Hay muchas y muy buenas agencias de brand strategy, identidad corporativa y packaging. Grandes marcas confían en estas empresas para que les creen una identidad basada en su nombre. Hoy nos explican las claves que debe reunir un buen packaging.
En su más estricta definición el packaging viene a ser la ciencia o el arte de proteger los productos para poderlos distribuir, almacenar, la venta y el empleo. En algún momento un erudito pensó que por qué no diseñar, crear y publicitar en dichos envases la marca del producto y así atraer la atención de los clientes y ser el primer impacto visual hacia el consumidor. Pensemos que la presentación de cualquier cosa (comida, productos, documentos o presencia) va a determinar la primera imagen que tengamos sobre ello, pese a que luego podamos cambiar nuestra opinión. Si bien es cierto que, en general, nos crearemos un juicio en base a lo que veamos. Al final será el propio consumidor quién decida qué producto escoger, y en ese momento lo único que verá será la etiqueta, la caja o el envase con que presenta el artículo.
Un packaging bien realizado y bien trabajado es el elemento que más perdurará como imagen de la marca. Un valor añadido a esto, es que aspectos como funcional, reutilizable o que el diseño sea atractivo le darán una distinción y un signo mayor de categoría.
Packaging se entiende como un proceso de diseño, evaluación y producción de paquetes. Es un sistema coordinado para preparar mercancías para el transporte, el almacenaje, la logística, la venta y el empleo final por el cliente.
Aspectos principales
Las dos principales funciones de un envase son guardar y proteger el producto para atraer al público. Es importante tener bien cuidado los dos aspectos por qué no sirve de nada tener un buen diseño si luego no transmitimos lo que deseamos.
El envoltorio de un producto va más allá de envolver, proteger o resguardar. 3 de cada 5 compras se deciden en el mismo punto de venta y se tarda en elegir un producto alrededor de 5 segundos. Antes de realizar un embalaje es esencial pensar que patrones de preferencia tendrán los consumidores, lo mismo que factores motivacionales que tendrán en el proceso de la toma de decisiones. En este aspecto es donde se entremezcla marketing con packaging, ya que los dos son estudios del comportamiento o mercado del consumidor.
Pensemos que al final el envase se hace el sello de una empresa, porque de él depende la valoración de la forma de ser o la expectativa del consumidor.
Diseño
El consumidor puede encontrar muchos productos parecidos o similares en los centros comerciales. A esa competencia es a la que se expone el packaging. Se considera uno de los elementos principales para colocar en un nivel u otro un producto a través de la imagen y la calidad que se transmite de él. Es muy importante hacer un análisis previo de a qué tipo de público irá dirigido, las tendencias del mercado, los materiales a utilizar y la comodidad del consumidor. El objetivo final es destacar el producto sobre tu competencia.
La imagen
Un envase ha de ser sencillo, comunicar todo aquello que queremos con rapidez, estar correctamente impreso y mantener cierto lazo visual con su pasado (en el caso de que sea un rediseño). Para crear una buena imagen hemos de tener presentes tres factores: la marca, el producto y el consumidor.
Envase y mercado
Desde que existen los supermercados se ha hecho mucho más importante el envase ya que contribuye a la imagen del producto. Diseñar un buen packaging exige centrarse en el comercio internacional y no en las posibles costumbres locales.
Imágenes cedidas por: Morillas
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Actualizado 06/02/2015