La juventud es la gran protagonista del número 10 la revista Gràffica, Forever young y, consecuentemente, también de su portada. El especialista en lettering y caligrafía, Joan Quirós, ha sido el encargado de ilustrarla y se ha valido para ello de las técnicas, ideas y recursos que nos desvela a continuación.
Profesional especializado en custom lettering y caligrafía, reside en Valencia (España) desde donde trabaja para clientes repartidos por todo el mundo. Entusiasta de Letteforms, fue en su adolescencia cuando empezó a cultivar su pasión por ellas, reforzada más adelante por la Licenciatura que estudió en Diseño Gráfico. En 2013, comenzó a sumergirse más detenidamente en el mundo de las letras; disciplina que ha ido ampliando en los últimos años, y que le ha permitido ayudar a marcas, instituciones y empresas a mejorar su comunicación a través de estas.
Gràffica, alude, ha estado presente lo largo de su carrera profesional, por lo que partía de una relación con el medio bastante sólida. Además, nos revela, las portadas de libros y revistas son de sus encargos favoritos: «Es de lo que más disfruto. Resulta muy satisfactorio sostener en tus manos tu propio trabajo impreso», cuenta.
Nada más recibir el encargo, Quirós comenzó a bocetar con el fin de «establecer una composición que se adaptase al formato» para, posteriormente, ir definiendo y refinando las letras. «Al finalizar la jornada tenía un boceto listo para vectorizar», apunta. Con ello, procedió a definir los acabados estéticos y las pruebas de legibilidad y color, para lo que realizó tests con diferentes gamas cromáticas.
«Partimos de la base de que este número de Gràffica va sobre jóvenes profesionales, por lo que vi claramente que tenía que ser una portada más atrevida y visualmente potente. Quise tomar ciertos riesgos en el dibujo de las letras e incluso hacer referencia a un lenguaje visual más cercano al graffiti».
El toque más «gamberro» de la portada, así, recae sobre la palabra forever, realizada con rotulador «a modo de ‘tag’ de graffiti para enfatizar así el carácter más desenfadado», explica el especialista en lettering y caligrafía. La diferencia de estilos y tamaños entre palabras, por otro lado, fue una decisión tomada para estructurar y jerarquizar el mensaje. «Queríamos enfatizar la palabra young, que era la que mejor transmitía la temática de este número», apunta en este sentido.
El color y los tachones, elementos gráficos que resultan más que perceptibles en la portada, también beben de unos motivos concretos. «Cuando se me ofreció la posibilidad de incluir una tinta flúor en la portada no me lo pensé dos veces. La utilización de colores flúor era un recurso que aplicaba con frecuencia cuando hacía graffiti, por lo que me parecía también un buen homenaje a la disciplina que dio comienzo a mi amor por las letras», añade.
Integrar en la portada elementos que aparecen en el interior de la revista era, además, «esencial» para Joan Quirós: «De este modo, establecemos una conexión directa entre portada y contenido, y comunicamos ambas como un todo y no de manera independiente».
El proyecto, eso sí, no ha estado exento de algún que otro obstáculo. «El mayor reto ha sido trabajar con un timing bastante ajustado e intentar ser resolutivo en muy poco tiempo (aunque, en según qué proyecto, esto se convierte en una ventaja)». Por otro lado, también se ha tenido muy en cuenta la definición y aplicación de recursos gráficos. «La portada debía tener un cierto atractivo visual, pero sin sacrificar la legibilidad», cuenta sin pasar por alto que «este segundo aspecto es crucial para que un buen lettering funcione».
El resultado, por último, lo valora positivamente. «Creo que se ha obtenido un resultado totalmente ajustado y adaptado al briefing, transmitiendo gráficamente el contenido de la revista, que es de lo que se trata», concluye.
Si quieres conocer cómo fue el proceso de creación de otras de las portadas de la revista Gràffica, puedes hacerlo aquí: Gràffica 4, Gràffica 5, Gràffica 6, Gràffica 7, Gràffica 8, Gràffica 9.