El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha renovado su web recientemente. El proyecto, confiado al Estudio Pedro González, tenía un objetivo claro: convertir la imagen de la página del organismo público en más cercana, visual y usable. Hablamos con Pedro González, director creativo del estudio valenciano encargado de llevarlo a cabo, para ver cómo ha sido el proceso.
Renovar la imagen y usabilidad de una web tan conocida como la del Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) no es un proyecto exento de retos. Por ello, cuando Pedro González, director creativo del estudio que lleva su nombre, recibió una llamada directa por parte del la Subsecretaría de Presidencia de la Generalitat, sintió emociones encontradas. «Ya habíamos trabajado para la administración, pero nunca para una entidad de este calibre», indica. «Era un reto importante, porque había que hacerlo bien, y dar en la clave en el sentido más técnico», añade y recuerda que el Diari Oficial, no en vano, acumula cerca de seis millones de visitas de manera habitual, por lo que el trabajo suponía una gran responsabilidad.
La estética del antiguo diario, con mucha información y escasa jerarquización, necesitaba un lavado de cara. «Lo primero que hicimos fue ‘cortarla’ en trozos para estructurar y jerarquizar bien los contenidos», comenta González. La página web se vertebró, así pues, a través de distintas franjas, que desde el primer momento encantaron al organismo público por la limpieza y orden que reina ahora en el espacio web.
Bajo la cabecera corporativa, se integra, ahora, una sección compuesta de mensajes directos apoyados con imágenes que, a modo de botón, dan acceso a los contenidos más solicitados («Último Diario Oficial», «Información General», «Alertas del Diari Oficial»…). También obtiene presencia destacada aquí el timeline de Twitter, en lo que supone un claro giro hacia la inclusión de redes sociales en la web. Después de una franja de búsquedas por calendario o a través de otros recursos, y otra con el DOGV del día y todas sus disposiciones (más dedicadas a funcionarios y profesionales), aparece, por último, un espacio dedicado a enlaces de interés y pie corporativo. Desde el primer momento, destaca González, «hubo libertad total y confianza plena».
El briefing facilitado por parte del organismo público tenía como principales objetivos crear una web más «visual y usable». El último criterio, ligado de forma inherente al diseño responsive, hizo que el estudio valenciano tuviera que reestructurar los menús con el objetivo de agilizar la navegación, y construir una retícula a cuatro columnas que se pudiera adaptar a diferentes versiones (escritorio, tableta, o móvil). En este sentido, desde el estudio se señala la importancia de concienciación digital del gobierno.
«Otra de las premisas era esa: los usuarios ya no son analógicos, sino digitales, por lo que había que incluir herramientas acordes a esta realidad», indica.
«Para todo ello tuvimos apoyo constante», destaca Pedro González. «Teníamos que estar en contacto con distintas partes de la administración, y fue más fácil de lo que pensábamos», alega. Una vez esta parte quedó clara, y zanjada, llegó el momento de pensar en los públicos objetivo de la web. «Queríamos mantener al público más habitual, como los funcionarios u otros profesionales, pero a la vez abrir la web más hacia la ciudadanía», añade. Ello se ve perfectamente representado con la organización de la página web, que deja en primer lugar los contenidos más habituales para todos los públicos, y para el scroll aquellos menos demandados.
Todo ello, se llevó a cabo a través de la diferenciación de dichas audiencias. «Distinguimos tres: el público general, los funcionarios y profesionales, y los nuevos usuarios 3.0», indica Pedro González. Con la finalidad de aproximarse más a estos perfiles, el estudio optó por escoger una nueva tipografía para la web: la Ubuntu. «Es una tipo limpia, de palo seco pero con carácter, e idónea para su uso web», remarca. Los colores predominantes, en rojo y gris, evocan al conocido logotipo del organismo, y también se incorporaron pictogramas propios a la web.
Además del diseño, Pedro González menciona la importancia de las fotografías y la programación durante el proceso. «Al principio, utilizamos imágenes simuladas pensando que tenían fondos propios, pero resultó que no, y tuvimos que hacer reportajes fotográficos», indican. Para recopilarlos, accedieron a diez sedes diferentes de la Generalitat a lo largo de un mes.
«Algo que es interesante es hay paridad en las fotografías entre hombres y mujeres», menciona, además de señalar la incorporación de colectivos no representados habitualmente.
La programación, sin embargo, sí resultó una fase más profunda y compleja. «Vistos los protocolos propios del departamento, y la complejidad y profundidad de los sistemas de la Generalitat Valenciana, fue complicado», admite Pedro González, que señala que se realizó desde el departamento interno de la institución, pero con revisión y respaldo constante por parte del estudio en ciertas cuestiones. Ello, sumado a las pruebas piloto para versiones móviles y tabletas, hizo que el estudio y la Generalitat trabajaran durante dos meses hasta corregir los posibles defectos y dejar el aspecto informático impoluto.
El resultado, «muy satisfactorio» por parte del estudio, ha cumplido con las expectativas del organismo público. Así lo defiende también Pedro González: «Es un proyecto muy complejo a nivel técnico, y supone un punto y aparte en la política web pública», apunta. El trato «cercano» con la Generalitat, señala, también es un factor a tener en cuenta («incluso me han llamado a mí para presentar el proyecto frente a distintas personalidades», añade). En total, el proyecto ha contado con 4.000 euros de financiación, excluyendo la parte fotográfica, y presenta un cambio necesario para un servicio que, por su utilización, necesita dar ya un paso decisivo en cuanto a usabilidad y accesibilidad.