Spanair acaba de sacar a concurso publico la elección de su nueva marca. Morillas Brand Design ha diseñado dos marcas sobre las que el público, clientes y trabajadores de la compañia elegirán cual va a ser su próxima imagen corporativa. Además, nos colocan unos videos a modo de reality (votame a mi, votame a mi) con los trabajadores de la compañia para convencernos, con obviedades, de las lindezas de cada una de ellas. Y para incentivar la participación, entre todos los que voten se sorteará una vuelta al mundo. (Podrían hacer esto en las próximas elecciones europeas y verías como aumentaría la participación)
Lo que nos faltaba! Si no teniamos suficiente con las tipicas frases de: “Esto me lo puedo llevar a casa para que lo vea mi mujer”, “A nosotros nos gusta, pero es que en Recursos Humanos no les ha gustado la marca, ¿podeís darle una vuelta?”. Ahora las corporaciones también les da por poner a votación popular la elección de la nueva marca para la compañia.
Como dice el refrán, de aquellas aguas estos lodos. Hace un tiempo se convocó una votación popular para la elección de la imagen de Madrid 2016 además de un concurso abierto donde cualquiera podía presentar su propuesta. Si las instituciones públicas hacen esto, las empresas privadas toman ejemplo y repiten como loros lo que ven. Estamos perdidos!
Hace unos días, publicamos una noticia (Si a tus cliente no les gusta tu marca, igual van y te la cambian) en la que a Twitter le están rediseñando voluntariamente la marca, un grupo creado en un blog, ya que consideran que Twitter se merece una imagen de marca mejor. Y lo noticiabamos porque nos parecio novedoso, fresco e incluso un punto en el que las empresas tienen que empezar a contar con la opinión de sus clientes en los temas de imagen. Pero seamos un poco más exactos.
Considerar la opinión de los clientes no significa sacar a votación popular el cambio de la marca, porque lo siguiente que será, ¿preguntarles el slogan que van a tener (ahora ponen: porque volamos juntos, decidimos juntos) o el color de las butacas o si las azafatas son rubias o morenas?. ¿Qué pensaría la Dirección de Recursos Humanos si les decimos que no nos importa que la gente que trabaja en la compañia este bien formada o no, pero que, eso sí, que sean todos rubios? Bueno, pues ya que decidimos juntos, decidamos juntos el precio de los vuelos. Me da que eso no lo van a sacar a votación popular.
Considerar la opinión de los clientes es averiguar cual es el perfil de cliente que se tiene o se busca y cubrir sus expectativas de imagen y calidad corporativa. Significa hacer los estudios de mercado para tener los datos correctos sobre los que operar y sobre todo considerar a los clientes en cuanto que la imagen de una empresa es tanto o más importante que otras cosas.
Pero claro, como es un tema de diseño, parece que todo el mundo puede tener opinión. Yo siempre digo: El gusto es como el culo, que todo el mundo tiene uno pero no necesariamente bonito. Una decisión de este calibre no puede dejarse en manos de cualquiera que pase por allí. Debe ser el fruto de un proyecto serio, elaborado y profesional. Pero no porque nosotros queramos ser corporativistas, sino porque el diseño es un tema económico y estratégico.
En la elección de una imagen corporativa estan implicitos temas empresariales incluso a veces más que los estéticos. Costes de implantación, aplicaciones de la marca, costes de reproducción, legibilidad, el posicionamiento comercial… etc. Dejar todo ello a la simple elección de un gráfico es reducir el diseño a un simple capricho del gusto. Se imaginan un concurso similar para decidir que tipo de avión compra la compañía simplemente fijandose en la forma del avión.
¿Qué ocurrirá si votan (hasta ahora ya han votado 70.000) un montón de gente sin ningún tipo de conocimientos sobre la materia que y eligen la peor marca?. No la más fea, sino la más cara de implantar, la que más problemas de reproducción supone, la que luego se posicione en el mercado como una marca sin carácter, sin concepto gráfico y haga que las ventas bajen porque ese mismo público ha decidido que la imagen de Vueling le parece más atractiva y cercana y que precio por precio vuelan con ellos.
Por lo que a mi respecta, lo tengo claro. No volaré con Spanair. Una compañia que ningunea mi profesión de esta manera no merece que confie en ella en ningún sentido. Porque si hace esto con la marca de su compañia ¿qué hará con otras cosas? Mejor no pensarlo.
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+info: spanair.com
pd. Desde gràffica hemos remitido este artículo a su departamento de atención al cliente. Las asociaciones de diseño, entidades de fomento del diseño y todos los diseñadores deberiamos de hacer algo similar para mostrar nuestra posición. Seguramente les daremos publicidad gratuita, pero también haremos valer nuestra profesión. Podeís remitir vuestra queja de forma online aquí.
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Actualizado 08/05/2009