El mundo de las tintas para impresión es muy amplio. Tanto que en múltiples ocasiones los fabricantes de tintas nos sorprenden con novedades para gran cantidad de usos. Algunas aplicaciones ya existen desde hace tiempo pero suele ocurrir que el desconocimiento hace que su uso sea muy limitado. Es el caso de las tintas que reaccionan al calor o tintas termocromáticas. Hoy te presentamos algunas de las posibilidades que éstas ofrecen para dar rienda suelta a la creatividad.
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Las tintas termocromáticas son de una alta tecnología. Cambian de un color dependiendo de la temperatura en la que se encuentren, tan solo suba o baje la temperatura y el color aparece, desaparece o cambia a otro color.
Estas tintas están disponibles en varios colores y temperaturas de activación. Las temperaturas estándares de la activación son 15°C, 31°C y 45°C (59°F, 88°F y 113°F). También se pueden activar a otras temperaturas siempre que se solicite y se puede hacer en una variable entre -5°C a 65°C.
La temperatura de la activación se define como la temperatura sobre la cual la tinta ha cambiado totalmente de su color inicial, invisible, al color final. El cambio del color es ‘reversible’, es decir, el color original será restaurado finalmente cuando se vuelva a la temperatura de no activación.
Dentro del mundo del packaging, el recurso de utilizar tinta termocromática ofrece interesantes opciones. Un ejemplo es el de la cerveza danesa Mikkeller, diseñada por el estudio sueco Pernicals Bedow y en cuya etiqueta se puede ver bien un copo de nieve o bien el contorno de un sol, según ésta se enfría o calienta.
Otro buen ejemplo es el proyecto editorial Power del diseñador catalán Guillem Casasús. Este se vale de la tinta termocromática como un recurso que revela ‘la verdad’ que muchas veces permanece oculta en torno a la información que se nos ofrece sobre los conflictos bélicos en la lucha por el control de los recursos energéticos.
POWER MAGAZINE from Guillem Casasús on Vimeo.
Irreversible
La tinta termocromática también puede utilizarse de modo que sea irreversible. Una vez revelada la tinta se quedará permanente. Son tintas termocromáticas que sólo cambian una vez. El color aparece al llegar a su temperatura específica de activación y permanece aunque cambie la temperatura.
Un buen ejemplo de este tipo de tinta es el proyecto que desarrollo la agencia Serviceplan para el informe anual de Austria Solar, dedicada a la promoción de la energía solar térmica. Aprovechando la realización de este informe, la organización quería transmitir su apuesta por la constante innovación dentro de la industria solar de Austria. Por eso encargaron el diseño con la premisa de utilizar un medio extraordinario.
Los diseñadores Matthäus Frost y Mathias Nösel, inspirados por el funcionamiento de la plantas de energía solar fotovoltaica, consiguieron crear esta publicación que solo puede leerse bajo la luz solar. Según los diseñadores, la parte más complicada fue determinar las proporciones adecuadas de las tintas fotosensibles para conseguir la hoja en blanco bajo la luz artificial. Utilizaron tinta respetuosa con el medio ambiente y una mezcla perfecta que permite que el contenido sea invisible sin exposición UV. El packaging del libro también es especial; está protegido por un envoltorio de aluminio que impide que la publicación quede sobreexpuesta a la luz antes de ser abierta.