambiar un par de elementos —una caja de tecnología en vez de IKEA, una oficina en lugar de un salón— y ya tienes una nueva pieza lista para viralizar. El fenómeno recuerda al éxito de los time-lapse de construcción o los satisfying videos, pero añade una capa estética mucho más sofisticada. Y lo mejor: no hace falta un plató, ni cámara, ni siquiera saber editar.
Varias plataformas de IA generativa han empezado a ofrecer plantillas listas para usar. Incluso usuarios sin experiencia pueden experimentar con esta técnica sin necesidad de programar. Solo escribir. Y ahí está la clave: el diseño ya no se limita a lo visual. Se escribe. Se programa en narrativa.

Además, el AI Unboxing no se queda en lo doméstico. Se han visto versiones tech, anuncios ficticios, parodias e incluso cortos artísticos. Todo parte de una caja que se abre… y todo lo que esa caja es capaz de revelar.
Lo interesante es que el público ya no distingue, a simple vista, si lo que ve es real o generado. Algunos comentan: “¿Esto es IKEA o Black Mirror?” Otros piden el link de compra. Pero el producto no existe. Solo es código.
Y es que este formato —nacido entre tutoriales y memes— está diciendo mucho más de lo que parece. Está señalando cómo se están transformando los procesos creativos. Cómo los diseñadores del mañana escribirán espacios con texto, animarán con prompts y montarán campañas en horas, no semanas. Todo con una caja temblando en el centro.
¿Hasta dónde llegará esta fiebre de cajas mágicas? De momento, ya ha colonizado el feed. Y, visto lo visto, no tardará en llegar a las agencias, los anuncios reales… y quién sabe si a tu próximo brief.
Actualizado 25/07/2025