La textura de un tronco de olivo gracias a la tinta puff

Apadrina un Olivo es el nombre bajo el cual se presenta el proyecto y la ONG que tienen como objetivo recuperar olivos centenarios abandonados. Entre las acciones de su estrategia, el diseño gráfico y la tinta puff tienen un papel muy importante. Su principal misión es que el arte envuelva un tesoro muy especial: el oro líquido.¿Cómo puede la tinta puff salvar olivos centenarios?

La ilustradora Carla Cascales y el diseñador gráfico Nil Castellví han prestado su imaginación y su talento para crear un etiqueta muy peculiar, en la que la experiencia táctil es fundamental. Solo con tocarla, al usuario le parecerá que tiene un trocito de campo entre sus manos.

Gracias a las aportaciones del padrinazgo, la organización colabora con personas mayores y personas disminuidas para recuperar y cuidar olivos centenarios abandonados. Con su trabajo, estos olivos finalmente vuelven a dar aceite. La iniciativa, además de dar trabajo a un colectivo, vuelve a poner en funcionamiento el medio rural aragonés. Con el aceite orgánico que se genera de estos olivos centenarios, se producen unas 2.000 botellas que se reparten entre las personas que han colaborado con el proyecto apadrinando un olivo.

Cada año se crea una botella de edición limitada y aquí es donde empieza el proceso de diseño. Este año, Nil Castellví ha sido el encargado de la dirección de arte del proyecto, quien contactó con Carla Cascales para llevar a cabo las ilustraciones de la etiqueta de la botella.

Según nos cuenta la ilustradora, para la botella ilustró a tinta los nervios y la textura tan característica de la corteza de olivo. Posteriormente la digitalizaron para imprimirla en serigrafía artesanal y con tintas orgánicas:

«Usamos tintas orgánicas al agua. La característica de esta serigrafía es que la hicimos con una tinta puff. Esta tinta se hincha al aplicarle calor, dando un efecto en tres dimensiones. De esta manera, como la ilustración cubre gran parte de la botella, conseguimos generar el efecto de que al tocar la botella da la sensación de estar tocando un tronco de Olivo», explica Cascales.

Ilustración y diseño gráfico: Carla Cascales Alimbau
Dirección de arte: Nil Castellví
Impresión serigrafía: Monostereo
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