Antes de dedicarse a la cocina, jugaba en la selección española de hockey. Empezó a estudiar Arquitectura, pero decidió dejarlo todo por cocinar. Hoy en día, es jefe de cocina del restaurante con tres estrellas Michelin Abac (capitaneado por Jordi Cruz), y tiene el suyo propio, Somiatruites.
En el número 10 de la revista Gràffica Forever Young, el chef David Andrés nos cuenta cómo se ha convertido en uno de los profesionales más jóvenes en convertirse en jefe de cocina. La respuesta a ello no pasa por la suerte o la casualidad, sino por el trabajo duro. Así, Andrés considera que la pasión es fundamental para dedicarse a este sector.
«Llegar a jefe de cocina con 25 años fue un sueño, y algo que, en el caso de los restaurantes de este nivel con dos o tres estrellas Michelin, es extremadamente raro. Normalmente los jefes de cocina son muy experimentados y con una amplia trayectoria. Que me lo propusieran con esa edad, y cuando solo llevaba cinco años cocinando y entrenando sin saber nada de nada, lo hace todavía más especial […]
Cuando te dan un reconocimiento, no supone una presión más porque, para haber llegado hasta esta meta, te has tenido que autopresionar y autoexigir muchísimo antes. En el momento en que nos dieron las tres estrellas Michelin en Abac no sentimos mayor presión porque ya llevábamos varios años con ese objetivo en mente […]
Respecto al tema de la preparación, que quizá no se necesita mucha… Discrepo. Hay mil oficios, como el de bloguero o periodista, que puedes hacer sin ninguna preparación. Pero el resultado puede ser nefasto. Es muy relativo. Lo más importante es encontrar la pasión y disfrutarla. Y no pasa nada si…».
Puedes encontrar la entrevista íntegra a David Andrés en el décimo número de la revista Gràffica Forever Young. Si quieres la versión digital de la revista, la puedes conseguir en Android y iOs.
