Qué sucede cuando la tipografía invade las paredes de un club nocturno

Cuando las letras se erigen orgullosamente en objetos visuales es, parafraseando a Paula Scher, como pintar con palabras. Eso es, literalmente, lo que ha hecho la diseñadora tipográfica Fer Cozzi de la mano de la interiorista Eme Carranza en LaUat, club nocturno «oculto» en la trastienda del restaurante rotisería Cacho, en Palermo, Buenos Aires. El espacio elegido para la intervención tipográfica es la escalera que comunica ambas partes y la idea era conseguir una experiencia inmersiva en un espacio de dimensiones reducidas, donde letras de tamaño generoso podrían lucir imponentes. Hemos charlado con Fer Cozzi para que nos cuente cómo ha sido desarrollar este proyecto en un lugar tan singular. «La propuesta vino por parte de una diseñadora y amiga Eme Carranza, que estaba desarrollando el proyecto del espacio y la identidad. La idea fue tentadora desde el minuto cero: una discoteca escondida en la trastienda de una rotisería. Un espacio de diversión que fuera un viaje entre los 80 y 90.» Cozzi continúa explicando que el espacio iba a tener todo lo que se puede pedir: «bola de espejos, paredes doradas, barra marquesina de tragos con reversiones de clásicos de esa época, animal print, neones y Britney sonando de fondo. Y la propuesta fue hacer del espacio un viaje visual recordando frases de la farándula argentina. No dudé en aceptar y comenzamos a charlar como lograr ese viaje a través del "rabbit hole" (literalmente "madriguera de conejo", expresión inglesa que se refiere a una entrada estrecha que conduce a un lugar más grande de lo que en principio aparenta) para que la experiencia sea total.» Tipografía del club nocturno del restaurante rotisería Cacho En un trabajo de estas características, un mural que forma parte de la decoración de un local nocturno, el proceso de creación y elaboración también resulta muy particular. En palabras de Cozzi «las paredes no eran muchas ni tampoco muy grandes. Entonces, para que fuera una verdadera inmersión no parecía que hubiera otra opción que palabras grandes por todos lados». También asegura que «como el tiempo era corto porque la obra necesitaba avanzar con todas las demás partes involucradas teniendo las paredes listas, la primera idea fue utilizar fuentes de mi catálogo para plasmar las frases y expresiones. Hicimos una lista larguísima con Eme, su equipo y también amigues, intentando obtener las más representativas y las que acompañaban mejor el concepto del bar.» «La primera idea fue utilizar fuentes de mi catálogo para plasmar las frases y expresiones» Fer Cozzi «son mis letras y puedo romperlas si quiero» Hacer que las palabras «encajaran» en un espacio tan intrincado tuvo que ser un trabajo complicado. «Claro. Con esa lista y los planos de las paredes me encontré con que con las tipografías en su estado “natural” no lograba ensamblar todo en el espacio. Las frases no coincidían con las diferentes morfologías de las paredes, que tenían molduras, escalones, diferentes ángulos desde donde se podía leer. Entonces, la solución me pareció obvia: son mis letras y puedo romperlas si quiero.» Tipografía del club nocturno del restaurante rotisería Cacho las letras como vehículo de emociones visuales «Con la mente enfocada en pensar que lo importante era la sensación y la textura sobre las paredes, y con la experiencia de recorrer el espacio y descubrir las palabras apareció la libertad de empezar a trabajar las palabras como manchas, las letras como siluetas permeables a mutar. Estirarse, estrecharse, combinarse, adaptarse al espacio. De "Gabriella" e "Inge" (las tipografías de base) parecía ir quedando poco o nada, ganaba la trama y así las paredes comenzaron a llenarse.» Pero no es difícil imaginar que de los bocetos iniciales al resultado final que ahora vemos, ha habido una evolución. Digamos que el mural iba buscando su propio camino. «Exactamente. A cada paso también aparecían las sorpresas, molduras que no figuraban en el plano, partes que finalmente iban a estar tapadas por luminaria u objetos propios de un bar» «Sobre todo contemplar la circulación de la gente y qué tan altas/anchas/deformes podían ser las letras sin perder la legibilidad a media distancia. De nuevo, el espacio no era tan amplio, está repleto de recovecos y hay una escalera que lo recorre en vertical, la lecturabilidad estaba en riesgo por la proximidad de las personas a las formas. Después de varios bocetos, de mucha paciencia midiendo cada cosa, llegamos a los armados tipográficos que se implementaron.» «Después de varios bocetos, de mucha paciencia midiendo cada cosa, llegamos a los armados tipográficos que se implementaron.» Fer Cozzi «Y no voy a mentir, desde el minuto en que empezaron a llenarse las paredes no podíamos evitar imaginarnos como la gente iba a leer y reír, a querer fotografiarse junto a ciertas palabras. Y creo que pasó y sigue pasando. No fue tan inocente la colocación de algunas frases.» Tipografía del club nocturno del restaurante rotisería Cacho cuando las letras invaden las paredes Podríamos intentar hablar de estilo en un proyecto de estas características, pero quizá lo más importante es cómo la tipografía se integra en el entorno y, sobre todo, cómo es capaz de influir en las emociones de quienes se adentran en este espacio tan singular. Respecto a esto, Cozzi asegura que «se trataría más bien de freestyle, entre unas letras altas, estrechas y –encima– apretadisimas con otras muy anchas, pesadas y bajitas. En realidad, no importaban los detalles de las formas sino cómo las formas ocupaban el espacio.» «No importaban los detalles de las formas sino cómo las formas ocupaban el espacio» Fer Cozzi «Negociar las combinaciones entre los distintos estilos tenía el desafío de evitar que visualmente se agruparan palabras de diferentes frases, que se pierda el sentido o se mezclen de manera inentendible lo que intentamos comunicar. La trama era tan importante como mantener el reconocimiento de esas frases características de una época en particular de Argentina. El delgado límite de jugar con la cantidad, la inmensidad y la textura tipográfica, pero no perder ese detalle de gracia de descubrir frases y palabras que nos representan. Frases como tetris, letras como tramas funcionando como un gran tapiz sobre la pared.» Tipografía del club nocturno del restaurante rotisería Cacho entre el lettering y la tipografía Para llegar a un resultado tan vibrante el componente técnico juega un papel primordial, tener un conocimiento profundo de las disciplinas que tienen que ver con las letras, de su estructura y de hasta dónde se puede llegar para que sigan siendo letras. «Prioricé el armado de las frases, más apoyada en un pensamiento que viene del lettering que de la tipografía. Cada agrupación de palabras tenía que funcionar como una unidad, pero no dejar de ser parte de un conjunto más grande y diverso. El trabajo de plasmado en la pared tuvo el apoyo y planificación de un especialista en letras a pincel que pudo trasladar todo el diseño en cada sector, del piso al techo, recorriendo el salón, esquivando escalones y molduras.»

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