Un vino protagonizado por mujeres olvidadas en la sociedad patriarcal

La Portadora es una marca de vinos que reivindica el recuerdo de algunas mujeres olvidadas. Se trata de un vino que no está solo dirigido a mujeres, sino que también está protagonizado por ellas. En ellos aparece la silueta de mujeres brillantes en la historia, pero que a pesar de sus grandes méritos y aportaciones, las circunstancias las obligaron a quedar ocultas. Las protagonistas de esta primera serie de la marca son: la filósofa española Oliva Sabuco, la hermana de Mozart, Marianne Mozart, y la hija de Lord Byron, Ada Lovelace. 

Estas tres mujeres son recordadas por esta marca, que las reivindica con su producto y con la intención de dar a conocer a estas personas que, por el mero hecho de ser mujeres, fueron totalmente invisibilizadas. La agencia I Am a Rock, dirigida por Eduardo González y Rosario García Guardiola, ha sido la encargada de crear el logotipo de La Portadora que, como no podía ser de otra manera, es la cabeza de una mujer. Una cabeza de inspiración griega, que da importancia a la inteligencia, que hizo que la vida de estas mujeres fuera distinta y que las hizo destacar, aunque no lo suficiente, por su género.

Los vinos, blanco DOS y tinto TRES, comparten tres tipos de etiquetas que hablan de tres historias distintas. Estas etiquetas, blancas a priori, son las siluetas que esconden la historia de tres mujeres. Estas historias invisibles están impresas en una tinta termo-sensible que, cuando llegan a una temperatura concreta, despliegan un resumen en texto de las vidas de las tres protagonistas:

Lady Ada Lovelace (1815-1852)

Única hija legítima de Lord Byron, el cual huyó tras su  nacimiento. Fue educada en las matemáticas por su madre, para alejarla de la poesía y del mundo libertino de su padre. Años más tarde, el inventor de la calculadora le pidió traducir la memoria de su máquina y Ada, añadió cálculos a la traducción, para que la máquina funcionara, creando así el primer algoritmo de la historia para un ordenador. Fue la creadora de la programación y demostró conocer mejor la máquina que su inventor. Renunció a la autoría de su descubrimiento, para que no fuera censurado y no publicado, por ser de una mujer.

Maria Anna Mozart (1751-1829)

Niña prodigio, con 7 años tocaba el piano y el clave. Su hermano Wolfgang, estudió música porque quería ser como ella. Su padre exhibió y explotó el talento de los hermanos, por muchas e importantes ciudades. A los 18 años a Marianne se le prohibió viajar, ya que estaba mal visto que una mujer de esa edad se mostrase en público. Marianne acató las órdenes y abandonó la música, para casarse con quien su padre acordó. Existen cartas de su hermano elogiando las composiciones de Marianne, aunque desgraciadamente, éstas no han llegado a nuestros días.

Oliva Sabuco (1562-1620)

Brillante filósofa del Renacimiento español, aunque olvidada. Publicó La nueva filosofía de la naturaleza del hombre, una reflexión socrática sobre la salud, en la que afirmaba que la relación entre cuerpo y mente era tan estrecha, que los médicos debían tratar cuerpo, mente y alma como una unidad. Autora y obra, fueron muy elogiadas en su época, hasta que su padre afirmó en su testamento ser el autor del libro y habérselo otorgado a Oliva para dotarla de honra. Dicha información fue dada por veraz inmediatamente, pues se trataba un libro demasiado intelectual, para haber sido escrito por una mujer.

I Am a Rock

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