La última edición de revista IF, publicada en Argentina por el Centro Metropolitano de Diseño, indaga en escenarios donde el diseño despliega su rol en su interfaz entre la gestión y la realidad productiva. Una edición que no deja preocupación social sin abordar.
Con puntos de interés que sintonizan con la revista Gràffica, —además de su calidad editorial, su esmero por contenidos destinados a dejar huella—, la revista IF (distinguida en 2016 en la 5ta edición del BiD, España) incluye un dosier, entrevistas a figuras y académicos y una temática por edición. Como resalta Analía Cervini, Gerente Operativa de CMD «el sentido de la publicación continúa siendo una reflexión conjunta que persigue problemáticas abiertas —más que descansar en presupuestos consolidados—, que se anima a integrar miradas opuestas, celebrar la diversidad y adelantarse a los desafíos emergentes y futuros». Bajo el tema Diseño Urgente, la revista deja mucha tela para cortar, en temas de agenda sobre diseño de experiencias, diseño participativo, data visualization y diseño de procesos, entre otros, que la diseñadora industrial María Sanchez pone en escena en un diccionario de términos globales en busca de algunos paradigmas de la disciplina.
IF ensaya textos urgentes sobre ecosistemas, inclusión y educación, junto a la reivindicación de las cooperativas, la marca argentina y el deterioro del planeta. Además, una historia mínima sobre los refugios desde comienzos del siglo XX, identidad de género, casos de diseño independiente en Brasil y las célebres Panteras Negras, evocando, además de su lucha civil, la conferencia del combativo e inolvidable diseñador gráfico Emory Douglas (2012) en el evento TrimarchiDG, en Mar del Plata.
Promediando la revista, nos enfrentamos al título, que sin duda define el espíritu de la edición, y posiblemente el del hub CMD en su extensión. El Gran Disruptor, el artículo sobre Ettore Sottsass cuya vida profesional legó las mejores ideas, capaz de «abrazar la envergadura, pero también el detalle, de ponderar lo importante sin minimizar lo frívolo, de comprender el código cultural o de romper con lo preestablecido». Innovación, nihilismo, absorción, utilitarismo, fantasias existenciales son otros de los conceptos edificantes en torno a la figura de Sottsass.
Con tales preocupaciones de fondo, (‘de la escuela crítica’, como diría Bauman), es natural la asociación con el objeto balde (I am your Balde, manifiesto funcionalista), en tanto elemento mundano de porte artístico y metafórico, similar en misión editorial y cuerda humorística a la excelente revista inglesa Ordinary, que hace un culto del objeto simple aplicado a situaciones de la vida creativa.
Dispositivos que Richard Buchanan define en la misma edición –en un texto de valor de 1992— como una nueva integridad entre los signos, las cosas, las acciones y los entornos que se ajustan a los sistemas de valores. Aunque Buchanan no piensa en el balde, existe un hilo conductor entre su pensamiento y lo que llama “lo imposible” de los límites rígidos entre el diseño industrial, la ingeniería y el marketing. Problemas malditos, según el teórico del MIT, del pensamiento de diseño contemporáneo, que la revista IF, en un descenso a la elocuencia de las realidades, anuncia como no solo como urgentes sino necesarios.
Actualizado 13/02/2017