Desde sus inicios hace 12 años, The Huffington Post ha mantenido la misma línea editorial, el mismo posicionamiento y la misma identidad visual. Nació como un periódico online con contenidos variados de política, sociedad, cultura y tecnología, haciendo especial hincapié en los contenidos virales de la red y persiguiendo el objetivo de ser «una nueva voz con una visión editorial sin precedentes». Sin embargo, hace unos días conocíamos el proceso de cambio que ha sufrido –que afecta tanto a su nombre como a su identidad– y que pretende relanzar la plataforma justo en el momento en el que Lydia Polgreen asume la responsabilidad como Editora Jefe.
Este proyecto ha sido realizado por Work-Order, la agencia de neoyorkina que también realizó el rediseño de Kodak y de la app de noticias Now This.
Cuando el nombre coloquial se convierte en el nombre oficial
Este cambio tiene el objetivo de revitalizar su posicionamiento como un portal de noticias para el gran público, enfocado a todos aquellos que no se sienten identificados con el periodismo clásico. Lydia Polgreen explica que quieren «representar a aquellos que sienten que no tienen voz» porque Huffpost quiere «escucharles y amplificar sus voces». Con esta nueva visión, más cercana y social, el cambio de nombre cobra sentido ya que, desde que nació The Huffington Post, se ha conocido coloquialmente con Huffpost y, el hecho de asumir este nombre, es una forma de dar voz a su público y de reconocer su poder.
Si bien creo que adoptar el nombre coloquial es un paso valiente, original y alineado con su nuevo posicionamiento, lo cierto es que, en este caso, es una decisión arriesgada. El motivo es que el término huff tiene varios significados y ninguno de ellos parece adecuado para un portal de noticias (huff se puede traducir como respirar fuerte, resoplar, jadear, inhalar o ¡esnifar!)
«Empatía, urgencia y furia»
La nueva identidad visual de Huffpost apuesta por una tipografía sans serif gruesa que, en comparación con la anterior, clásica y con serifa, aporta algo que el logotipo original no tenía en absoluto: personalidad.
Para el nuevo diseño se ha elegido la tipografía National, que el equipo de Huffpost define como «fuerte y poco convencional». Pero tal vez lo más interesante es que se utiliza su versión cursiva para evocar acción, acentuar el dinamismo de internet, la continua actualización de los contenidos y la interacción viva en las redes sociales.
La letras en cursiva mayúscula aparecen enmarcadas por dos formas geométricas irregulares que, en la versión animada del logotipo se unen para formar un símbolo. Desde Work-Order explican que este elemento evoca la letra H inicial aunque no parece claramente una H ni tampoco una letra. También se puede interpretar este símbolo como dos signos slash del lenguaje HTML o como un área dividida por un camino ascendente.
Como en otros casos, el hecho de que se incluya un símbolo dinámico hace que la marca adquiera mayor presencia y se perciba como más adulta. Y, el hecho de no abandonar el color verde que siempre ha acompañado a esta plataforma, parece el hilo conductor del rediseño. Desde Huffpost explican en este post cómo es el nuevo logotipo y los motivos que les llevaron a buscar un cambio de identidad y, entre otras cosas, afirman que «queríamos algo más atrevido y fresco para iniciar un nuevo capítulo, pero también queríamos pagar tributo a nuestro pasado».
El equipo de Work-Order explica que este rediseño moldea la voz de Huffpost para darle mayor peso conceptual y conseguir mostrar empatía con sus lectores y potenciar las ideas de «urgencia y furia» en las que se inspira su nueva línea editorial.
Nueva identidad y ¿nueva era?
Esta nueva identidad va acompañada de un rediseño de todas las plataformas del portal y está previsto que, en los próximos meses, quede implementada en sus apps y en todas las ediciones locales.
Tanto desde Work-Order como desde Huffpost nos llega el mensaje de que esta propuesta marca un punto de inflexión y significa una nueva era para la plataforma. Si es así, el rediseño es acertado porque consigue modernizarla y la hace visualmente es más atractiva. Sin embargo, este proyecto tenemos que valorarlo con el tiempo, cuando sea real en el día a día, cuando los públicos se sientan representados por Huffpost tal y como explican, y cuando la identidad quede implementada por completo.