El film de producción valenciana es candidato al Premio Goya al Mejor Cortometraje de Animación y ha sido realizado íntegramente por estudiantes de Barreira A+D durante el confinamiento causado por la pandemia.
Tras recorrer un brillante circuito de festivales en el que ha conseguido varios premios, el cortometraje de animación Oddity creado por los alumnos de Barreira A+D Nando Fibla, Daniel Guirao, Julia Marcos y Marina Martín, bajo la batuta de los docentes Germán Chazarra y Anna Juesas, ha sido nominado al Premio Goya al Mejor Corto de Animación.
Entre los galardones obtenidos por Oddity destaca el Premio a la Mejor Animación y al Mejor Diseño de Sonido en el Malta Short Film Festival.
La animación con el sello de Barreira A+D vuelve a realizar el periplo de la antesala de los Premios Goya: primero recorrió ese camino con Vs Santa —un emotivo cortometraje navideño en el que una niña se lo pone realmente difícil a Santa Claus que no acierta a cumplir sus auténticos deseos— y ahora con Oddity, un divertido homenaje al amor y a la diversidad, así como a los talentos menos evidentes de las personas que, sin embargo, pueden marcar la diferencia.
el proceso creativo
Marina Martín, una de las alumnas creadoras de la historias, asegura que Oddity surgió del resultado de muchos cambios de guion: «realmente no tuvimos un guion 100% definitivo hasta el segundo año, pero contábamos con bastante material que habíamos reunido en el primer año». Martín explica que el motivo principal de este cortometraje fue aprender, así que se dividieron todo el proceso de trabajo entre los compañeros, aunque más adelante cada uno se centró en las áreas que más les interesaban.
«Hubo momentos en los que tuvimos una carga de trabajo constante y agotador y fue difícil mantener el buen ritmo que llevábamos. Puedes tener un cortometraje realmente bueno, pero si no lo terminas no tendrá la posibilidad de tener éxito».
Marina Martín
Por su parte, Nando Fibla explica que con Oddity «queríamos contar una historia de diversidad, representando el mundo en el que vivimos y de cómo gente que puede ser diferente puede unirse y crear sus propias familias, porque no estamos solos». Para él, la clave del éxito ha sido el esfuerzo, las horas y las ganas que han puesto en un proyecto en el que creían desde el primer momento.
Dani Guirao, también estudiante, asegura que realizaron su corto en una situación de pandemia mundial, encerrados en sus casas y conectados remotamente a los ordenadores de la escuela: «a pesar de ello no hemos perdido nunca la ilusión y hemos trabajado duro para lograr lo que todos teníamos en mente, y creo que eso, sin duda, ha marcado la diferencia».
«Pasábamos más tiempo reunidos por videollamada que con nuestras propias familias, y lo más importante es que lo hemos hecho con muchas ganas».
Dani Guirao
Además, para este estudiante cabe destacar que ha sido un desafío la organización que han tenido: «esto es algo muy importante en esta industria y en este tipo de proyectos». Para ello, explica que tuvieron que seguir varias reglas impuestas por los directores para no excederse con el tiempo del proyecto.
estética de la historia
El corto cuenta la historia de Tom, un hombre tímido y vergonzoso, que se enfrenta a sí mismo para presentarse al casting de su vida y que le convertirá en el nuevo pianista de un circo freak. Irene e Irina están en ese mismo escenario para elevar su gesta a una screwball comedy que se complica por momentos para hacer de la actuación de Tom el reto más grande de su vida.
Persiguiendo una estética que acercará al espectador a Tim Burton y a La rebelión de los cuentos (la adaptación cinematográfica de Revolting rhymes de Roald Dahl), los alumnos y alumnas asumieron el desafío que supone su escasa experiencia profesional para realizar un cortometraje que transportará al espectador a los freak shows de la era victoriana, mientras trata de arrancarles una sonrisa.
Tom, Irene e Irina luchaban en la ficción por sacar adelante un gran espectáculo al mismo tiempo que estudiantes y docentes peleaban por conseguir una realización que mantuviera al público lo más cerca posible de los personajes, de su historia y de su punto de vista, inspirados por Orson Welles y Terry Gilliam y buscando la actuación de los personajes de los hermanos Coen.