Como dijimos en el anterior artículo, siglas, sigloides y acrónimos no son lo mismo. Decíamos que en una sigla solo se tomaban palabras del enunciado plenas de significado. Esto significa que sólo se toman las palabras principales y obviamos las secundarias (artículos, preposiciones, etc.). Por ejemplo, en la abreviación de la Organización de las Naciones Unidas sólo tomamos las palabras principales y la sigla es, simplemente ONU (Organización Naciones Unidas).
Curso de Ortotipografía, con Raquel Marín
Sin embargo, el proceso abreviativo de los sigloides es diferente. En un sigloide no se descartan las palabras secundarias. Por ejemplo, en el caso de ReNFE (Red Española Nacional de Ferrocarriles Españoles) de la primera palabra se toma la primera y la segunda letra para hacer el sigloide más fácil de pronunciar (por esa razón la primera ‘e’ está escrita en minúscula). Lo mismo ocurriría con CiU (Convergencia i Unió), caso en el que se toman la inicial de la primera palabra, la inicial del artículo conectivo (elemento secundario) y la inicial de la última palabra. Por esa razón la ‘i’ se escribe en minúscula y no en mayúscula, ya que es un sigloide y no una sigla (en una sigla solo hay mayúsculas). Otro ejemplo de sigloide es PyME (Pequeña y Mediana Empresa), ejemplo en el que vuelve a pasar lo mismo y todo está en mayúscula excepto la ‘y’ que está en minúscula ya que no es una palabra principal del enunciado.
También puede ser que en el proceso de abreviación se tome una parte de una palabra y otra parte de otra y juntas formen un nuevo neologismo. Así se forman los acrónimos, que son vocablos que surgen al unir los extremos de dos palabras: spanglish (spanish-english). El acrónimo lleva implícita en su naturaleza la pronunciación silábica, lo que en la sigla no es estrictamente obligatorio –ya habíamos visto que hay siglas de pronunciación consonántica–, factor que ya los hace diferentes.
En resumen, las siglas se escriben sin puntos (aunque no es incorrecto ponerlos) y sin espacios. Los sigloides en mayúsculas combinadas con minúsculas –dependiendo de la «importancia» de la palabra abreviada– y los acrónimos siempre en minúscula.
Curso de Ortotipografía, con Raquel Marín