Segundo de Chomón, el pionero de la animación que ideó el ‘stop-motion’

Mucho antes de que los píxeles irrumpieran en escena, Segundo de Chomón sentó las bases de lo que hoy es una consolidada industria: la animación. A pesar de que este prolífico director, técnico de fotografía y especialista en efectos y montajes, no ha gozado de la popularidad de contemporáneos como George Méliès, sus avances en la técnica del paso de manivela (precedente del actual ‘stop-motion’), bien lo sitúa a la altura del creador de Viaje a la Luna en el desarrollo del cine de animación y ciencia ficción.   

Filmación fotograma a fotograma: El Hotel Eléctrico
Entre muchas de las aportaciones del revolucionario Segundo de Chomón (1871-1929) se encuentra el haber sido uno de los primeros en dotar de movimiento a los objetos en pantalla a través de la técnica del paso de manivela. Esto le permitió filmar fotograma a fotograma utilizando los intervalos para cambiar la disposición de los elementos, creando así la ilusión de movimiento. Una considerable innovación en una época en la que el cine era meramente artesanal. Su primera película con esta técnica fue El Hotel Eléctrico (1908), considerada la primera cinta de ciencia ficción española. En el filme, los objetos de una habitación de hotel cobran vida alrededor de los protagonistas, causando el caos cuando el encargado de dirigirlos se emborracha.

Además de su aplicación del paso de manivela, Chomón destacó por otros esfuerzos en el desarrollo de la animación. Trabajando para Pathé, el autor se especializó en el uso de muñecos articulados y sombras chinescas, además de utilizar técnicas de superposición de imagen real y maquetas, precedentes de los efectos especiales y la animación.

Del stop-motion a la actualidad
Aunque Chomón no llegó a animar personajes, como sí hizo más tarde el ruso Ladislas Starevich, su revolucionaria técnica de filmación frame a frame se considera el precedente del stop-motion, uno de los principios fundamentales de la animación. Grandes superproducciones como King Kong (1933) o Star Wars: Episode V – The Empire Strikes Back (1980), con su variación del go-motion consistente en filmar los objetos en movimiento, no estáticos, aplicaron la técnica desarrollada por Chomón, que sin tener una gran vocación de espectáculo como la de Méliès, se centró más en la vertiente experimental y tecnológica de su hallazgo.

Aunque en la industria actual las técnicas digitales como el rendering en postproducción han sustituido al pionero descubrimiento de Segundo de Chomón, algunos programas base como Flash o 3D Studio Max continúan ‘renderizando’ los fotogramas uno a uno. De hecho, son muchos los realizadores que han optado por esta técnica en los últimos años. Tim Burton, que la ha utilizado en varias ocasiones a lo largo de su carrera, la aplicó en Nightmare Before Christmas o en el corto Vincent. Otros ejemplos recientes son los títulos de la productora Aardman Animations (Chicken Run, Shaun the Sheep), aunque actualmente es más común que el stop-motion se combine con la tecnología digital y el 3D (Las Aventuras de Tadeo Jones, Despicable Me).

Pionero del cine fantástico, en color y de ciencia ficción
Además de sus esfuerzos en el desarrollo de la animación, Chomón impulsó el cine en color, el cine fantástico y de ciencia ficción. Entre sus títulos más se encuentran Gulliver en el País de los Gigantes (1903), Ladrones Nocturnos (1905) o El Castillo Encantado (1908), donde ya hizo gala de algunos trucos y efectos muy avanzados a su época. También en este sentido tuvo importancia su perfeccionamiento de la panorámica y su intento de travelling, algunos de los ‘inventos’ atribuidos a este revolucionario cineasta.

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