Hoy es el Día Internacional de la Animación y, para celebrarlo, exploramos el último film producido por Device. En esta ocasión, el estudio ha querido aventurar cómo serán nuestras vacaciones del futuro. Así es ‘The Postcard’.
Los típicos vídeos que hace la gente cuando se va de vacaciones ha sido el pretexto que ha escogido el estudio creativo barcelonés Device para producir ‘The Postcard’. A través de una voz en off, y en unos escenarios que nos llevan a un futuro no muy lejano (concretamente, el 2037), asistimos a la reproducción de una postal futurista en la que se nos cuentan las increíbles, envidiables y con dobles sentidos vacaciones de una joven en el Sudeste asiático.
«En un principio queríamos hacer una parodia de los clichés de estos vídeos, donde la gente muestra los lugares que ha visitado, las actividades que ha hecho, comidas que ha probado… y, por supuesto, siempre mostrando los mejores momentos del viaje. Podríamos decir que es un género en sí mismo», nos cuentan desde Device. Ese planteamiento les condujo a preguntarse cómo serían las vacaciones en el futuro: ¿los turistas seguirían haciendo las mismas cosas cuando viajan?
«Repasando los topicazos, quisimos incluir, como no, el “amor de verano”», añaden.
Con una paleta de colores reducida («una gama menos realista»), Device ha dotado de un ‘look and feel’ de ilustración tipo cómic a la pieza, hecho que le aporta carácter y los acerca más «al mundo de la ciencia ficción». Por lo que respecta al nivel técnico, desde el estudio indican que han utilizado diferentes tipos de animación acabada 2D. «Aunque para nosotros, más que la parte técnica, el reto interesante fue transportar el lenguaje de los vídeos de viajes al universo animado. Todo ello, en un entorno futurista», alegan.
El resultado es un pequeño corto donde todo vale para tener una experiencia inolvidable, mensaje que nos aporta otra perspectiva de en qué pueden convertirse nuestros idílicos viajes de verano en el futuro y acaba por dejarnos un amargo sabor de boca. «El futuro siempre crea incertidumbre, pero no nos atreveríamos a decir que todo tendrá un sabor amargo. Al igual que Black Mirror, hemos usado el ingrediente distópico para impactar un poco más al espectador, no para pronosticar exactamente cómo será el mundo», señalan desde Device. Y ponen un ejemplo: «Si hace 10 años nos hubieran preguntado nuestra opinión respecto a conocer a tu pareja deslizando fotos hacia la derecha en un teléfono móvil desde el sofá, seguramente también nos hubiera parecido únicamente amargo». «Pero pensamos que no todo es blanco o negro. Creemos que hay que saber ver las dos caras de la moneda y ser conscientes de ello. Y por eso creemos que la mejor forma es proponiendo reflexiones al respecto», concluyen.
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