Todo lo que sabe Jonathan Barnbrook sobre el diseño (y la vida)

— Jonathan Barnbrook Para Jonathan Barnbrook todo es político. El diseñador gráfico británico, uno de los más comprometidos con las denuncias y protestas sociales, admite que es incapaz de desligar sus creencias personales de su trabajo. Quizá por ello, todo lo que toca lleva impreso su peculiar sello: una mirada crítica que salpica con contundencia proyectos musicales, tipográficos, audiovisuales o de branding. Esa forma de observar el mundo es uno de sus principales rasgos característicos, y le llevó a trabajar con el mismísimo David Bowie. Para el destacado músico firmó la gran mayoría de sus discos a nivel gráfico. Hoy, Jonathan Barnbrook nos descubre todo lo que sabe sobre la profesión (y la vida). trabajar en cultura Somos un equipo de ocho personas, y solemos dedicarnos a muchos proyectos a la vez. Principalmente, trabajamos para instituciones culturales o para el ámbito musical. Tenemos este tipo de clientes porque, sencillamente, mi objetivo es hacer el menor daño posible con mi trabajo, y considero que promover la cultura o el arte es la mejor forma de hacerlo. Todos necesitamos dejar volar nuestra imaginación; una vía de escape; entender la alegría y el dolor de la gente… aprender, en definitiva, a pensar de distintas maneras. La cultura es una manera de conseguirlo. David Bowie, The Next Day. proceso creativo Soy incapaz de separar mis creencias personales de mi trabajo. Siempre estoy abierto a nuevas influencias, a darme cuenta de que solo tengo una cantidad de tiempo limitado en este planeta y debo usarlo bien. Intento creer que la gente es buena. Nunca he estado aburrido o sin inspiración. Cada día me despierto y sé que habrá mil pequeñas cosas que me inspiren o hagan que me dé cuenta de lo increíble que es el ser humano, y de la suerte que tengo de existir en este momento. Es muy importante atravesar momentos difíciles; si no fuera así, tu trabajo no evolucionaría y, consecuentemente, tampoco lo harías tú como creativo o como persona. Por eso, cuando empiezo un proyecto nuevo, me alegro de que haya un problema a resolver. Si todo fuera demasiado fácil, sería aburrido. La satisfacción del proceso creativo desaparecería. Cuando te encuentras en una racha complicada, a menudo eres más creativo. antes y ahora Cuando estudié diseño gráfico tenía 16 años; ahora tengo 52. El diseño, y el mundo en general, han cambiado mucho en este tiempo. El mayor impacto lo ha provocado el entorno digital, que ha afectado a todo cuanto nos rodea: desde hacer una obra de arte (que antes solía ser un trabajo manual, hecho a mano) hasta tener acceso al trabajo de otras personas o contar con clientes internacionales, pasando por muchas otras cosas como, por ejemplo, adquirir una tipografía que nunca había estado disponible antes. el diseño como arma social Por un lado, creo que es una elección personal; pero, por otro, también creo que, si eres humano, no puedes ser complaciente con todo lo que está sucediendo políticamente en el mundo y con, por ejemplo, lo que está pasando con el medioambiente. Ahora mismo estamos metidos en un buen lío y son los diseñadores los que pueden ayudarnos a salir de él aplicando sus habilidades comunicativas para poner el foco en lo verdaderamente importante. Diseño para revista anticorporativa, Adbusters: Apocalypse Soon. Disobedient Objects, catálogo, publicidad y diseño de la exposición para una exposición del museo V&A. diseño y política Lo quieras o no, todo trabajo es político. Diseñar para una compañía con ánimo de lucro, por ejemplo, es una decisión política básica. Parece que los diseñadores piensan que pueden mantenerse al margen de la política, pero necesitan darse cuenta de que todo lo que se hace a lo largo de una carrera es una decisión política. Una vez entiendan esto, estarán más cerca de comprender que el diseño es una herramienta de protesta política increíblemente poderosa. Ya ha sido así a lo largo de la historia. Si crees firmemente en algo, puedes usar tus habilidades para apoyarlo. trabajar en la música Para trabajar en el terreno musical es imprescindible, primero, amar la música. Personalmente, me resulta difícil desarrollar un proyecto con artistas cuya música no admiro ni respeto; y es algo que siempre acaba salpicando al diseño: si te gusta esa música, brotará de ti un entusiasmo natural y un profundo deseo de ahondar en ese mundo para entenderla mejor. Esa es la base de una buena portada de disco. Otra cosa que es importante tener presente es que nadie sabe cómo o por qué «funciona» la música: por qué tiene el efecto que tiene en los seres humanos. Parte del diseño de la portada de un disco también necesita esa parte «mágica» que logra tocar el alma de la gente. Y, por supuesto, hay aspectos más prácticos alrededor de la portada de un disco porque este no deja de ser una decisión comercial. Hoy en día, una portada puede estar presente en muchos formatos, desde la pequeña imagen que aparece en iTunes hasta una valla publicitaria pasando por muchos otros. Además, también es necesario saber a qué audiencia te diriges y cuáles son sus expectativas, incluso aunque luego voluntariamente decidas trastocarlo, como hacíamos Bowie y yo con las portadas de sus discos. David Bowie, Blackstar. bowie Como creativo, fue una de las personas más excepcionales del siglo pasado. A mí ya me encantaba su música antes de trabajar con él. Como persona tenía un gran sentido del humor; y, como profesional, era claro, honesto, alentador y muy respetuoso con tu trabajo. Tenía esa habilidad única de resultar estimulante al mismo tiempo que sacaba lo mejor de ti. No recuerdo nada negativo de trabajar con Bowie. El proceso era de colaboración y confianza. Siempre se planteaba qué era lo correcto para él y para los fans: siempre lo tenía en cuenta. Si no le gustaba algo, te lo explicaba; si le gustaba, te halagaba, te hacía sentir muy bien. Tuvimos la oportunidad de hablar sobre muchas cosas: arte, literatura, cultura; y, por supuesto, también de hacer bromas estúpidas. Eso es importante: cuando trabajes en algo, no te tomes demasiado en serio. tipografía La tipografía es fundamental en todo lo hago y un componente esencial en todo diseño, bajo mi punto de vista. Me sorprende la cantidad de diseñadores que no conocen el oficio. La tipografía hace que la comunicación sea mucho más fácil y que el trabajo sea más profesional. La manera en la que el cerebro percibe las formas de las letras es la misma, no importa el alfabeto o escritura. Mi tipografía, Bastard, no es el único tipo de letra que coge algo del pasado y lo lleva al presente (creo que es algo que hacemos constantemente con la cultura visual); es parte de la moda e reapropiarse del pasado para contemplar el presente. Para mí, es más importante cómo y cuándo se presenta un proyecto y qué quiere decir. Lo que considero diferente de Bastard es que se reconocen algunos aspectos negativos de la historia de la tipografía gótica. La mayoría de los diseñadores de tipografía, hasta el momento que la lancé, habían ignorado la asociación de la tipografía gótica con el fascismo. Para mí resulta absurdo no reparar en ello. efecto wow Trabajar con un cliente siempre conlleva una colaboración. Por eso siempre me aseguro de que el cliente sea parte del proceso. Como diseñador es probable que no tengo todas las respuestas o toda la información que necesito para resolver un problema de diseño correctamente. No sé si resulta sorprendente, pero parte del proceso de creación de un buen diseño pasa por ser una persona decente y agradable a la hora de trabajar. londres como espacio creativo Los museos e instituciones de aquí están muy preocupados por el buen diseño. Lo que se hace suele ser de alta calidad (aunque podría ser mejor), pero a menudo se piensa que todo radica en contarle a la gente el evento que está pasando o de qué va la exposición o el espectáculo en cuestión. Se podría incidir más sobre cómo la exposición interactúa con la cultura. El trabajo que hicimos para David Bowie Is es el mejor ejemplo de esto: desde las imágenes que usamos hasta las frases que cambiaban, creo que ha sido uno de los diseños inteligentes más atractivos en los que he estado involucrado. Exposición David Bowie Is. orígenes Procedo de una familia de clase obrera, donde lo más habitual era trabajar en las fábricas automovilísticas de mi ciudad natal (antes de que todas cerraran). El arte no era algo que se promoviera; es más, ni siquiera se contemplaba como una carrera. Fue mi profesor de Arte, en la escuela, el que me dijo que me veía como diseñador gráfico: «Eso es lo que debes hacer cuando acabes el colegio». Todavía conservo todos mis libros escolares y, efectivamente, tenía razón. Todos los logotipos de las bandas de música que me gustaban están perfectamente dibujados y trabajados con diferentes tipos de letra, antes incluso de saber qué era la tipografía. La verdad es que tengo mucho que agradecerle a aquel profesor. Si no fuera por él, estaría trabajando en una fábrica. cementerios Son un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad en el que puedes pensar, descansar, contemplar la naturaleza y percibir el cambio de las estaciones. Son lugares donde, además, puedes reflexionar sobre tu propia mortalidad: sobre lo que significa estar vivo, sobre lo que quieres hacer con tu vida. Y están repletos de estupendas tipografías. En un momento de mi vida, esas tipografías se convirtieron en un lenguaje visual que podía utilizar en mi trabajo: encajaba con lo que sentía. A los cementerios solo se les sigue llamando lugares «peculiares» porque la muerte continúa siendo tabú en nuestra sociedad. Pero en realidad morir es tan natural como nacer. Love Music Love Food. Logo para el proyecto Teenage Cancer Trust. diseño o arte No me preocupo por eso. Para mí, todo es trabajo. Puedo inspirarme tanto en la cultura más popular como en la escritura más elitista. Lo importante es mantener el interés por tus trabajos, y comunicarte de distintas maneras con distintas audiencias a lo largo de tu vida creativa. #metoo Espero que cada vez haya menos sexismo. El diseño gráfico tiende a mantenerse alejado de la política, de los derechos laborales y la sindicalización; como decía antes, no es muy bueno con los movimientos o la justicia. Algo positivo de lo que me he dado cuenta es de que hay muchas más mujeres estudiando diseño ahora que antes. brexit Lo odio. Nunca he visto una herida tan dañina para este país. Es malo, además, porque ha permitido que haya abiertas expresiones de racismo y que el ala de la derecha, a la que pertenecen principalmente las clases altas ricas del Reino Unido, sea más egoísta.

Todo lo que sabe Jonathan Barnbrook sobre el diseño (y la vida)

«Lo que menos me mueve de la fotografía es el dinero», Estela de Castro

«Mi trabajo se centra en diseñar para mejorar o salvar vidas»,
Leah Heiss

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