Diseñar para la administración pública, ¿vale la pena?

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El número 8 de la Revista Gràffica El diseño en el sector público está dedicado a explorar la relación entre los creativos y los clientes públicos. Mucho se ha hablado sobre la trascendencia o responsabilidad que conllevan los proyectos en el ámbito público y, mientras que para algunos creativos no implican mayor compromiso que cualquier otro trabajo, para otros existen diferencias considerables. Lo mismo pasa, curiosamente, con los países. En algunos, el ámbito público se percibe como un espacio donde las obras adquieren un mayor prestigio; y, en otros, trabajar para este sector es, incluso, peyorativo. Entre unas valoraciones y otras, surge una misma pregunta: ¿vale la pena trabajar para lo público? Depende.

Ilustración: Diego Mir.

No vale la pena

Los presupuestos del sector público, sin lugar a dudas, se convierten en la primera barrera que puede hacer retroceder a un profesional. Tema recurrente en esta revista, los precios de este ámbito no siempre han sido tan irrisorios como ahora, aunque, por el momento, no parece que los organismos públicos tengan claro cuánto vale el diseño. Unos precios mal fijados repercuten en una mala imagen por parte de la Administración y, directamente, excluyen a muchos creativos de querer trabajar con ella. Trabajar para lo público no da de comer.

Una segunda circunstancia a tener en cuenta es el tema de la profesionalización, uno de los males que más se achacan al sector público. Depende mucho de la persona con la que se tiene trato a lo largo del proceso y de su cargo dentro del organismo, puesto que del político responsable de la institución hasta el técnico de comunicación o marketing en cuestión puede haber un largo trecho. Lo que está claro es que […].

Sí vale la pena

Uno de los primeros motivos por los que trabajar para lo público puede resultar muy interesante es la visibilidad. Un proyecto para este tipo de ámbito suele tener un recorrido más extenso y, gracias al apoyo institucional, puede poblar fácilmente tanto diferentes soportes mediáticos como elementos del mobiliario urbano. Si el trabajo en cuestión tiene como objetivo ser más permanente que una campaña de publicidad, es decir, es una identidad visual para una institución o una renovación de logotipo para algún organismo, puede contribuir a que su autor sea más (re)conocido. El hecho de trabajar para las instituciones y ser presentado como parte de ellas puede abrir, además, más puertas en esta área.

En segundo lugar, y con cierta relación con el tema de la profesionalización comentada en el anterior apartado, se encuentra la opinión de que trabajar para lo público puede ser más fácil que hacerlo para lo privado. La posibilidad de que los coordinadores de ciertos proyectos no sepan lo suficiente sobre diseño hace más sencillo enmascarar aspectos que quizá… […].

Puedes encontrar el reportaje íntegro en el octavo número de la revista Gràffica El diseño en el sector público. Si quieres la versión digital de la revista, la puedes conseguir en Android iOs.

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