Project Backboard es una iniciativa que se encarga de «usar las canchas públicas de baloncesto como un lienzo para la expresión creativa con el fin de fortalecer las comunidades e inspirar el juego multigeneracional».
Project Backboard nació a principios del año 2015 de las manos de Daniel Peterson y que ya lleva 15 proyectos realizados. Tal y como nos cuentan en su página web: «el baloncesto es el deporte recreativo más popular en los Estados Unidos entre todas las edades y géneros». Por esto es por lo que nace Project Backboard; el hecho de que las canchas de baloncesto –en ocasiones– estén tan maltratadas hace que se pierda esa participación por parte de toda la sociedad, y con ello, la interacción multigeneracional.
Peterson cree que el lavado de cara de «las canchas de baloncesto en parques públicos puede aumentar el uso del parque, mejorar la seguridad e inspirar la interacción social entre amigos, familiares, vecinos y extraños». Además, al fomentar el uso de las canchas y el baloncesto también se apoya el crecimiento individual y el desarrollo de habilidades.
La iniciativa comenzó con Peterson pintando las líneas reglamentarias de canchas de baloncesto en Memphis –de donde él es– de manera muy humilde. Con la buena acogida de los visitantes de los parques y las pistas, a su iniciativa fueron colaborando pequeños artistas locales para crear diseños bastante sencillos, pero que seguían gustando en el vecindario.
En este punto, Project Backboard se empezó a hacer conocido a través de internet y el propio Daniel Peterson realizó algunas entrevistas en radio y televisión. El punto de inflexión donde los diseños comienzan a ser más elaborados, fue el trabajo realizado por Tim Cook y Elias Stein en la cancha de Charjean Park en Memphis. El pavimento fue arreglado y pintado, y los tableros fueron dotados de diseños relacionados con el equipo de los Memphis Grizzlies de la NBA.
Peterson también destaca que el lavado de cara de las canchas no significa solo la decoración de los tableros y el pavimento: «la forma de renovar la pista es mediante el uso de un tipo específico de pintura repavimentación, similar a la usada en los parkings. Así que en cierto sentido, la pintura es la actualización en sí».
En definitiva, Project Backboard es una muestra de cómo el rediseño de una cancha no solo suma para la gente que va a jugar en ellas. Esta iniciativa también es una forma de crear lazos y un cambio de imagen en vecindarios que en muchas ocasiones tienen una mala reputación de cara al resto de ciudades como puede ser el caso del Kinloch Park. En este caso, incluso existe un artículo de VICE llamado «La ciudad junto a Ferguson es aún más deprimente», que hace referencia a est ciudad.